¿Quién no recuerda el primer amor? La primera vez que se experimenta el cómo ver a esa persona especial te cambiaba el ánimo, el nerviosismo, la emoción por las primeras citas y todo lo que se va viviendo y creciendo a lo largo del trayecto. Por ello es que se encuentra difícil no recordarlo, pues son los primeros pasos a la vida en pareja de una persona.
Rosa Elena Meza Jaramillo, psicoterapeuta individual, familiar y de pareja, menciona que este primer amor resulta ser importante y muchas de las veces inolvidable, pues este es el primer ensayo de lo que puede ser una relación amorosa entre dos personas, poniendo por primera vez las expectativas, ilusiones y sentimientos en esa relación.
“Las primeras relaciones son bastante significativas para la mayoría porque nos dan esa primera experiencia, de estar ilusionados, de sabernos queridos por alguien más que no sea de nuestra familia y que esa persona siente lo mismo por intentar esta nueva relación”, declara.
Señala Rosa Elena que para identificar si se está enamorado solo es cuestión de observar y ver qué tanto se piensa en la otra persona, sentir “mariposas” en el estómago, soñar despiertos y empezar a sentir cosas diferentes por ella, “y en el estar pensando en el otro o en la otra, imaginamos diferentes escenarios, la necesidad de tenerlo/a cerca, y querer estar ahí para la otra persona y que la otra persona esté ahí para nosotros”.
Indica que el apoyo de padres de familia y adultos cercanos al acompañar, escuchar y aconsejar es muy importante en esta nueva fase en la vida de los hijos, “a veces se tiende a prohibir cuando nuestros hijos se encuentran en la etapa de la pre-adolescencia, y la realidad es que, entre más cerca y presente estemos y nos encontremos más enterados de lo que sucede, es el mejor acompañamiento que podríamos dar”, indica Meza Jaramillo.
Además de esto, considera de vital importancia el no desvalorizar los sentimientos de sus hijos pues son las primeras experiencias de una vida donde las relaciones de pareja podrán encontrarse, tanto en lo emocionante como en lo doloroso, en el caso del primer corazón roto. Frases como “no te vas a morir de amor”, “que exagerado” o “eso te va a pasar muchas veces” reduce la comunicación.
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Ayudar en guiar a los jóvenes para que estos no caigan en los excesos es de suma importancia para que la persona pueda vivir este momento de la manera más sana posible, tratando de tener una buena comunicación familiar para conocer lo que está pasando en la relación de ese hijo.