En el transcurso de este mes, la Unidad de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Fauna Silvestre, Endémica y Exótica de Pachuca, liberará en la región de la Huasteca a una hembra tigrillo a la cual nombraron Zintla; esto una vez que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)determine la fecha y el lugar.
A mediados de octubre de 2022 la Profepa se comunicó con la Unidad para informarle que en la comunidad de Ecuatzintla, municipio de Huejutla de Reyes, se encontró un tigrillo fuera de su hábitat por lo que fue trasladado a Pachuca para su resguardo y atención en la Unidad.
“La gente va caminando por el monte y se encuentran a los animales y se los llevan porque piensan que están solos o abandonados, que fue el caso de este tigrillo, lo encontraron, lo sacaron de su hábitat porque pensaron que estaba abandonado y se lo comunican a la Dirección de Ecología de Huejutla y es como Profepa nos avisa si podemos apoyar en el resguardo y atención de este ejemplar”, sostuvo Daniel Monroy Lazcano, director de la Unidad de Rescate, Rehabilitación y Reubicación de Fauna Silvestre, Endémica y Exótica.
Mencionó que una vez que en resguardo se determinó que era un tigrillo, hembra, uno de los seis felinos que hay en México y en el estado de Hidalgo y que es una especie en peligro de extinción de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Unidad de Rescate de Fauna Silvestre en Pachuca
La Unidad tiene como misión rehabilitar física y conductualmente a los ejemplares de fauna silvestre que le sean depositados temporalmente y promover su liberación o reubicación a espacios más adecuados, todo ellos priorizando la conservación de la fauna endémica de México.
-¿Por qué enviaron a la Unidad a la hembra tigrillo, estaba en mal estado?-, se le pregunta a Daniel Monroy.
-La sacaron de su medio natural y estaba bajo resguardo de una persona, nosotros tenemos los permisos de la Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat para el manejo y el cuidado de vida silvestre y especialmente de este tipo de felino.
¿Qué es un tigrillo?
De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, el tigrillo -leopardus wiedii- es una especie en peligro de extinción, es el más pequeño de los felinos mexicanos, no pasa de los 3.5 kilogramos de peso y 60 centímetros de longitud.
Es ágil, un gran saltador, precisa la Semarnat, y posee una excelente visión nocturna. Se alimenta de pequeños mamíferos, aves, reptiles, anfibios e incluso insectos. Esta especie se caracteriza por dar a luz a una sola cría y es considerado un animal solitario.
“No es que el tigrillo haya llegado en malas condiciones a la Unidad porque tal cual lo encontraron pasaron unos cuantos días y llegó con nosotros, llegó con un poco de mala dieta porque le dieron leche, una leche de tienda cuando estos animalitos necesitan una fórmula muy específica, pero de ahí en fuera no llegó con signos de desnutrición, llegó con un poquito de ectoparásitos, algunas garrapatas, algunas pulgas, lo cual es normal, pero en general su estado de salud llegó bien, se le atendió inmediatamente”, refirió Monroy Lazcano.
Así fue la rehabilitación de Zintla
Mencionó que en un inicio se le brindó hidratación al tigrillo, alimentación con la fórmula específica que requería y estuvo bajo los cuidados especiales del personal de la Unidad.
-¿En qué consistió la atención en todo este tiempo que estuvo en resguardo?
-Primero, de acuerdo al protocolo, como se trataba de un cachorro, era estabilizar al animal, obviamente darle una dieta específica para la edad que consistió en una fórmula específica para felinos, una desparasitación, la suministración de vitaminas y desde el día uno se tuvo el mínimo contacto humano con el objetivo de que el animal no se acostumbrara a nosotros para reintegrarla a su hábitat, en una segunda etapa se pasó a un biosimulador que es lugar donde ha estado los últimos meses.
-¿Qué es el biosimulador?
-Es un lugar que cumple con las características muy similares al hábitat de donde viene y a dónde se va a liberar, en el biosimulador estuvo totalmente aislada de nosotros, la alimentación se la dábamos sin que nos viera, le dábamos presas vivas para que desarrollara sus habilidades para cazar.
Indicó que el tigrillo llegó de un mes de edad a la Unidad y que en pláticas con Centros de Rehabilitación del país recomendaron liberarlo a los diez meses de edad, periodo que ya transcurrió por lo que se solicitó a la Profepa su liberación y están a la espera de que la instancia federal fije la fecha.
Daniel Monroy añadió que estos diez meses se fomentaron las conductas naturales del tigrillo y se está en la etapa final para liberarla en el sitio que determine la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en la región de la Huasteca.