Vacuna anticovid del Instituto Gould-Stephano iniciará etapa clínica en abril

Dicho proyecto ya cuenta con un Banco Celular Maestro, es decir, que ya cuenta con el soporte para realizar una transferencia tecnológica farmacéutica que quiere implementar la producción en México.

¿Por qué farmacéuticas eligieron a México para probar vacuna covid-19?
Armando Martínez
Ciudad de México /

Dos de los cinco proyectos que tiene México de vacuna para combatir el covid-19 están cerca de iniciar la etapa clínica, o sea las pruebas en seres humanos.

Por un lado está la vacuna del Instituto Gould-Stephano, que iniciaría sus pruebas en abril.

“En abril, con la autorización de Cofepris, iniciaríamos con la Fase 1 en humanos,” resaltó el doctor José Manuel Aguilar en entrevista para MILENIO.

La Iniciativa Jonas Salk del Instituto Gould-Stephano, que integra a investigadores del Tec de Monterrey, la Universidad de Baja California, y el Instituto Politécnico Nacional, es liderada por José Manuel Aguilar. y rpoponen una vacuna de ADN a partir de la proteína Spike del virus SARS-CoV-2.

El modelo de vacuna que proponen lo denominan “npJS19”, es una vacuna de ADN, el científico detalló que es parte de estas vacunas de “nueva generación” y que hasta la fecha ya ha pasado por 14 estudios clínicos tanto en Estados Unidos como en Europa.

Dicho proyecto ya cuenta con un Banco Celular Maestro, es decir, que ya cuenta con el soporte para realizar una transferencia tecnológica farmacéutica que quiere implementar la producción en México.

“Para iniciar las pruebas en humanos ya tenemos un trato con Cytovance, que es una compañía estadunidense que puede fabricar la cantidad de productos que se requiere,” puntualizó.

Sin embargo, el consorcio es grande, en palabras del propio Manuel Aguilar, ya que concentra, instituciones académicas, farmacéuticas “hacen posible el desarrollo técnico muy ambicioso,” señaló.

“Es el trabajo de muchas personas, que a pesar de no tener los recursos, se ha dado gracias a la buena intención de muchas personas que conforman este equipo de trabajo”

El equipo científico que se encuentra tras este proyecto de vacuna se encuentran el doctor José Manuel Aguilar por el Tec de Monterrey, Julio V. Suárez y el Alejandro Carballo Amador por la Universidad Autónoma de Baja California, la doctora Mayra Pérez Tapia por el IPN, así como el doctor José Luis Stephano Hornedo, por el cual acuña el nombre el instituto.

El estudio preclínico de la vacuna se realiza en la Unidad de Desarrollo e Investigación en Bioprocesos (UDIBI) del IPN y está a cargo de al menos 36 especialistas.

En ese sentido, ese proceso se realiza para medir la inmunogenicidad, consiste en dos dosis de la vacuna, como la mayoría que se han desarrollado mundialmente; asimismo, se hace para ver que no exista citotoxicidad, es decir, que no exista algún daño celular, todo el protocolo ha sido realizado en conjunto con la Cofepris.

Y en este punto, se ha llegado a la conclusión de que la vacuna es inmunogénica, de igual manera este prototipo de vacuna no tendría problemas de temperatura, porque puede mantenerse hasta 12 meses a temperatura ambiente y se administra intramuscularmente a través de una inyección.

“Casi el 80 por ciento de animales a los que les aplicamos una cantidad mínima, mostraron anticuerpos, esta es una muy buena señal,” aseguró.

No obstante, el Instituto aún requiere aproximadamente un millón 500 mil dólares para el financiamiento del estudio clínico.

A pesar de que el Instituto ha contado con el apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a través de su programa de financiamiento AMEXCID, así como el de donativos ciudadanos y el de la Fundación Rosario Campos de Fernández e incluso parte del equipo de estudio ha financiado el proyecto.

En cuento al equipo técnico lo conforman el doctor Gibran Horemheb Rubio por parte de Spark México, la doctora Yvonne Flores por el IMSS y el doctor Jorge Salmerón Castro por la UNAM.

Vacuna de la UAQ 

Por otro lado, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) desarrolla una vacuna para combatir el covid-19 y el proyecto lo lidera el doctor Rafael Mosqueda.

Dicha vacuna está basada en la generación de proteínas quiméricas, a partir de la proteína S de la superficie del virus.

Rafael Mosqueda afirmó que los porcentajes de éxito en vacunas para que continúen su etapa clínica son muy bajos, por lo cual se requieren varias opciones para tenerlas contempladas.

“Hemos decidido contribuir con una propuesta aquí en la Universidad Autónoma de Querétaro,” aseveró en entrevista para MILENIO.

La vacuna ha sido evaluada en cabras y ovejas a diferencia de los proyectos de vacuna del Cinvestav y de la UNAM que realizan sus pruebas en cerdos.

Las pruebas preclínicas fueron realizadas con distintas concentraciones de la proteína que está hecha para observar cuál era la adecuada y aplicaban dos dosis como la mayoría de vacunas a nivel mundial.

“Lo que les puedo mostrar ahora es que en realidad los animales generaron anticuerpos en muy altos títulos, los grupos que se vacunaron con mayores dosis, generaron más anticuerpos, que seguramente son los que pasarán a la siguiente etapa,” detalló.

Han financiado el proyecto gracias a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a través de su programa de financiamiento AMEXCID y cuentan con colaboraciones del Cinvestav, de la UNAM y de la Universidad Autónoma de Michoacán.

Asimismo, la UAQ implementó un sistema para donaciones, incluso artistas han realizado obras, de los cuales el recurso será destinado para la vacuna, otra empresa les donó un bioreactor para la investigación con un valor de 700 mil pesos.

“Eso nos ha permitido estar hasta donde estamos, esperemos poder regresar un poco de lo que se nos ha dado”, afirmó.

Sin embargo, el doctor Juan Mosqueda sostiene que, el problema radica en que para la siguiente fase de estudio y prueba en humanos, se requiere de laboratorios nivel tres y de los cuales existen pocos en el país.

ledz

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