La cuenta del Alto Atoyac que se encuentra entre los estados de Puebla y Tlaxcala suma más de 25 años con estrés hídrico, problema que se agudiza con la falta de recarga del acuífero en los puntos clave del subsuelo.
De acuerdo con estudios de Ignacio Muñoz Máximo, investigador en Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), la cuenta del Alto Atoyac que es explotada por más de un millón y medio de habitantes se encuentra en un proceso de deterioro.
La expansión de la mancha urbana y el crecimiento de las zonas industriales intervienen en la degeneración de los ecosistemas y, con ello, aumenta un estrés hídrico ante la demanda del vital líquido.
“Pese a que las zonas agrícolas continúan como principales consumidores del recurso hídrico, también representan las unidades primordiales de recarga, proceso que se ve truncado en las grandes ciudades”, comentó el especialista.
En el año 2018, se identificaron sectores de suelo comprometidos por el estrés hídrico, donde se aprecia la necesidad de contar con divisiones territoriales con enfoque hidrológico.
“Ante el estrés hídrico, se requiere una clasificación que contemple la actividad humana, particularmente agrícola, como parte del proceso de deterioro y como agente fundamental para la restauración”, propuso el investigador de la máxima casa de estudios.
El estudio de la situación del Alto Atoyac presenta diferentes dificultades porque algunos modelos muestran que ya existen alteraciones geológicas con impacto en el ciclo del agua; mientras que otros análisis presentan información insuficiente.
“Sin duda que no ha sido sencillo analizar la cuenca del Alto Atoyac. Los últimos 25 años han supuesto un ir y venir de argumentos a favor y en contra de un proceso de deterioro de las condiciones tanto del acuífero como del subsuelo en el que transita y se recarga. Mientras algunos modelos exponen alteraciones geológicas que impactan en el ciclo del agua, otros presentan información insuficiente para la toma de decisiones”, reveló el investigador.
El integrante del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en el que participan investigadores de la Universidad Iberoamericana Puebla y de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), destacó que el trabajo geofísico es de vital importancia para identificar zonas de recarga estratégica, las cuales pueden encontrarse en las zonas de cultivo, clave para la recuperación de la cuenta del Alto Atoyac.
“En la superficie parecería que se está infiltrando el agua, pero en la parte subterránea no necesariamente. Es esencial encontrar las condiciones de sitio del sistema acuífero en todas sus dimensiones y localizar las unidades hidrológicas de respuesta”, apuntó.
De la misma forma, la implementación de tecnologías que sean amigables con el medioambiente y que permitan la recarga del manto acuífero de la cuenca que se encuentra bajo Puebla y Tlaxcala es fundamental antes de que empeore la situación.
“Implementar tecnologías amigables con el medioambiente puede favorecer paulatinamente la recuperación natural del sistema acuífero en la parte superficial”, explicó el investigador de la máxima casa de estudios del estado.
AFM