La Comisión de Educación de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad una reforma a la Ley General de Educación para facilitar a niñas y adolescentes el acceso gratuito a productos de higiene menstrual en escuelas públicas de nivel básico y medio superior.
El dictamen fue turnado a la Mesa Directiva en el Palacio de San Lázaro, con la expectativa de discutirlo y votarlo en el pleno durante los últimos días del actual periodo de sesiones.
A propuesta de las diputadas Martha Tagle, Laura Rojas, Lorena Villavicencio, Wendy Briceño y Verónica Juárez, entre otras, la reforma adiciona a las atribuciones de las autoridades educativas federales y estatales la de promover, en coordinación con las autoridades sanitarias correspondientes, la salud y gestión menstrual.
Esto, a través de diversas acciones, como la de facilitar en los planteles educativos públicos de nivel básico y medio superior el acceso gratuito a productos tales como toallas sanitarias, tampones y copas menstruales, para las personas que así lo requieran.
“La presente iniciativa busca sentar elementos básicos para que en forma gradual, avancemos hacia una verdadera política pública que garantice a niñas, adolescentes y mujeres el acceso a la posibilidad de vivir una menstruación de forma higiénica, íntima, cómoda, segura y digna”, puntualizó Tagle.
La presidenta de la Comisión de Educación, Adela Piña, subrayó que la promoción de la salud y la gestión menstrual desde el ámbito escolar es fundamental para alcanzar la igualdad de género, pues la menstruación no puede ser obstáculo para el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres.
La legisladora priista Cynthia López Castro calificó de histórica la reforma a la Ley General de Educación como un gran paso hacia la consolidación de la igualdad de género.
De acuerdo con el dictamen, 36 por ciento de la población mexicana no tenía hasta 2018 abasto diario de agua; 33 por ciento vivía sin excusado con descarga directa de agua y casi 10 por ciento no contaba con sanitario o no era de uso exclusivo, lo cual, según la Unicef, puede obstaculizar que las mujeres tengan una correcta y buena higiene menstrual, con los riesgos que ello implica para la salud física.
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