A unos días de que México regrese a la mesa de negociación con Estados Unidos, legisladores reiteraron al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, la negativa del congreso para que el país se convierta tercer país seguro.
Luego de la reunión del canciller con legisladores de todos los partidos, el senador Eduardo Ramírez aseguró que sin importar las presiones que Estados Unidos pueda ejercer para que México vaya hacia ese camino, la respuesta es y seguirá siendo un rotundo no.
Este domingo el canciller sostendrá un encuentro con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en el marco de los 45 días que se establecieron para revisar las medidas migratorias que México impulsaría ante los crecientes flujos migratorios que cruzan por nuestro país a cambio de evitar una imposición arancelaria.
Eduardo Ramírez reconoció que desde el congreso existe una fuerte preocupación de convertir a México en tercer país seguro y aseveró que el canciller les informó que las recientes restricciones que adoptó el país del norte en materia de asilo son medidas unilaterales y que en ningún momento formaron parte de un acuerdo bilateral.
“No hablamos de un plan B, le dejamos muy clara nuestra postura de ser un tercer país seguro y esperamos que la delegación mexicana cumpla con su encomienda. Ellos pueden presionar y nosotros siempre estaremos en la disposición de decirles que no”, sentenció.
El senador de Morena señaló que durante el encuentro el canciller explicó que la pretensión de Estados Unidos se fundamenta en que actualmente Canadá ya funge como tercer país seguro; sin embargo, reconoció que las condiciones económicas, políticas y sociales no son las mismas y entrar en este esquema sería en detrimento de los propios mexicanos.
Ante este panorama, confió en que los resultados de la reunión con el secretario Pompeo tenga buenos resultados, al considerar que se ha presentado una reducción significativa en los flujos de migrantes y “esperamos que esto sea suficiente”.
AE