El investigador del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Víctor Manuel González Mendoza, que forma parte de un grupo disciplinario, trabaja con biotecnología de plantas en su sistema inmune de las milpas, con el fin de saber si a través de los resultados de estas investigaciones, la planta del maíz puede soportar una sequía.
Así lo explicó el especialista, quien señala que se continúa este estudio para entender cuál de los microorganismos que tiene la milpa tienen una buena interacción con todo el entorno, y sobre todo se trabaja en unos especiales que son promotores de crecimiento de la planta.
“Estudiamos esta interacción sobre todo con microorganismos que ya están bien establecidos como los de la milpa, mismos que tienen una coadaptación a lo largo de su historia evolutiva por lo que están presentes desde tiempos prehistóricos, y nosotros queremos entender cuál de estos microorganismos son buenos en esta interacción.En el estado, tenemos microorganismos que hemos aislado de aquí del alto Mezquital, en El Cardonal, Santiago de Anaya, y otras comunidades”, explicó.
Parte de los resultados de las investigaciones que han realizado han mostrado que hay microorganismos que impulsan el crecimiento de la milpa, “es decir, que generan una respuesta favorable, brindándole hormonas de crecimiento y de tal manera que promueven el crecimiento en tiempos más cortos.
“Esto es bueno porque aquí, en el caso de Hidalgo, las lluvias son tardías y se tienen que aprovechar y tener ciclos de cultivos más cortos.Este el caso de los maíces híbridos puede tardar de tres a cuatro meses y en el caso de los de temporal o maíces criollos o nativos, tienen que ser tempranos o cortos de menos de tres meses, de dos a tres meses y evitar aquí los problemas climáticos como las heladas”, explicó González Mendoza.
Así también, detalló que el estudio de microorganismo además ayuda a detectar algunas de las enfermedades en plantas que se presentan en la región, “como es el caso del hongo fitopatógeno que es un problema muy recurrente en Hidalgo, y muchas de las cepas en las que mis compañeros han visto su capacidad para combatirlo”, explicó.
Con ello, añadió, se busca un panorama completo sobre los microorganismos que hay en el suelo de Hidalgo que, “por un lado, apoyen a la agricultura, estos como agentes biológicos que remplacen los químicos y, por otro lado, preservar estos microorganismos que han sido adaptados a los maíces desde tiempos ancestrales. Entonces es un rescate de estas especies de microorganismos a la agricultura moderna”, añadió.
Refirió que la idea es llevar la tecnología a todas las regiones del estado, “tratar de encontrar estos productos específicos para que se adapten a las diferentes condiciones climáticas.
“Los microorganismos que han sido estudiados tienen esas características que menciono, pero en el caso de ya aplicarlos en campo no se tienen las condiciones adecuadas o chocan con las tecnologías de agroquímicos, porque un problema de los agroquímicos es que también dañan los microorganismos de suelo, se van perdiendo estas especies, por eso ya no hay tanta interacción en los maíces híbridos”, concluyó.