En los primeros cuatro meses de este 2020, el delito de Despojo de Cosas Inmuebles o de Aguas en Santiago se ha incrementado hasta en 37.5 por ciento, en comparación al mismo periodo del año pasado.
De acuerdo con las estadísticas proporcionadas por la Fiscalía General de Justicia del Estado, desde el 1 de enero hasta el 30 de abril del presente año en el municipio de Santiago se tienen 11 denuncias al respecto, mientras que en el mismo lapso del 2019 solo se presentaron 8, mientras que en el 2018 fueron 7 y en el 2017 se registraron 12.
Durante este año, en el mes de enero y febrero se contabilizaron 10 denuncias, presentándose cinco en cada mes, mientras que en marzo solo hubo una y en abril ninguna.
En números generales, en este municipio en el 2019 en total se tuvieron 28 denuncias, en el 2018 solo 26 y en el 2017 se registraron 29, año en donde se han presentado más esta problemática.
Este año está registrando un comportamiento similar al que se vivió en el 2017.
Desde el 2018 en el Código Penal del Estado, en los artículos 397 y 398 está figurado el Despojo de Inmuebles o Aguas como un delito, el cual es sancionado con una pena que va de los dos a siete años de prisión y el pago de una multa de cuarenta a cien cuotas.
En estas últimas semanas, MILENIO Monterrey ha dado a conocer múltiples casos de personas que han sido afectadas luego de que terceras personas se apoderaron de sus terrenos en Santiago.
Tal es el caso de la emblemática fábrica El Porvenir, donde desde hace cuatro años, un particular de manera irregular se apoderó de 1.5 hectáreas e instaló 20 pequeñas viviendas.
Asimismo se tiene el testimonio de Alejandro Erhard, titular de Remax, agencia inmobiliaria especializada en la carretera Nacional, quien perdió dos propiedades ubicadas en la zona de El Barrial, en Santiago, y denunció que existen bandas que están tras los terrenos intestados para hacer sus movimientos y apoderarse de éstos de manera ilegal apoyados por abogados y notarios.
Mientras que en el lado de El Barrial y El Cercado, otras familias han denunciado que la impunidad abunda.
Incluso algunos dueños legítimos de propiedades han acudido a sus tierras para limpiarlas e instalar bardas de concreto para así proteger su patrimonio, ante el temor de los posesionarios.