Eran alrededor de las 4 de la tarde cuando se escuchó un poderoso estruendo proveniente de debajo de la Tierra, Dioniso se encontraba cuidando a sus animales cuando vio cómo el suelo comenzaba a hincharse.
Humo, ceniza y un fuerte olor a azufre fueron envolviendo todo mientras la superficie crecía. Lo único que pudo hacer ante su desconcierto fue ponerse a rezar. Hasta ese momento no sabía que lo que observaba era el nacimiento de un volcán.
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Su testimonio quedó asentado en la investigación Nacimiento y desarrollo del Volcán Paricutín, México: Boletín del Servicio Geológico de EE. UU, uno de los muchos documentos que surgieron luego de que en febrero de 1943 los suelos de Michoacán y Guanajuato dieran a luz a este coloso.
Pese a que hoy no se encuentra activo, este volcán es responsable de una de las series eruptivas más intensas que vivió México en siglos recientes.
Los colosos y sus peligros
Un volcán es una especie de montaña que se forma cuando materiales calientes y fundidos (como lava y ceniza volcánica) emergen desde el interior de la Tierra.
Estas aperturas de la corteza terrestre entran en acción cuando expulsan materiales al exterior. Estas erupciones pueden variar mucho en su intensidad, duración y frecuencia. Algunas veces, solo fluye lava suavemente, mientras que en otras ocasiones, hay explosiones muy destructivas.
Los colosos, como el Popocatépetl, son estratovolcanes, lo que los hace peligrosos ya que llegan a tener erupciones periódicas que pueden afectar a las personas que viven cerca debido a que durante el proceso pueden liberar cenizas, flujos piroclásticos (es decir avalanchas de material caliente) o lahare (flujos de lodo y escombros).
México ha experimentado por lo menos 153 erupciones durante el Holoceno (periodo establecido por la geología que comenzó hace 11 mil 700 años), de acuerdo con una investigación de José L. Macías y José L. Arce, integrantes del Instituto de Geofísica de la UNAM, desde entonces hasta el día de hoy, en promedio se ha presentado una cada 65 años.
Al respecto, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), señala que, desde mediados de este periodo se han contabilizado más de 10 grandes erupciones.
El dato¿Qué es el VEI?
El Índice de Explosividad Volcánica (VEI) es una escala que los vulcanólogos utilizan para medir la magnitud de una erupción volcánica. Este índice combina varios factores medibles o apreciables de la actividad y se centra en la cantidad de material expulsado, la altura alcanzada por la columna eruptiva y la distancia recorrida por los fragmentos expulsados y se clasifica en una escala de 0 a 8:0: Erupciones no explosivas.
1: Erupciones ligeras
2: Erupciones explosivas
3: Erupciones violentas
4: Erupciones catastróficas
5: Erupciones cataclísmicas
6: Erupciones colosales
7: Erupciones supercolosales
8: Erupciones apocalípticas
Paricutín: de su nacimiento y muerte
Con el nacimiento de este volcán vino una gran erupción que comenzó el 20 de febrero, a partir de ese momento la actividad no se detuvo sino hasta después de nueve años, once días y 10 horas.
Los flujos de lava que brotaron del interior de la Tierra cubrieron más de 18 kilómetros cuadrados, dejando a los pueblos Paricutín y San Juan Parangaricutiro sepultados. Del primero no quedó nada, del segundo, los rastro de lo que una vez fue una iglesia.
De acuerdo con el portal de la Universidad de Michoacán, durante las primeras horas del segundo día de nacimiento, los derrames de material incandescente se hicieron evidentes. La lava caliente y fluida emergió del cráter y comenzó a extenderse por los alrededores.
El volcán que más ha cobrado vidas
El Chichón es un pequeño pero poderoso volcán cuya historia quedó marcada por erupciones significativas y un cráter transformado por la violenta actividad volcánica.
También conocido como Chichonal, este coloso activo se situa en la región montañosa que colinda con los municipios de Pichucalco, Francisco León y Chapultenango, en el noroeste de Chiapas. Antes de su gran erupción en 1982, tenía una altitud de mil 260 metros sobre el nivel del mar, sin embargo, su altura se redujo a mil 060 metros después de un intenso periodo de actividad.
La potente actividad de 1982 resultó devastadora. Con tres grandes explosiones plinianas en solo 4 días el domo del volcán quedó destruido, además, el volcán expulsó flujos piroclásticos y oleadas que arrasaron un área de 8 km alrededor del volcán, resultando en más de 2 mil personas fallecidas, según los reportes del Cenapred.
Como consecuencia de esta erupción, se formó un nuevo cráter de 1 km de diámetro y 300 m de profundidad, que actualmente contiene un lago de agua ácida. Aunque su existencia fue desconocida hasta 1928, su actividad sísmica reciente ha mantenido a los científicos en constante vigilancia y está catalogado como uno de los cinco volcanes de México de "muy alto riesgo”.
Volcán de Fuego
Este volcán ubicado en Colima es responsable de una de las actividades eruptivas más relevantes en los últimos 100 años.
Y es que sus erupciones se consideran explosivas y representan un peligro para la población, es por ello que está catalogado como uno de los volcanes más peligrosos de México. Los municipios cercanos al volcán, como Comala, Cuauhtémoc, Zapotitlán y Tonila, están en riesgo debido a su actividad volcánica.
