Inmujeres busca diálogo para proteger y no criminalizar a trabajadoras sexuales

Solo cuatro de cada 10 personas que ejercen trabajo sexual tenían la seguridad de que el trabajo sexual no es ilegal.

Es necesario visibilizar la diferencia entre trata de personas y trabajo sexual.
Azucena Rangel
Ciudad de México /

En el marco del Día Internacional por el Fin de la Violencia contra las Trabajadoras Sexuales, el Instituto Nacional de las Mujeres refrendó el derecho de todas las mujeres a decidir sobre sus vidas y sus cuerpos. Además se sumaron al llamado internacional para que el Estado ponga fin a los crímenes de odio y violencia cometidos en contra de las trabajadoras sexuales.

También reiteraron su compromiso para promover, prevenir, proteger y respetar los derechos de todas sin distinción, así como el trato digno y una vida libre de violencia.

De acuerdo con la Segunda Encuesta Trabajo Sexual, Derechos y no Discriminación del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México, el 78.7 por ciento de las personas que ejercen trabajo sexual vivió violencia o discriminación por parte de policías; 69.2 por ciento de los clientes; 51.9 por ciento de transeúntes; 30.7 por ciento de jueces cívicos, y 28.3 por ciento de personal de hospitales.

“La criminalización o la ausencia de conocimiento del estatus legal del trabajo sexual en México agudiza las condiciones de vulnerabilidad de estas mujeres. No existen leyes federales que regulen el trabajo sexual en México, y las personas que ejercen el trabajo sexual se deben remitir a las legislaciones locales; solo cuatro de cada diez personas que ejercen trabajo sexual tenía la seguridad de que el trabajo sexual no es ilegal”, precisó el Inmujeres en un comunicado.

Debido a ello la institución puntualizó que para garantizar los derechos de las trabajadoras sexuales es necesario visibilizar la diferencia entre trata de personas y trabajo sexual.

“Las mujeres víctimas de trata y explotación sexual deberán ser apoyadas con la aplicación de leyes y protocolos establecidos contra este delito; y con las mujeres que han elegido libremente ejercer el trabajo sexual se debe reconocer y respetar su agencia y capacidad de decidir sobre sus vidas y cuerpos, así como garantizar que sus condiciones de trabajo sean seguras, libres de violencia, explotación y discriminación”, explicaron en el documento.

Por lo cual desde el Inmujeres reconocieron que es necesario abrir el diálogo para construir una agenda política de derechos y no criminalización, impulsar el reconocimiento del trabajo sexual en la legislación laboral, sin criminalización ni patologización, así como asegurar el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, capacitar a personal de seguridad y justicia en materia de derechos de las trabajadoras sexuales y establecer protocolos de atención en caso de violación a sus derechos. 


U.F.H

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