Aunque actualmente la acción de ver películas se asocia con plataformas de streaming como Netflix y Amazon, además de las salas cinematográficas, que han vuelto a implementar modalidades de décadas pasadas, como los autocinemas, hace años esta actividad iba muy de la mano con diversos formatos físicos.
El DVD es uno de los más populares, pues sigue siendo muy usado por los cinéfilos que quieren conservar sus producciones favoritas en sus repisas. Aunque el VHS, un casete rectangular que alojaba el contenido audiovisual en una cinta, también vivió su época de esplendor desde finales de los años 70 hasta principios de los años 90.
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Pero entre este par de formatos surgió uno que en su momento causó mucha conmoción, pues resultó el primer sistema de almacenamiento en disco óptico que se comercializó: el Laserdisc.
Esta tecnología, que se pusó a disposición de los espectadores en 1978 con el lanzamiento de la película Tiburón, fue desarrollada por las compañías MCA y Philips, y consistió en un disco plateado de 30 centímetros de diámetro hecho a partir de la unión de dos discos de aluminio.
"Podían estar grabados en tres formatos: CAV (Velocidad angular constante), también llamados de reproducción estándar, podían almacenar hasta 30 minutos de video en cada cara o, lo que es lo mismo, 54000 imágenes. CLV (Velocidad lineal constante), también llamados de reproducción extendida, podían almacenar hasta 60 minutos de vídeo en cada cara. Incluían, además, avance hacia delante y hacia atrás, y pausa. Y CAA (Aceleración angular constante), similar a CLV pero reduce la velocidad lineal por pasos en vez de gradualmente", señala Studio 22, una compañía española especializada en alta fidelidad y cine en casa.
Cazafantasmas (1984), Terminator (1984,) Duro de matar (1988), El rey de Nueva York (1990), Parque Jurásico (1993) y Adiós a Las Vegas (1995) fueron algunos clásicos del séptimo arte que encontraron distribución en este formato, que, debido a sus costos (tanto de los discos como de los aparatos de reproducción), no tuvo mucho éxito en Estados Unidos, aunque en varios países asiáticos, donde se comercializó con precios más bajos, sí generó buenas ventas.
Su olvido dentro del panorama tecnológico fue causado por el auge del DVD, que comenzó a finales de los 90, y posteriormente por el surgimiento de diversas las plataformas de contenido digital. Aunque aún hay varios sitios donde se venden películas en Laserdisc que son consumidas principalmente por coleccionistas.
yhc