Carlos Puig – ¿Hasta dónde llegarán los gobernadores?
Frente a los recortes contemplados en el presupuesto del año que viene de gasto para las federaciones, los gobernadores de la Alianza Federalista hicieron ayer eventos en sus estados convocando a varios actores de sus estados para protestar, volver a llamar al diálogo con el gobierno federal y advertir que acudirán “a otras instancias”. Cambiaron la forma en sus reclamos al Ejecutivo y dieron la palabra a otros: presidentes municipales, legisladores, empresarios, académicos y científicos. Los discursos de ayer son una buena muestra de lo roto que estaba el pacto fiscal desde hace muchos años en México. Arreglarlo requeriría una mesa de diálogo a la que el presidente no parece dispuesto, o al menos no lo ha estado. Frente aun gobierno empeñado en centralizarlo todo habrá que ver hasta dónde están dispuestos a llegar los diez gobernadores que, ahí está el problema, siguen dependiendo del gobierno central para cubrir los faltantes en estos tiempos de crisis.
Elisa Alanís – ¿Vendetta o justicia?
La investigación de la Estafa Maestra documentó un modus operandi en el sexenio de Peña Nieto: participaron 11 dependencias federales y 8 universidades públicas. De 7 mil 670 millones de contratos ilegales, 3 mil 433 millones de pesos fueron desviados a empresas fantasma. Y mil millones fueron entregados como “comisiones” a las instituciones educativas, indica la primera publicación de Animal Político. Al frente de secretarías y dependencias estuvieron hombres que, incluso, continúan en puestos de gobierno. Si realmente se quiere combatir la impunidad se deben investigar a todos los involucrados en esta extensa red. De otra manera, sí, más que justicia, parece vendetta… *Aquí entre nos* “Ahogado el niño, a tapar el pozo”. El senador Joel Molina murió de Covid 19. Así como se negaron al diálogo, también negaron la gravedad de la pandemia. Ayer, Ricardo Monreal informó que a partir de este momento solo podrán ingresar al recinto quienes salgan negativo en el examen PCR.
Leopoldo Gómez – Pandemia y aprobación presidencial
Una pregunta se vuelve recurrente: ¿Por qué, aun en las difíciles condiciones derivadas de la pandemia, la aprobación presidencial no solo no ha caído, sino que muestra una tendencia al alza? Ayer, en el tracking de Consulta, el acuerdo con el presidente alcanzó 59%, su mayor nivel en lo que va del año y más de 10 puntos arriba de lo observado entre marzo y junio. Ciertamente, la gestión gubernamental no explica esto, pues en ese ámbito las opiniones más bien son negativas. Ante ello, el razonamiento típico es que la aprobación está anclada en la personalidad del presidente… Aunque todo eso debe tener un peso importante en las evaluaciones sobre el presidente, no creo que explique el alza que se ha registrado en los últimos tres meses. Me parece que en la ecuación hay que introducir la evolución de la pandemia.
Héctor Aguilar Camín – Votos, drogas y violencia
Nos llama la atención Jesús Silva-Herzog Márquez sobre la hipótesis central de un libro titulado como esta columna: Votos, drogas y violencia. La hipótesis es que la democracia, la pluralidad democrática, puede ser una de las causas estructurales de la espiral de violencia que ahoga al país. El libro fue escrito por Guillermo Trejo y Sandra Ley. Hemos oído poco sobre la democracia misma, la pluralidad de los gobiernos resultantes, como caldo de cultivo de la progresión de la violencia y del crimen. Lo que la democracia disolvió, nos dice Silva-Herzog es la “zona gris”, relativamente estable, donde el antiguo régimen convivía con el crimen. La competencia democrática fracturó ese acuerdo de varias maneras, introduciendo nuevos actores, nuevos gobiernos elegidos a nivel nacional, que no estaban en el pacto heredado de la zona gris, y nuevos gobiernos locales, que eran vistos como adversarios por el gobierno federal, que les daba, por eso, un trato faccioso en el uso de los instrumentos del Estado.
