Hace dos años el covid-19 aterrizó en Nuevo León y de inmediato el sector salud tuvo que subirse al cuadrilátero contra un enemigo del que conocían poco, una batalla en la que perdieron a muchos compañeros, pero en la cual surgieron héroes.
Uno de ellos, Alejandro García Vargas, campeón en “el combate mundial más importante de todos los tiempos”.
Por ello, a finales del año pasado el especialista en Urgencias del IMSS en Nuevo León, coordinador de turno en la Clínica 67 y el hospital Santa Cecilia, recibió del Consejo Mundial de Boxeo, CMB (WBC, por sus siglas en inglés) un cinturón que lo acredita como “Héroe de México”.
“El cinturón de campeón del WBC es el reconocimiento más importante que se entrega en el mundo del boxeo, no solo representa triunfar en el combate, sino que reconoce el esfuerzo durante las largas jornadas de trabajo intenso, el dolor físico y el sacrificio de dejar de lado a los seres queridos para lograr el objetivo”, señaló el Consejo al lanzar la convocatoria en conjunto con la Fundación Scholas, fundada por el papa Francisco.
El premio se entregaría a una persona o institución por entidad federativa, por lo que solo existen 32 réplicas del cinturón original.
“Me dieron una carta muy bonita donde reconocen mi trabajo y el de mis compañeros, es como un trofeo, es un cinturón miniatura hecho por mexicanos. Los indios mazahuas lo hicieron.
“Hice lo que tenía que hacer nada más”, señaló el médico en entrevista con la plataforma MILENIO-Multimedios.
De los insultos a los aplausos
A sus 52 años de edad, rockero de corazón, el galeno recuerda que el inicio de la crisis no fue fácil debido al estigma hacia el personal médico. Con el tiempo, precisó Alejandro García, la cultura fue cambiando y pasaron del insulto al aplauso.
En la etapa más complicada, señaló, vio cómo familias completas perdían la batalla contra el virus.
Por el lado contrario, una de las historia felices que vivió en este par de años fue cuando uno de los pacientes salió adelante después de estar intubada más de 20 días, la cual, reconoció, “tenía todo para no salir y salió adelante con el tratamiento”.