Decían que me iban a fusilar; me pedían nombres de estudiantes: sobreviviente de matanza de Tlatelolco

Amada Velasco Torres relató que vio cómo estaban fusilando a los estudiantes y los botaban en los camiones.

Amada Velasco Torres permaneció en prisión. | Fototeca Milenio
Itzel Cabrera
Ciudad de México /

El dos de octubre no se olvida y el mitin y la marcha conmemorativa a 53 años de la matanza lo confirman. En la Plaza de las Tres Culturas, lugar donde un gran número de estudiantes fue asesinado ese día de 1968, desde mediodía iniciaron los mítines conmemorativos a los que asistieron activistas y personas que sobrevivieron y participaron en el movimiento estudiantil.

Ahí se encontraba Amada Velasco Torres, abogada egresada de la UNAM y maestra ya jubilada, que participó en el movimiento estudiantil de 1968. En entrevista para MILENIO recordó cómo aquél día mientras se realizaba un mitin en la explanada de la Plaza de las Tres Culturas, llegaron las fuerzas armadas. Momentos después fue detenida y encarcelada.

“Me llevaron al campo militar número 3, ahí me gritaban los soldados, generales y capitanes, '¡con que asesinos, verdad, con que asesinos, verdad!', ¿por qué me gritaban así? Porque en todos los periódicos salió mi discurso que dije cuando las mujeres enlutadas, éramos más de 30 mil mujeres”, dijo.

Relató que por ocho días, permaneció en esa prisión, donde las autoridades trataron de que identificara a alumnos que presuntamente habían participado en el movimiento estudiantil. Se los presentaban solo con calzoncillos y con múltiples heridas en todo el cuerpo. De todos querían nombres, direcciones y datos familiares.

“Primero me detuvieron en una pieza grande donde estábamos 42 mujeres, luego me sacaron de ahí y me llevaron a otro cuarto. Ahí me tuvieron y me empezaron a llevar a los estudiantes bañados en sangre, lastimados, golpeados, para que yo dijera sus nombres. Yo nunca dije los nombres porque no los conocía, pero querían que yo dijera como se llamaban y dónde vivían, "yo no sé ni dónde viven ni cómo se llaman¨ así contestaba yo, dijo.

Además recordó que se las tuvo que ingeniar con dos pasadores para el cabello para saber qué era lo que pasaba en los patios del cuartel. Por una pequeña rendija que abrió en una ventana con los pasadores, vio como fusilaban a estudiantes y luego subían los cadáveres en camiones. Mientras todo esto ocurría, su familia no sabía si la señora Amada Velazco seguía con vida y a ella mandos militares le aseguraban que sería fusilada en pocos días.

“Ahí vi cómo estaban fusilando a los estudiantes, los que estaban llevando, los botaban en los camiones”.
“Me anduvieron buscando mis hermanos y llegaron al campo militar y ahí fue donde me encontraron, pero no los dejaron entrar, les dijeron 'sí, sí está aquí, pero no pueden pasar'”.

"Aquí la voy a ver, me dijo el general que me llevó los libros 'porque usted va a ser fusilada el 7 de octubre, así que antes de que la fusilen, póngase a leer'”, relata.

Tras pasar por varias cárceles, fue presa política en total por cuatro años y no fueron las instancias mexicanas quienes ayudaron a que fuera liberada. Entre otras cosas, recordó que entre los detenidos había elementos de seguridad mezclados que estaban pendientes de toda la información que les sirviera.

“No hicieron nada a favor nuestro, ahí estuvimos presos sin que hicieran ningún trámite a favor de nosotros. Salimos porque derechos humanos de Alemania nos adoptó y entonces vino el señor Harfuch a visitarnos a la cárcel de mujeres, visitó a los de Lecumberri y ellos fueron los que estuvieron trabajando”

A 53 años de la matanza en Tlatelolco, Amada Velasco Torres sigue con las mismas ganas de continuar la lucha por un mejor país, incluso de la mano del actual gobierno federal y en pro de que las nuevas generaciones de estudiantes sean apoyadas.

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