Joaquín López Dóriga – Presidente sin partido, partido sin dirigencia
Finalmente el INE, es decir, el Estado Mexicano a través de una de sus instituciones, logró lo que Morena como partido no pudo: elegirle un presidente, pendiente desde 2018. En el caos interno por los intereses, el presupuesto y las tribus, nunca pudieron resolver el relevo de su dirigencia. Siendo Morena lo que es, fueron necesarias tres encuestas del INE, el método propuesto por López Obrador, para llegar finalmente a Mario Delgado. La primera encuesta fue de reconocimiento de los aspirantes, lista a la que se apuntaron más de un centenar y que ganó ampliamente Porfirio Muñoz Ledo. Luego de esta pugna, quedaron tres, pero en la decisiva empataron éste y Delgado por lo que fueron a la vencida en la que salió primero el presidente de la JUCOPO de la Cámara de Diputados, lo que su veterano opositor desconoció. Lo que Mario Delgado tiene es un cargo, no un partido político, movimiento que recibe dividido, más aún con su arribo.
Carlos Marín – Efectos distintos de la misma causa
Respecto de Salvador Cienfuegos, es inimaginable que el divisionario Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, haga lo que otros integrantes del gabinete presidencial que, por innoble “lealtad a ciegas”, deshonran el servicio público y violan los derechos humanos. Con los logotipos oficiales de la Secretaría de Seguridad y fechada en Ciudad de México, a 25 de marzo de 2020, el saliente titular de la dependencia envió a los CC integrantes del Gabinete Legal y Ampliado una disposición digna de algún almanaque de la ignominia: “Me permito transmitir a ustedes la instrucción presidencial girada en el Gabinete de Seguridad en el sentido de suspender a las y los servidores públicos vinculados a Genaro García Luna que aún permanecen en el actual gobierno con tareas relevantes.” Consecuentemente, al menos 18 ex colaboradores de García Luna han sido echados a la calle, entre otros la cirujana Patricia Rosalinda Trujillo Mariel, fundadora de la División Científica de la Policía Federal en 2016, que había sido aprovechada por la 4T como coordinadora operativa de la Guardia Nacional.
Ricardo Monreal – Seguridad sanitaria en el Senado
Compañero del movimiento de Morena desde su fundación, el senador Molina era serio y puntual en sus planteamientos. Es una perversidad señalar que Joel y las y los compañeros senadores que han dado positivo a las pruebas PCR (Verónica Delgadillo, José Alberto Galarza y Guadalupe Saldaña) se contagiaron ese día, en aquella sesión. La incubación del virus tarda hasta 14 días una vez que se ha contraído, y entre la sesión y el deceso de Joel habrían transcurrido apenas cuatro días. Pero estos señalamientos son parte de la infodemia generada por estos días de dolor, tristeza y preocupación a causa del repunte mundial de los contagios ante la llegada del otoño y el invierno. La mejor de manera de honrar la memoria del senador Joel Molina es extremar las medidas de precaución en el Senado, para prevenir contagios y salvar vidas. El SARS-CoV-2 es un virus inhumano, sin palabra, que no ataca de la misma manera a quienes lo contraen.
Roberta Garza – La DEA en México
Luego del tremendo arresto del general Salvador Cienfuegos en Los Ángeles, el presidente pidió investigar el papel en México de la DEA… Las fundadas inquietudes del presidente necesitan traducirse del amlés al español: por un lado, la DEA no tiene por qué hacer autocrítica alguna del hecho de que en México se le permita operar sin restricción; esa penitencia le corresponde completita a las autoridades mexicanas… Sí, es cierto que la DEA opera en México, con total respaldo de Washington, de manera extralegal. También es cierto que la mayoría, sino es que todas las detenciones de nuestros grandes criminales, se han dado en distinto grado gracias a su intervención, y que la corrupción, ineptitud y descomposición institucional en México hacen imposible la rendición de cuentas de los cárteles por medios propios. Pese a los desplantes de López Obrador, no hay cómo ni quién se aviente a deshacer ese nudo gordiano.
Roberto Blancarte – Lo que dice el papa
Así es la comunicación. Uno dice una cosa, de manera muy precisa, y algunos entienden otra cosa; lo que quieren oír, lo que les gustaría que hubiera dicho, o lo que pueden entender a partir de las estructuras culturales y mentales con las que se cuentan. Nos pasa a todos y le acaba de pasar al Papa Francisco, una vez más. Al grado que uno comienza a pensar que quizás la ambigüedad es intencional. En suma, el Papa está de acuerdo en las uniones civiles de los homosexuales, pero se opone a que se les catalogue como matrimonio… Ahora bien, una paradoja es que el Papa acaba de publicar una interesante encíclica, en términos de su análisis sobre la situación mundial y la necesidad de construir lazos fraternos y solidarios entre toda la humanidad. Pero su publicación no ha tenido, ni por asomo, una repercusión similar.
