La comunidad Lgbtttiq+ obtuvo un triunfo en la búsqueda de justicia con la obtención de una demanda de divorcio incausado en una pareja de hombres.
Dicho proceso fue realizado por la abogada Claudia T. Witron, quien señaló que también hay dos parejas de mujeres que decidieron interponer este recurso legal.
En entrevista con MILENIO Monterrey, la defensora permitió que Pedro Carreto, promovente del caso, hablase sobre su litigio, el cual le tomó un mes, pero que ahora con las nuevas tecnologías, los juicios podrían ser exprés.
Claudia T. Witron, de Divorcios Express Abogados Especialistas, reveló que representar esta demanda de divorcio le transmitió tranquilidad al asegurar que la justicia no tiene distingos.
“Este es el primer divorcio de matrimonio igualitario que se realiza en el despacho que llega a feliz término y que ahorita ya está en trámites de su acta de divorcio”, aseveró la especialista.
La litigante subrayó que desde 2017 las personas pueden casarse nuevamente a las tres semanas de terminado el litigio, lo cual, en su opinión, reflejó el avance jurídico en Nuevo León.
El artículo 267 del Código Civil del estado establece que el divorcio puede ser incausado o por mutuo consentimiento, traducido en:
“Es incausado cuando cualquiera de los cónyuges lo solicita sin necesidad de señalar la razón que lo motiva; y por mutuo consentimiento, cuando se solicita de común acuerdo en forma judicial o administrativa en los términos de este Código, del Código de Procedimientos Civiles para el Estado y de la Ley del Registro Civil del Estado”.
Los pasos
Pedro Carreto, originario de Veracruz, y habitante del municipio de Pesquería, es policía de una corporación municipal, la cual le abrió las puertas sin importar su preferencia sexual y reveló que bastaron 30 minutos para abandonar una relación “tóxica y de engaños”.
La audiencia entre Carreto y su ex pareja se celebró en marzo pasado de manera presencial, antes de que el Consejo de la Judicatura Federal (CFJ) ordenara realizar los trámites a distancia para evitar la propagación del covid-19.
Los primeros cinco minutos de la audiencia fueron claves para que Carreto recordara los motivos que lo orillaron a divorciarse; luego, decidió mantener la mirada fija hacia el juez y comenzó a relajarse hasta que se dio el fallo en su favor.
El agente de seguridad cuenta que le sorprendió el avance social y jurídico del TSJ, pues en 2013 tuvo que viajar a la Ciudad de México para casarse por bienes mancomunados. Ante esta situación, pensó que debía nuevamente ir a la capital, hasta que Claudia Witron le notificó que la audiencia se celebraría en el Juzgado Sexto de Juicio Familiar Oral del Primer Distrito Judicial de Monterrey.
El promovente del divorcio dijo que en 2017 le pidió a su antigua pareja la separación, sin embargo, éste se la negaba chantajeándolo.
“Ya no quise seguir con los engaños, ya no quise tapar ante mi familia lo que realmente era esa persona y en ese momento fue de lo peor. Llegamos a los golpes y mentadas, fui parte de un fantasma porque tuve que gritar para que me escucharan, es decir, fui presentado ante la familia (del demandado) a la fuerza”, recordó.
Agregó que el juez turnado para llevar el caso, se portó muy amable y con una mentalidad abierta, no obstante, precisó que fue “frío”, pues únicamente quería respuestas concretas .