¿Qué causa la tripofobia o 'miedo a los agujeros'?

Si al ver la imagen de esta nota —que corresponde a una cabeza de semillas de loto— sientes repulsión, ansiedad o comezón en la piel, quizá padeces tripofobia.

Semillas en una cabeza de flor de loto. (Especial)
Francisco Masse
Ciudad de México /

En años recientes, miles de usuarios de internet han encontrado que ciertas imágenes con agujeros pequeños agrupados en racimos les causan repulsión o ansiedad. Este miedo a los agujeros se ha denominado tripofobia y es un trastorno cuyos síntomas y causas aún no han sido estudiado plenamente.

A continuación, exploramos su sintomatología más común, así como algunas teorías científicas que buscan una explicación para este fenómeno de la percepción.

Tripofobia es una palabra acuñada en 2005 por usuarios de internet, que unieron las raíces griegas que corresponden a las palabras agujero (trypa) y miedo, repulsión (phobia); esto quiere decir que no es una enfermedad reconocida por la medicina tradicional.

Este término se refiere a un miedo, repulsión o ansiedad exacerbados que se originan al observar imágenes —reales o retocadas digitalmente— que presentan superficie con patrones repetitivos o pequeños agujeros acomodados en racimos y de modo orgánico.

Debido a las molestas y, en ocasiones, intensas reacciones que presentan muchas personas al ser expuestas a estas imágenes —que incluyen taquicardia, asfixia, prurito y agitación—, las imágenes "tripofóbicas" se han popularizado en internet y han permitido darnos cuenta de lo común que resulta este trastorno.

Según un estudio, cerca del15 por ciento de la población —18 por ciento de las mujeres y 11 por ciento de los hombres— se ve afectado por estas imágenes. Sin embargo, el autor de dicho estudio, Arnold J. Wilkins —de la Universidad de Essex—, aclara que no se trata precisamente de miedo a los agujeros.

En un artículo de Business Insider, Wilkins explica que, a pesar de que la afección comúnmente se conoce como tripofobia, "la repulsión es causada por ciertos racimos de objetos, aunque éstos no sean agujeros".


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Existen al menos tres teorías que buscan explicar este fenómeno, que ni siquiera es una fobia real, de acuerdo a la psiquiatría. Por ejemplo, hay teorías que señalan que se trata de un miedo cultural y aprendido, sin un detonante biológico u orgánico reconocible.

Sin embargo, en 2013 el propio doctor Wilkins, junto con el doctor Geoff G. Cole, publicaron un estudio en el que brindan una explicación distinta.

Según este estudio, la repulsión inconsciente e incontrolable que algunos sienten es un remanente de un mecanismo primitivo de defensa de nuestros ancestros, pues dichos patrones y racimos corresponden al aspecto de algunos animales sumamente venenosos.

Así, nuestros ancestros habrían asociado estas texturas de las pieles de animales como los pulpos de anillos azules o los sapos venenosos con una muerte casi instantánea, y de ahí la intensa repulsión que algunos reportan.

Pero existe otra teoría, también formulada por Wilkins —esta vez con Paul Hibbard—, en la que la causa de la ansiedad tiene que ver con la complejidad de la imagen más que en un peligro latente asociado con la misma.

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Según Wilkins y Hibbard, la gente evita ver estas imágenes porque el procesarlas, dada sus propiedades matemáticas, requiere de una excesiva oxigenación en el cerebro.

Considerando que el cerebro consume el 20 por ciento de la energía corporal, una reacción innata sería la de evitar gastos energéticos excesivos.

Como podrás darte cuenta, los científicos aún no dan con una causa específica para la comezón, las ansias y la repulsión que generan las imágenes como las que acompañan este artículo. Habrá que estar atentos para conocer los avances en las investigaciones científicas y, una vez determinadas las causas, aventurar una posible cura a este molesto trastorno.

​FM