Con toda la experiencia del trabajo familiar y cinco años con un proyecto propio, Leticia Ramírez e Hilario Hernández enfrentan las bajas ventas que ha provocado la pandemia decovid-19, a pesar de contar con piezas únicas y elaboradas a mano, por lo que decidieron participar en la Caravana de Reactivación Artesanal, realizada en el municipio de San Mateo Atenco.
Con la producción de zapatos artesanales, la familia formada por Lety e Hilario, ha tenido que enfrentar una difícil temporada, pues desde marzo pasado las ventas bajas han sido una constante, buscando nuevos espacios para la venta, viendo muy complicado su salto a plataformas digitales.
“Toda la vida me he dedicado a la fabricación de zapatos, aquí en San Mateo desde pequeño nos han enseñado, llevamos ya cinco años con estos zapatazos artesanales, yo los hago y mi esposa los borda”, dice Hilario.
Para la confección de cada par la familia dedica todo un día, partiendo desde el trazo, los cortes, mientras que el bordado se realiza de manera artesanal, el cual puede tardar hasta cuatro días.
El llamado en medio de esta contingencia sanitaria, afirman, es a que las familias valoren el trabajo de los artesanos, de quienes a través del trabajo manual logran piezas únicas con un alto valor y que representa el único sustento para muchas familias.
“Al comprarnos están apoyando a las manos mexicanas, a los artesanos, a veces somos los más olvidados, porque se van por lo más barato y no aprecian lo que es un bordado, un trabajo a mano”.
Para reactivar la economía, apoyando principalmente al sector artesanal, el ayuntamiento de San Mateo Atenco y el Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado se México (IIFAEM) organizaron la Caravana de Reactivación Artesanal, que tiene como objetivo abrir un espacio a estos productores, además de promover los programas de credencialización, apoyos y talleres que ofrece este instituto.
MMCF