Por: Edson Serván-Mori, Sergio Meneses-Navarro, Blanca E. Pelcastre-Villafuerte y Víctor Becerril-Montekio
Ilustración: David Peón, cortesía de Nexos
En su primer mensaje a la nación, el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se comprometió a dar atención prioritaria a los pueblos indígenas. “Es una ignominia”, dijo, “que nuestros pueblos originarios vivan desde hace siglos bajo la opresión y el racismo, con la pobreza y la marginación a cuestas”. Declaró, además, que todos los programas de su gobierno tendrían como población preferente a los pueblos indígenas. Sin embargo, esta intención no se ha materializado en el caso de la protección financiera en salud; por el contrario, el gasto catastrófico en salud en los hogares indígenas de México ha crecido. Dos estudios recientes liderados por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública dan cuenta de ello. El primero muestra que el porcentaje de hogares indígenas sin seguro de salud casi se triplicó en los primeros años de la actual administración, al pasar de 7 % en 2018 a 18.8 % en 2020, mientras que la afiliación al Seguro Popular o al Instituto de Salud para el Bienestar (SP/Insabi) disminuyó de 58.4 % a 47.3 % en ese mismo periodo. El segundo estudio muestra que entre 2008 y 2020 los GCS a nivel nacional se concentraron particularmente en los hogares indígenas.