La integración de diversos negocios comunitarios, regionales y globales para la industrialización del sargazo, debe ser prioridad del gobierno mexicano si se quiere enfrentar con herramientas de largo plazo la irrupción de sargazo en las playas del Caribe Mexicano, advierte la organización civil Vive Planeta Azul AC, con sede en Quintana Roo.
“La retirada de sargazo en playa, no será una acción sostenible si no existe un incentivo que haga costeable este proceso, por tal motivo todos los especialistas consultados coinciden en encontrar desde la ciencia y la innovación tecnológica, usos y aplicaciones para producir biocombustibles como alcoholes industriales y biogás, además de la producción de fertilizantes, papel y biopolímeros”, señala en una nota entregada a MILENIO JALISCO, fruto del trabajo técnico de especialistas de la Universidad de Guadalajara y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Uno de los modelos más avanzados para la industrialización del sargazo, lo elaboraron Jorge Mendoza Pérez, del IPN, y Francisco Silva Bátiz, de la UdeG. La planta piloto demanda alrededor de 500 mil pesos, pero podría replicarse con costos inferiores a 250 mil, lo que hacen viable la inversión al gobierno federal o del estado, que han anunciado decenas de millones de pesos para atender el problema.
“Una vez desarrolladas de forma repetida, todas las pruebas necesarias en laboratorio, se encuentra listos para desarrollar la primer planta piloto a escala semindustrial. El objetivo de dichas plantas es desarrollar tres procesos; el primero de ellos es la fermentación alcohólica donde se busca producir con una tonelada de sargazo seco, 300 litros de una mezcla de alcoholes, principalmente etanol. Segundo; con el resto de la biomasa se produciría por combustión en un biodigestor, un biogás de alta calidad. Se considera que con 500 kilogramos de biomasa activada, produciría siete mil litros de gas. Tercero, las cenizas restantes constituirían la base de forraje de alta calidad protéica para el ganado. La posible existencia de metales pesados, no representan un riesgo, ya que en su mayoría dichos metales pesados se eliminarían mediante un baño ácido por el que pasaría la biomasa previamente”, apunta.
Se busca que este modelo de transferencia tecnológica “pueda contribuir al problema del sargazo en playa, y tenga un impacto económico y social en las comunidades locales. Se busca que las plantas tengas un tamaño suficiente para ser rentabilizadas por un colectivo pequeño, y su costo de construcción sea económico. El etanol y el gas producidos, podría ser empleado como combustibles de vehículos automotores, y calderas y secadoras de la industria hotelera. De esta manera podría construirse un nuevo sistema económico ligado al sargazo que involucraría a hoteles y prestadores de servicios turísticos, y a la comunidad local, buscando que el sargazo pase a ser una amenaza, a un recurso susceptible de ser aprovechado”.
No obstante, “en los volúmenes estratosféricos de sargazo que ahora llega a nuestras costas, el aprovechamiento para biocombustibles y cenizas forrajeras, sería solo de una pequeña parte, por lo tanto, es necesario se determinen los protocolos para producir abonos agrícolas, y otros procedimientos para manejar de manera inmediata, grandes cantidades de esta macroalga. Solo con conocimiento científico y tecnológico, y buenas decisiones de gobiernos, se podrá salir de esta crisis, cuyo desenlace, aún no conocemos”.
El avance de la invasión del sargazo en el Atlántico, parece ser una evidencia del calentamiento global y del cambio de régimen de los vientos, corrientes marinas y el clima. “Las invasiones de sargazo se han presentado con un volumen creciente desde 2010 hasta alcanzar niveles catastróficos en el 2015, y afecta a África, Europa, aunque el sur de la Florida y Texas, han empezado a ver sus costas colmatadas de esta macroalga. Sin embargo, es en el Caribe donde la llegada del sargazo ha alcanzado los niveles más dramáticos”.
El sargazo tiene su origen en el Mar de los Sargazos, el cual está delimitado por el giro del Atlántico Norte, próximo a las Bermudas, y ahora, por el nuevo mar de los Sargazos, el cual se formó recientemente en Sudamérica, al norte de Brasil. “Ahora hay dos mares de los sargazos uno al norte y otro al sur del hemisferio en el océano Atlántico.
Periódicamente, por los meses invernales, manchas de sargazo arribaban a las costas del Mar Caribe, lo que constituía un evento natural, sin embargo en los últimos años, las cantidades de sargazo han alcanzado las 300 toneladas por kilómetro de playa por temporada, lo cual hace difícil su manejo. Sin embargo, la mayor dificultad hasta ahora no es siquiera que no haya un plan de manejo para paliar con ésta situación, sino que los científicos vaticinan que la llegada de sargazo en las playas continuará por varios años”.
RECOLECTAR ANTES DE QUE SE PUDRA
La investigadora de la UNAM, Mayra Murillo García, quien elaboró un proyecto de recolección de sargazo, sostiene: “esta alga posee ciertas propiedades que brindan la posibilidad de darle diferentes usos en industrias como la farmacéutica, alimentaria, textil, entre otras, obteniendo un beneficio económico. Para poder aprovechar el sargazo es indispensable recolectarlo antes de que comience su proceso de putrefacción, por eso la importancia de diseñar un proceso de recolección del mismo dentro del mar”.
En su tesis de ingeniería, añade: “dicho proceso a su vez deber ser eficiente, amigable con el ecosistema y económicamente factible […] como la excesiva cantidad de sargazo que ha llegado a las costas afecta directamente al turismo dañando la estética del lugar y produciendo mal olor, y a las actividades pesqueras de la región”, lo que hace muy viables los esfuerzos conducentes a su aprovechamiento.
GPE