Varias instituciones culturales unieron esfuerzos con editoriales para ofrecer un programa virtual, como el que inauguró ayer Cultura UNAM.

Al contrario de la música y el homevideo, el del libro es un mercado que se ha digitalizado en menor medida, pues se sigue buscando el ejemplar físico.

La industria editorial registraba un año positivo, pero por la contingencia su comercialización cayó 11%, según con la compañía Nielsen BookScan.

La LibreRío de La Plata pone a disposición la propuesta mientras dure la contingencia por la covid-19. Se han aliado editoriales de diversos países.

La editorial catalana se dio a la tarea de generar un boletín que sirva para filtrar datos con medidas relevantes del gobierno federal y los estatales frente a covid-19.

Frente a lo que plantean como “la destrucción de un sector clave de la economía”, los impresores, editores y libreros del país piden medidas de protección.

La editorial española se unió a a la iniciativa #YoMeQuedoEnCasaLeyendo, donde ofrecerá títulos de autores como Mariana Enriquez, JuanPablo Villalobos, Marta Sanz, Gonzalo Torné y Alejandro Zambra.

La Sociedad General de Escritores de México incrementó 120 por ciento la renta del local.

Esta herramienta tecnológica permite “trabajar una buena obra con el autor y darla a conocer a través de las redes sociales y otros canales”, dice Juan José Giovannini, director de la empresa.

El director ejecutivo Jim Mullen dijo que quiere aumentar el número de lectores registrados a 7 millones en los próximos tres años.