Alzheimer, una enfermedad que acabó con una mente brillante

El Alzheimer terminó con destruir la memoria, intelecto y acabar con la salud física de Leonorilda Ochoa.

El caso de Leonorilda Ochoa es uno de los múltiples que exponen el Alzheimer. | Diseño: Samantha Martz
Blanca Valadez
Ciudad de México /

La actriz Leonorilda Ochoa solía salir de su casa rumbo al dentista y, a los minutos, regresaba a su casa.

“¡Oye mamá! ¿Qué está pasando?”, le preguntaba su hijo, Sergio Ochoa. “No me atiende”, le respondía.
“Le marqué al dentista y le pregunté por qué le cancelaba tanto. No era así. Ella no iba. Y ahí me di cuenta de que mi mamá se subía al coche y de repente regresaba, porque se le olvidaba a dónde iba”, explicó Ochoa, hijo de la actriz quien en 2005 recibió la noticia de que padecía Alzheimer.

Una mujer que tenía la habilidad mental de aprenderse más de 60 hojas de libretos de películas, obras de teatro, series y telenovelas, de responder con ingenio a sus colegas comediantes.

Cuando acudió al médico para entender a qué debían sus lagunas mentales, la actriz se rompió.

“Vi su cara de angustia y de desesperación; una y otra vez exigía respuestas, ¿por qué me dio? ¿Qué se puede hacer? ¿Hay terapias alternativas? El doctor, con amabilidad, le contestó: “Leo, no hay nada que hacer”.

Y recomendó apegarse a una rutina para frenar el deterioro acelerado de la memoria, de la conducta y de las habilidades.

“Salimos muy triste del consultorio y nos subimos al auto. Hubo silencio total. Llegando a casa me dijo “¡Sergito!, ¡perdóname por todo lo que vas a sufrir y vas a pasar!”. Lo único que le respondí fue “¡jefa! ¡No te preocupes!, te voy a acompañar hasta el último recuerdo que tengas” y así sucedió hasta que falleció el 22 de mayo de 2016.

La actriz que hizo historia en la Época de Oro del Cine Mexicano sufrió un padecimiento que afecta, de acuerdo con cifras oficiales del Inegi, a u millón 300 mil personas en México.

Su madre, como otros pacientes con Alzheimer, recordó, enfrentan con “terror” los primeros signos de la demencia. Solía olvidar las llaves en el refrigerador, colocar una olla sin agua sobre las hornallas de la estufa con lumbre; usaba un peine y lo metía dentro de un vaso, o lanzaba la basura por las ventanas porque olvidó para qué servía el contenedor gris colocado en casa.

El Alzheimer, trastorno mental caracterizado por una degeneración de las células nerviosas del cerebro y una disminución de la masa cerebral, terminó con destruir su memoria, su intelecto y acabar con su salud física.

“Mi madre aprendía textos larguísimos, de más de 60 hojas, y tenía una gran agilidad mental para hacer comedia. Se dedicaba a hacer obras de teatro, a convivir con comediantes de su época. Tenía una vida muy activa. Existe la idea de que leer mucho o tener una buena educación, protege las neuronas. Nada más lejano. El Alzheimer no discrimina, puede darle a cualquiera”, explicó Ochoa en entrevista con MILENIO.

Como cuidador principal, recordó, debió adaptar toda la casa para evitar accidentes físicos, pero en los espacios públicos se enfrentó a situaciones que, considera, deben modificarse.

No lo dejaban pasar a auxiliar a su madre en un baño público por estar asignado para mujeres. Había una urgencia, cambiar el pañal y evitar caídas.

Y también recibió una gran cantidad de consejos de buena voluntad sobre terapias “muy buenas” alternativas, hasta un bombardeo de acusaciones y críticas sobre el cuidado proporcionado por familiares y extraños.

“Fue un camino de mucha tristeza. Vi la demencia en los ojos de mí mamá. Vi cómo ella empezaba a desaparecer. Cada día olvidaba algo y se esforzaba por aprender una palabra, una frase, hasta que ya no pudo”, explicó Ochoa.
“Fue difícil ver cómo una mujer divertida, que jugaba todo el tiempo, que provocaba que los demás sonrieran, se apagó”, añadió el hijo de la actriz.

Para el cuidador también resulta un triste aprendizaje.

“A las personas con demencia les da miedo que las abandonemos por eso ocultan situaciones que les suceden. Y fui de esos que le decía “¡mamá! Ya me lo dijiste mil veces; no te acuerdas de tal cosa”. Nosotros, como hijos, los regañamos por la constante repetición o porque no hacen lo que les pedimos que hagan. Esa parte debemos trabajarla, porque ellos no tienen la culpa”.

En México, se estima que 58.3 millones de personas son susceptibles de recibir cuidados en los hogares, pero solo 37.6 millones, es decir, 64.5 por ciento, los recibe básicamente de algunos integrantes de la familia que llegan a niveles altos de estrés por la sobrecarga de trabajo, explicó Miriam Jiménez, directora Médica de Biogen LATAM.

“De estos, 3 millones requieren cuidados permanentes para cubrir sus necesidades básicas, mismo que son otorgados por la familia. Ocho de cada 10 son mujeres y, de estas, 49.9 son la pareja cuya edad supera la vejez”, aseveró Jiménez.

Se trata de un sector que, comentó, no puede recordar hechos recientes y requiere de la repetición; tiene dificultades para efectuar actividades de la vida diaria, como recordar los pasos para preparar una receta de cocina, secuencia al vestir, conducir un auto; con regularidad se le olvidan las palabras o se equivoca al emplearlas.

Están desorientadas en tiempo y espacio. Su juicio es inapropiado a la hora de manejar su dinero, sostener con fluidez una conversación, colocar los objetos en los lugares adecuados, pasan muchas horas frente al televisor, duermen más tiempo de lo habitual, pierden interés por actividades recreativas. Tienen cambios de humor repentino como también de personalidad, y terminan por aislarse.

En el país existe un rezago en la atención de los adultos mayores. Sólo existen 400 geriatras registrados para atender a la creciente población envejecida, lo que refleja una necesidad crítica de mejorar la atención especializada para esta población.

Y, en el país, aproximadamente el 75 por ciento de los hogares requiere de al menos una persona para otorgar cuidados a unas personas con edad avanzada y por diversas razones.

"Cada avance en el tratamiento del Alzheimer nos acerca a un futuro donde tanto pacientes como cuidadores recibirán el apoyo necesario para mejorar su calidad de vida", afirmó.

EHR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.