Merck, firma alemana farmacéutica y de biotecnología, espera que 40 por ciento de su producción en México de medicamento para la tiroides se envíe a Estados Unidos gracias a la relocalización de plantas productivas, también conocida como nearshoring.
En entrevista con MILENIO, Cristian Hausmann, director general de la compañía en México, resaltó que han invertido mucho en el país con la intención de que en el futuro Estados Unidos genere la expansión de la capacidad de su planta en Naucalpan, Estado de México.
Hausmann resaltó que hasta este año, la empresa ha invertido 30 millones de euros en su planta en México, principalmente en innovación, para adaptarse a las necesidades de la población mexicana y estadunidense.
“La expansión acaba de terminar hace muy poquitos meses, estamos terminando esa validación con Estados Unidos para exportar, entonces esperamos llegar en algunos meses, solo hacen falta partes documentales con la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EU), pero estamos listos”, afirmó.
- Te recomendamos Nearshoring es el tema principal de la agenda en México, asegura la iniciativa privada Negocios
El directivo añadió que aun cuando su meta principal es llegar a Estados Unidos, la fábrica en México también cuenta con la capacidad para abastecer el mercado local, pues ya se exportan a más de 45 naciones algunos medicamentos y además esperan impulsar más líneas de tratamiento en el país en los próximos años para diferentes tipos de cáncer.
Aunque el nearshoring es un fenómeno del que también se beneficiarán otras empresas del ramo de la tecnología, Hausmann indicó que para ellos no representa un reto, pues confían en sus fármacos, pero sí significa más ayuda para los padecimientos del país.
Usan inteligencia artificial
Desde su casa matriz en Alemania, Merck impulsa con cerca de 2 mil 500 millones de euros anuales la integración de la inteligencia artificial (IA) en la producción de medicamentos, lo que significa casi 11 por ciento de sus ganancias globales en la innovación y desarrollo.
La idea es que los farmacos tengan un desarrollo más rápido, pues para la creación de las moléculas iniciales se necesitan mínimo 12 años, así como 2 mil 600 millones de dólares de inversión.
“Hoy muchas de las áreas de IA intentan acordar esos tiempos y tal vez en un futuro bajar esos costos, lo que tendrá efectos positivos”, afirmó Hausmann.