La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que el Día Internacional de los Pueblos Indígenas se celebrara el 9 de agosto.

En Yucatán viven más de 539 mil hablantes de maya y sus variantes, y son una de las poblaciones más afectadas por el virus debido a que el 21 por ciento de los casos se registran en esta entidad.

Ante el incremento de la violencia contra mujeres, en plena pandemia y con medidas de austeridad anunciadas por la 4T, las Casas de las Mujeres Indígenas trabajan a contracorriente para no dejar solas a quienes piden ayuda.

Ante los ajustes presidenciales de austeridad para enfrentar la crisis por el coronavirus, las Casas de la Mujer Indígena (Cami) serán las más afectadas; algunos de los recintos como Donaji, en Baja California, ni siquiera fueron notificados.

Las Casas de la Mujer Indígena sobreviven por todo el país con recursos provenientes del INPI; sin embargo, se vieron afectadas luego de que el gobierno federal retirara los apoyos para hacer frente a la crisis por la pandemia.

Operan las 24 horas del día, conectan a los pueblos originarios, se encargan de aportar a la educación y cultura mientras luchan por subsistir con recursos escasos.

En los próximos días se espera contar con información para todas las etnias del país, mediante mensajes escritos, sonoros y hasta videos.

la defensora de derechos humanos Sandra Domínguez Martínez acusó que altos funcionarios del instituto tenían un chat en el que pasaban fotografías de mujeres indígenas.

“Es un fenómeno que nos lastima”, afirma el poeta Juan Gregorio Regino durante la presentación del Congreso de Lenguas Indígenas en Los Pinos.

El Instituto Federal de Defensoría Pública cuenta con 90 abogados bilingües, cuya labor es acompañar al procesado y explicar al juez el sistema normativo que rige su cultura para garantizar un juicio justo.