El diputado federal por Acción Nacional Felipe Fernando Macías es un deportista de corazón, va al gimnasio todas las mañanas y juega futbol al menos dos veces a la semana, y aunque asegura que en la cancha es defensa, a la hora de legislar es centro delantero.
Su vida en la política, explica, comenzó en la primaria, cuando fue niño Gobernador por un Día en un concurso; tiempo después su primera labor para contribuir a cambiar la nación fue cuando pegaba propaganda de Vicente Fox.
Aunque disfruta mucho su labor en la política, relata que su sueño desde niño es ser cronista deportivo y lo demuestra, pues apenas con una pregunta sobre su equipo de futbol, los Gallos Blancos de Querétaro, el legislador sabe todo de temporadas pasadas y de rachas de la escuadra.
¿Cómo se inició en la política?
Cuando estaba en sexto de primaria, a los 12 años, me invitó mi maestro a un concurso que se llama Los niños y niñas en el gobierno. Creo que vio que era medio aplicadillo y que me gustaba opinar de todo, entre todas las escuelas del estado, lo gané y fui el niño Gobernador por un Día.
A los 15, en la secundaria, ya te empieza a mover mucho lo que pasa en tu país y, como a todos los jóvenes, te interesa generar cambios; derrotar al antiguo régimen y en ese momento Vicente Fox y el PAN generaban el cambio; un día saliendo de la secundaria fui a las oficinas de Acción Nacional en Querétaro y me vincularon con Acción Juvenil, estuvimos pegando calcomanías de Fox y yo era muy feliz, yo creía que con cada calcomanía que pegaba contribuía al cambio…
¿La diferencia de Querétaro a Ciudad de México, cómo siente el cambio?
Es algo importante, Ciudad de México tiene su encanto, más allá de las prisas y el tráfico; es muy bonita, hay de todo, si vienes de Querétaro no te deja de pesar la cantidad de tiempo que haces en el coche y cosas así…
¿Cuál es su lugar favorito en Ciudad de México?
La verdad es que no he podido conocer muchos lugares, como que he sido muy ñoño; desde que empezó la Legislatura, llego los lunes en la noche o martes muy temprano a la cámara y los jueves, en cuanto termina la sesión, me regreso a Querétaro.
¿Y la comida, ya le ha entrado a las garnachas?
Pido quesadillas y me las dan sin queso y es un poco decepcionante. Ya aprendí que aquí debes pedir quesadillas con queso; obviamente cualquier puesto de la esquina tienen un sazón y todas son deliciosas.
¿Cómo logra quitarse el chip de político?
Me desconecto cuando voy al gimnasio; juego fut una o dos veces a la semana y para desconectarme pongo mi música. En la noche me encanta ver series y películas, soy medio cinéfilo, luego me meto a ver HBO, Netflix e intento ir al cine…
¿Cuál es su serie favorita?
Game of Thrones; en su tiempo fue la de Friends, nos juntábamos mi hermano y yo con amigos y veíamos cada capítulo de estreno de la serie, como niños chiquitos.
Si no hubiera sido político, ¿a qué se hubiera dedicado?
Mi sueño era ser comentarista deportivo, yo veía a José Ramón Fernández, y como siempre he sido fanático del deporte, del americano, del básquet, del beis, pues ser comentarista era un sueño; hasta la fecha lo tengo ahí guardado, pero me ganó más la pasión por la política.
¿En qué posición juega?
Siempre jugué de defensa, desde la secundaria. En la política me gusta ser centro delantero, en la tribuna, en las discusiones, en las iniciativas; sí me gusta tratar de decir siempre lo que pienso, siendo respetuosos, pero si algo está mal quiero ser franco.
¿Qué música escucha?
Soy fanático de todo tipo de música, me gusta desde la Banda el Recodo hasta Metallica; soy muy musical, siempre he escuchado música para estudiar, para hacer un discurso, en el coche siempre pongo música. Mi grupo favorito son The Beatles, desde chavito, yo creo que me sé la mayoría de sus canciones... Aunque nunca he podido ir a un concierto de Paul McCartney, me encantaría ir, si volviera al Zócalo, estaría ahí.