¿Qué es el populismo y por qué algunos lo ven como amenaza a la democracia?

Los populistas no únicamente son de izquierda, también los hay de derecha; en la actualidad la academia estudia el término, aunque muchos lo usan como etiqueta, sus causas van más allá de eso.

El populismo se puede encontrar en líderes de izquierda o derecha, pues no es exclusivo de alguna corriente política.
Ciudad de México /

Tras la elección presidencial en Estados Unidos un término estuvo presente en el vocabulario de políticos, líderes de opinión y ciudadanos. La palabra no es nueva, lleva siglos presente en la historia, pero en momentos, como el actual, recobra vigencia: populismo.

Los populistas no solo son de izquierda, también los hay de derecha y sus inicios se ubican en Rusia y en la actualidad la academia está estudiando el término. 

¿Qué es el populismo?

Jean François Prud'homme, investigador de El Colegio de México, define al populismo como: “una manera de hacer política donde se plantea una relación directa entre el líder y el pueblo, en la que frecuentemente el tipo de movilización significa la inclusión en la vida política de sectores de la población que habían sido marginados y frecuentemente esa relación entre el líder y bases, el líder define quién es el pueblo y en un discurso antagónico define quiénes son los enemigos de ese pueblo”.

El investigador añade que en esta definición podría considerar a dos tipos de enemigos de ese líder: “puede ser una potencia extranjera: cuando se habla de imperialismo; o pueden ser los miembros de una elite nacional política o una elite económica o las dos cosas a la vez”.

“Difícilmente se puede decir que el señor Donald Trump, por ejemplo, no es miembro de una cierta élite económica en Estados Unidos, difícilmente se puede decir que no es parte del sistema, sin embargo, en el momento de dirigirse a sus bases se presenta a sí mismo como alguien que es antisistema, que lucha contra los políticos corruptos de Washington, de esos políticos que están alejados de las necesidades del pueblo.


“Su discurso es frecuentemente donde hay conspiraciones en su contra, como lo podemos ver en estos días y donde pretende interpretar directamente las necesidades e intereses de ese pueblo”, explicó.

Prud'homme detalló que en el siglo XIX comenzó a hablarse sobre el populismo con ciertos movimientos de campesinos en Rusia al igual que de un partido populista en Estados Unidos: “era un partido que defiende los intereses de los pequeños granjeros en contra del capital bancario y financiero”.

“En la ciencia política cada 20 años hay debates teóricos justamente en torno a la definición de populismo”.

En el caso de América Latina, con Juan Domingo Perón, en Argentina, y en Brasil con, Getúlio Vargas, se volvió a hablar de populismo.

¿El cardenismo fue populista?

Prud'homme explica que algunos califican al cardenismo como populista porque “el tipo peculiar de corporativismo que se instauró en México donde la creación del Partido de la Revolución Mexicana para algunos era un tipo específico de régimen populista de incluir a las masas a la vida política nacional: la CNC, la CTM”.

En todas las democracias hay una cierta dosis de populismo

El investigador de El Colegio de México ve cierta relación entre la democracia representativa y el populismo, pues ambos se basan en la soberanía popular por lo que en todas las democracias hay cierta dosis de populismo. El problema, advierte, es cuando se busca reducir derechos como la libertad de expresión.

“En el fondo hay muchos elementos en común porque la democracia representativa se basa en la soberanía popular de la misma manera que el populismo también, los líderes hablan a nombre del pueblo y en ambos casos, la democracia representativa más electoral, hay necesidad de movilización permanente de ese pueblo o de la opinión pública buscando legitimarse, en ese sentido, hay en todas las democracias una cierta dosis de populismo: cuando compiten líderes políticos por jefes de partidos o candidatos de los partidos o el poder hay una dimensión que tiene que ver con una especie de relación empática del electorado y el candidato donde se busca establecer una relación directa.


El problema es cuando el populismo en el poder empieza a tomar decisiones que terminan afectando los pilares de la democracia representativa. Cuando de repente se busca atenuar o colonizar toda la dinámica de pesos y contrapesos entre el poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial; cuando se empieza a limitar la libertad de expresión; cuando se empieza a manipular las condiciones de competencia electoral”.

El investigador coincide que mientras el populismo no atente contra instituciones o derechos no significa un peligro o amenaza para la democracia.

“Mientras que el populista esté contenido en los límites de la democracia representativa, tanto de instituciones como de derechos ciudadanos, podemos incluso decir que es positivo si implica la ampliación de los derechos ciudadano o la incorporación de grupos que estaban previamente excluidos de la vida política”.

¿Populistas de izquierda y derecha?

El populismo no solo se encuentra en una corriente política o ideología, se puede encontrar líderes populistas tanto de izquierda o derecha. Prud'homme explica las características de ambos para poder diferenciarlos:

Derecha: “frecuentemente los populistas de derecha tienen a movilizar valores que se oponen al carácter multicultural de la sociedad, pueden tener un discurso anti inmigrantes como en el caso de Donald Trump, y pueden, desde luego, con sus políticas tratar de reducir el campo de intervención del Estado, pueden tratar de limitar los derechos a la libertad de expresión”.

Como ejemplo de líderes populistas de derecha se podría incluir a Donald Trump, presidente de Estados Unidos; Viktor Orbán, primer ministro de Hungría; o Jair Bolsonaro, mandatario de Brasil.

Izquierda: “busca tener políticas económicas más distributivas, trata de incluir a sectores de la población en la esfera pública, trata de otorgar ciertos derechos a esos grupos”.

Como ejemplo de líderes de izquierda populista, el académico mencionó a Hugo Chávez y Nicolás Maduro, de Venezuela, o Evo Morales, de Bolivia. 

Prud'homme advierte que este término se utiliza como calificativo despectivo pero que debe ir más allá de eso y analizar lo que expresan esos movimientos: “son expresiones de problemas que tienen la democracia representativa que no logra solucionar”.

¿AMLO es populista?

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha mencionado, como opositor y mandatario, que si "ayudar a los pobres, apoyar a los adultos mayores, apoyar a los jóvenes es ser populista que me apunten en la lista".  

¿Con lo explicado por Jean François Prud'homme podemos calificar a López Obrador como populista? Él mismo lo responde: 

"Por lo menos en su manera de comunicar con sus bases políticas, con esa idea de relación directa con el pueblo, con su manera de definir al pueblo y definir al pueblo en oposición: los conservadores, los fifís, los corruptos... podemos decir que en su discurso tiene un estilo político que  se acerca mucho al estilo de los populistas".

"Más allá de eso, es un político que funciona dentro del marco institucional de las instituciones de la democracia representativa", explicó.  

jlmr    

  • José Luis Medina
  • jose.medina@milenio.com
  • Editor web de política. Egresado de la carrera de Comunicación y Periodismo en FES Aragón y estudiante de Derecho y Criminología en el IRC.

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