La doble inmunización simultánea contra la influenza estacional y el covid-19 reducirá el riesgo de que en este invierno se incrementen las muertes por infecciones respiratorias, aseguró Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Además, en la conferencia de prensa se aclaró que no hay alerta alguna sobre R.1, una variantes que “no es de interés ni de preocupación”, detalló Sylvain Aldhigieri, gerente de Incidentes para covid-19 de la OPS, y cuya prevalencia del 0.5 por ciento señala que no hay evidencia de que sea más virulento.
Sobre la temporada viral, Etienne aclaró que el grupo de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que la vacuna contra la influenza estacional debe suministrarse, al mismo tiempo, con los biológicos contra el covid- 19 que han recibido la aprobación de uso de emergencia por dicha organización.
Para Etienne, esta medida de doble vacunación es esencial, sobre todo entre aquellos que no se han aplicado dosis alguna contra el coronavirus, no se han contagiado y se han mantenido en casa, en absoluto distanciamiento social.
“La gente que no se ha visto expuesta al virus de influenza debido a que ha estado en su casa o ha practicado la distancia física y otras medidas de salud pública, podría tener menores defensas y ser más susceptibles al virus de la influenza en esta temporada”, explicó.
Si bien, aclaró, hasta el momento se siguen manteniendo “niveles bajos de contagios” en la actual temporada de influenza estacional en Norteamérica, “existe un riesgo de que la influenza pudiera regresar en este invierno y causar muertes; nuevos casos”.
La influenza estacional, recordó, se disemina rápidamente en áreas donde hay muchas personas, incluyendo las escuelas y los hogares de la tercera edad. El año pasado, por la pandemia y el uso de medidas de protección, hubo pocos casos reportados.
Pero no se debe de olvidar que “a nivel mundial se estima que las epidemias de influenza anualmente causan, aproximadamente, de 3 a 5 millones de casos de enfermedad severa y de 290 mil a 650 mil muertes por casos respiratorios”.
En comparación con años anteriores, subrayó, hay una disminución en los datos de vigilancia sobre influenza con una relación a la pandemia, pues “las medidas implementadas seguramente jugaron un papel importante para reducir los casos de influenza estacional el año pasado”.
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Pero eso no significa que el virus estacional, conformado por las cepas A y B, entre estas la A/H1N1, haya desaparecido y por ello el exhortó a recibir esa doble inmunización, en caso de presentarse la situación, de covid-19 e influenza.
“Aplicar ambas vacunas al mismo tiempo reduce el número de veces que las personas tienen que ir a los centros de salud”, aseveró, tras identificar a los sectores vulnerables como el personal de salud, las embarazadas, menores de edad y pacientes con enfermedades crónicas.
En tanto, Aldhigieri reconoció que los países del norte han reportado más el número de decesos que otros países del mundo de medianos y bajos ingresos, y por ello, tienen una mayor elevada letalidad. Sin embargo, no todos reportan y hay subregistro.
“En la región de las Américas existe un mayor registro de muertes comparado con otras regiones del mundo de mediano y bajo ingreso. Por ende, hay una tendencia de mayor letalidad publicada en las Américas, Sin embargo, la letalidad se ve impactada cuando los pacientes están hospitalizados, acudiendo a los servicios de salud y los servicios de atención intensivos que se satura”, dijo.
El especialista agregó que “sabemos que hubo extensos brotes de la región comparados con otras regiones debajo medianos ingresos. Y ese panorama, tal vez, se reflejó en los servicios de salud que tienen menos recursos que los países de altos ingresos. En los países de alto ingreso también tuvieron altas incidencias de casos”.
Sobre R.1, una variantes que “no es de interés ni de preocupación”, Aldhigieri aclaró que se desconoce bien su origen, todo indica que se detectó en Japón y ya ha llegado a Estados Unidos, con una prevalencia del 0.5 por ciento.
Contrario a los reportes internacionales de “mantenerse alerta, ya que podría ser muy infeccioso”, Aldhigieri detalló que no hay evidencia alguna de que sea más virulento.
En el caso de AY4.2, la nueva subvariante de covid-19, dejó en claro que es derivada de la variante Delta. “No significa que haya una amenaza adicional; sigue siendo Delta”, aclaró.
LP