Arturo Zaldívar – El futuro que anhelamos
Decir que el futuro está en manos de los jóvenes es, desde luego, un lugar común. Pero en el contexto de las tribulaciones por las que hoy atraviesan nuestras sociedades, es una afirmación que debemos tomarnos en serio. Enfrentamos una de las crisis más abrumadoras de la historia reciente. Un futuro con sensibilidad social y generosidad. Un futuro con responsabilidad cívica y comunitaria. Un futuro con ciudadanas y ciudadanos con iniciativa, capaces de dialogar otra vez y dispuestos a alcanzar consensos; a imaginar soluciones creativas y a hacerlas realidad. Los esfuerzos deben centrarse en que las nuevas generaciones no olviden que el respeto por la dignidad humana es la base de un orden social civilizado, lo que pasa por formar a nuestros jóvenes en un paradigma de los derechos. El paradigma de los derechos es una forma de entender la realidad social y nuestro papel en ella, que pone en el centro de las decisiones un compromiso muy serio con los derechos humanos.
Gil Gamés – Los cuatro amigos
Gil está de plácemes, rebosante de alegría. El presidente Liópez Obrador reveló allá por el mes de agosto que Antonio Helguera, Rafael Barajas El Fisgón, José Hernández y el periodista Pedro Miguel son sus amigos “inteligentes y críticos” con quienes pasa una tarde de sábado. En una jugosa entrevista de Jacobo García que leyó Gamés en su periódico El País, los cuatro amigos charlan, chacotean, recuerdan con cariño a su amigo de Palacio. Gilga no ha resistido la tentación de traer a esta página del fondo algunas tabletas de esa plática histórica. El Fisgón se ganó el trofeo de la alegre tarde en un patio de Coyoacán: “Con Andrés me pasa con mucha frecuencia que no estoy de acuerdo con cosas que dice. Pero ahora mi reflejo es preguntarme: ‘¿qué es lo que no estoy entendiendo?’ Y sí, me doy cuenta de que con mucha frecuencia a la larga él tiene razón, y esto lo ves a la larga”. ¿Sin albur, Fis? Que tan a la larga: ¿cincuenta, cien años?
Román Revueltas – Ganancias privadas, pérdidas públicas (II)
Hay que decirlo y repetirlo: al Estado no le toca hacer negocios. Bastante tiene con la tarea de administrar los dineros que les sonsaca, justamente, a los ciudadanos productivos, o sea, a los que… hacen negocios. Hay que seguir machacando igualmente con la perogrullada de que ese mentado Estado tampoco tiene recursos propios sino que los caudales que logra atesorar los obtuvo primeramente de esos mismos individuos emprendedores a los cuales doña Hacienda les exige perentoriamente el puntual pago de impuestos. La perniciosa ficción izquierdista, sin embargo, propone un Estado metido a empresario que, por querer inmiscuirse en todo, va derribando progresivamente las estructuras productivas de una nación hasta, en efecto, monopolizar la actividad económica. El tema no es el bienestar del pueblo, miren ustedes, sino el ejercicio del poder.
Juan Pablo Toro V. Director ejecutivo de AthenaLab – Chile, el futuro no está escrito… todavía
Así como en octubre de 2019 Chile fue sacudido por una revuelta social de inusitada violencia, un año después hemos sido sorprendidos por el resultado de un plebiscito sobre una nueva Constitución. Mientras el apruebo obtuvo 78,2% de los votos, el rechazo logró 21,7%, una brecha más amplia que cualquiera reflejada en las encuestas previas. El dilema ahora es dilucidar el tipo de cambio que quiere la sociedad chilena y quiénes serán los encargados de materializarlo, en medio de los otros problemas que enfrentamos, como una pandemia que aún no acaba y una economía que necesita volver a la crecer, por nombrar algunos. El 79% optó por una convención constituyente y no la opción mixta, que incluía a parlamentarios, que se supone tienen cierta experiencia en el proceso legislativo. Quienes se presenten a constituyentes en las elecciones de abril de 2021 tendrán que lidiar con las enormes expectativas puestas en una nueva carta fundamental, que debe incluir derechos y deberes y dar forma a los poderes del Estado, con sus competencias y limitaciones.