La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoció que se requiere que el 70 por ciento de la población tenga esquemas completos de vacunación para reducir y controlar la transmisión colectiva del covid-19 en cada país, ya que “ninguna vacunas tiene el 100 por ciento de efectividad” para evitar volver a contagiarse.
“Las vacunas son, quizá, la mejor herramienta de salud pública que tenemos en el mundo: pueden reducir la mortalidad, pueden reducir el número de casos de covid- 19, como lo están haciendo ya, pero no hay vacuna que tenga 100 por ciento de efectividad”, explicó Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS.
En conferencia de prensa, apuntó que las vacunas protegen en lo individual a cada persona y hay muchos estudios, no sólo de Europa y Estados Unidos, sino también latinoamericanos, que demuestran que han reducido “dramáticamente” las hospitalizaciones y las muertes, sobre todo entre sectores vulnerables de 60 a 80 años, cuando se tienen esquemas completos.
Sin embargo, aclaró, para pasar de la inmunización individual a una protección colectiva se requiere “una cobertura vacunal, todavía más importante, de alrededor de 70 por ciento para que la vacuna pueda controlar la transmisión”, con esquemas completos.
“Entonces, las vacunas tienen un efectividad muy importante pero, de nuevo, ninguna vacuna es 100 por ciento efectiva, por eso es muy importante que donde hay transmisión, las personas vacunadas mantengan las medidas de protección y de cuidados, especialmente si son de grupos vulnerables.
“No pueden creer que ya que están con una protección del 100 por ciento. (..) Es muy importante tomar la vacuna, confiar en la seguridad, en la efectividad de las vacunas pero, hasta que se controle la transmisión, seguir también con las medidas de protección individuales que pueden prevenir la transmisión”, señaló.
Barbosa aclaró que se requieren de esquemas completos, con excepción de Janssen, “todas las vacunas requieren dos dosis para que la persona puede estar protegida, o sea, es muy importante que la persona que toma la primera dosis pueda tener la segunda dosis. No pueden pensar que ya están protegida sólo con una dosis. Es importante tomar las dos dosis”, dijo.
Pero es importante dejar en claro “que esa persona vacunada, con dos dosis, deben de seguir con todos los cuidados porque ninguna vacuna, aún teniendo esquemas completos, es 100 por ciento infalible”, reiteró.
“Las personas vacunadas deben de seguir con el uso de mascarillas, de cubrebocas, deben de seguir evitando los lugares cerrados y las aglomeraciones. Sólo así tendrán una doble protección, la que ofrece la vacuna y las medidas de higiene que son importantes”, indicó.
El especialista aclaró que ninguna vacuna contra covid en realidad “es 100 por ciento infalible pero esto sucede también con las de sarampión y de la polio”. Refirió que, por el momento, la OMS no recomienda la combinación de vacunas ante el desabasto de segundas dosis. “La recomendación actual del grupo estratégico de expertos e inmunización de la OPS es que se debe de seguir con la primera y segunda dosis de la misma vacuna descuerdo con la indicación.
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En el caso de AstraZenaca, la recomendación es aplicar la segunda dosis entre 8 a 12 semanas después. Si en ese proceso, la persona enferma de covid-19, o de otros padecimientos con fiebre “no se recomienda aplicar en ese momento la vacuna”.
Por su parte, Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS aseguró que el green pass o certificado verde de vacunación, impuestos por países de Europa, sólo promueven una “falsa idea de seguridad”.
Cuando las personas viajan, incluso al interior de su país, o al extranjero “aumenta el riesgo de diseminación del virus” y, en la medida que los países reanudan vuelos, abren fronteras, deben de aplicar lineamientos de análisis de riesgo del lugar de origen y de destino.
“La recomendación de la OPS es la de no requerir una prueba de vacunación para emprender un viaje internacional, por varias razones, una de ellas es que sabemos que aunque las personas estén completamente vacunadas aún existe el riesgo de infectarse y de transmitir el virus, de tal manera que un pasaporte de vacunación o una prueba de vacunación podría generar un falso sentido de seguridad, y reducir otras medidas que han demostrado alta efectividad.
“Por otro lado, hay muchos países que no tienen acceso suficiente a vacunas y requerir esa prueba a los viajeros aumentará esa inequidad que existe entre los países”, sostuvo.
Sin embargo, detalló Ugarte, muchos países han restringido los viajes internacionales y, debido a que estas medidas han permanecido por un largo tiempo, están buscando formas para disminuir la restricciones a ciertos grupos de personas.
La Unión Europea, a través del green pass, impulsó una medida de aplicación selectiva de viajes menos estrictas y, aún así, los especialistas consideraron que no es suficiente. Es preciso aplicar las medidas de uso de mascarillas, cubrebocas, evitar aglomeraciones, la desinfección y lavado de manos, así como la distancia física.
“Las personas que viajan deben de mantener las medidas de seguridad y los países estar muy atentos para detectar de manera temprana los posibles casos de contagio, para efectuar un aislamiento de casos sospechosos o confirmados, que pasen la cuarentena, se les otorgue tratamiento y vigilar todo el proceso. En este sentido vamos a seguir largo tiempo”, advirtió.
LP