La empresa productora de videojuegos Epic Games pagará 520 millones de dólares tras un acuerdo con la Agencia estadounidense de Protección de los Consumidores (FTC), que le acusó de no proteger suficientemente a los jugadores menores de su juego estrella, Fortnite.
Según un comunicado publicado el lunes, 275 millones de dólares del total corresponden a daños por recolección de datos relativos a jugadores menores de edad y su exposición a adultos.
El resto, 245 millones, concierne a compras realizadas durante el juego por menores de edad que no eran conscientes de estar realizando un pago.
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Fornite enfrenta señalamientos de dependencia adictiva
La empresa también enfrenta un proceso en Quebec, Canadá, por u una demanda colectiva en la que padres de familia acusan de crear dependencia entre sus menores de edad en ese país.
Tres padres reprochan a Fortnite una dependencia equivalente a la que "puede crear la heroína o la cocaína", citando síntomas "físicos y psicológicos" tales como "migrañas", "dolores de espalda", así como "problemas sociales importantes".
Según la sentencia de los tres menores citados, uno de ellos habría recibido un diagnóstico de ciberdependencia, mientras que otro, en ese momento con 13 años de edad, habría jugado 7.781 partidas en dos años, "al menos tres horas por día", a veces hasta muy entrada la noche.
Los denunciantes también aducen que el juego de disparos y supervivencia "fomentaría gastos excesivos".
Si bien el juego es descargable de forma gratuita, los usuarios pueden comprar "V-Bucks", una moneda virtual para aprovisionarse de accesorios como vestuarios durante el juego.
Uno de los menores citado en la acción colectiva habría gastado más de 6.000 dólares canadienses (cerca de 85 mil pesos mexicanos) y "habría ido tan lejos como para decir que fue víctima de un fraude", dijo a la AFP Jean-Philippe Caron, uno de los dos abogados que presentaron la denuncia.
El abogado se declaró "satisfecho" y "confiado" al considerar las "evidencias concluyentes" que apoyan los diferentes casos a su cargo.
Los tres padres y sus abogados reclaman por "daños morales y materiales, así como la restitución de prestaciones", en especial la devolución de todas las compras de los menores.
Por su parte, los representante de Epic Games alegan que la prueba es "insuficiente", mencionando la ausencia de un "informe experto", del "archivo médico que da un diagnóstico de 'dependencia'" y de un estudio sobre "los efectos indeseables de un videojuego".
La casa creadora de videojuegos tendrá que defenderse ante tribunales de Quebec de haber desarrollado y comercializado un producto "peligroso y nocivo", de haber omitido divulgar los riesgos y de haber dañado a menores con su sistema de moneda personalizado.
En abril, Epic Games ya había concluido un acuerdo de 26,5 millones de dólares estadounidenses en Carolina del Norte (EEUU) relacionado con las compras de moneda virtual por parte de menores.
evt