A lo largo de más de 500 años, el volcán ha experimentado más de 40 erupciones. Algunas de las más notables ocurrieron en 1585, 1606, 1622, 1690, 1818, 1890, 1903, 1913 y 1999.
El evento eruptivo de julio de 2015 fue el de mayores dimensiones desde 1913. Durante este evento, se produjo un colapso de domo en el sector sur de la cima, generando flujos piroclásticos que se extendieron hasta 10.3 km desde la cima.
Cabe señalar que según el documento Volcanes, del Cenapred, “estos flujos representan una de las manifestaciones más impresionantes y destructivas de las erupciones volcánicas y ha sido la causa de numerosos desastres volcánicos en distintas partes del mundo”.
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Tacaná y sus explosiones
El Volcán Tacaná es un estratovolcán activo que se encuentra en la frontera entre Guatemala (Departamento de San Marcos) y México (estado de Chiapas).
El nombre “Tacaná” proviene del idioma Mam y significa "casa de fuego", a lo largo de su historia, el Tacaná ha experimentado erupciones freáticas de baja intensidad y actividad fumarólica en varios momentos, incluyendo los años 1855, 1878, 1900, 1903, 1949 y 1951. Una erupción freática ocurre cuando el magma, cuya temperatura es extrema, entra en contacto de manera indirecta con un volumen de agua, provocando su brusco calentamiento y generando vapor a muy alta presión.
El calor generado en el suelo o en la superficie que contiene agua, produce la evaporación del agua muy rápidamente que deriva en vapor de muy alta presión, causando una gran explosión de vapor, agua, ceniza, bloques y bombas.
Hace aproximadamente mil 950 años, se registraron explosiones sumamente poderosas que generaron flujos piroclásticos (cabe señalar que la última explosión freática ocurrió en 1986).
El Popocatépetl, uno de los más peligrosos del mundo
Los nahuas bautizaron a este volcán como ‘la montaña que humea’; actualmente es considerado uno de los más peligrosos del mundo debido a que hay regiones densamente pobladas a su alrededor: se encuentra en el límite territorial de tres estados: Puebla, Morelos y Estado de México.
También conocido como 'Don Goyo', es un volcán activo con una edad aproximada de 730 mil años. Se cree que es remanente de volcanes antiguos que colapsaron. Su historia comenzó con la formación del volcán Nexpayantla, a través de la expulsión de flujos de lava andesítica y dacítica.
El cono actual se formó sobre una masa volcánica más antigua, de unos 3,800 metros de altitud. El actual periodo eruptivo comenzó el 21 de diciembre de 1994. Durante este tiempo, se han emplazado y destruido domos dentro del cráter. Uno de los eventos eruptivos más importantes en fechas recientes fue el de diciembre de 2000, mismo que motivó la evacuación de miles de personas en las áreas cercanas al volcán.
Sin embargo, esta no ha sido la peor en su historia, ya que han ocurrido al menos cuatro erupciones plinianas desde su origen, las cuales fueron acompañadas por flujos piroclásticos y lahares voluminosos. La última gran erupción pliniana fue hace 14 mil 500 años, y ocasionó la destrucción del antiguo cono de El Fraile.
La erupción más poderosa del Holoceno
La mayor erupción que se ha registrado durante el Holoceno en México es la que experimentó el volcán Ceboruco hace unos mil años, según el Cenapred.
¿Por qué se le cataloga como la mayor? Debido a que tuvo el índice de explosividad volcánica (VEI) más alto del que se tiene registro y fue de 6 (hay que tomar en cuenta que en la escala el punto más alto es 8).
Actualmente es considerado uno de los 15 colosos más peligrosos y con mayor nivel de riesgo en México, ya que ha sido protagonista de ocho erupciones desde que se tiene registros (siendo las de 1870 y 1875 las más recientes), según lo señalado por un equipo de científicos de la UNAM y de la Universidad Veracruzana.
Este volcán se ubica en el Cinturón Volcánico Mexicano, en el estado de Nayarit, al sureste de Tepic, muy cerca a poblaciones como Jala y al río Santiago, mismas que en caso de una fuerte erupción, podrían resultar afectadas.
Dos erupciones que cambiaron a la CdMx
Durante el Holoceno también se registraron erupciones cerca de lo que ahora se conoce como la Ciudad de México. Dos de ellas fueron ocasionadas por volcanes monogenéticos, es decir, aquellos que erupcionan solo una vez en su vida.
El primero fue el Volcán Xitle. Hace unos 2 mil 030 años (más o menos) entró en erupción. Al principio, lanzó cenizas al aire, principalmente hacia el noroeste. Después, flujos de lava caliente salieron del volcán y cubrieron una gran área, incluyendo la antigua ciudad prehispánica de Cuicuilco y las tierras agrícolas cercanas. La lava también cambió el curso de algunos ríos y alteró la topografía de la región.
El segundo caso fue el del volcán Chichinautzin, mismo que se formó por varias capas de lava que fluían hacia el sur y también en direcciones este, oeste y norte. Estas lavas crearon montañas y valles, y algunos de estos valles se llenaron de agua, formando los lagos Zempoala y Xochimilco.
LHM