Desde hace dos semanas la vida de Alejandra Craules Bretón dio un giro inesperado y jamás pensó que viviría una situación de extremo cuidado por el coronavirus que desde este viernes fue decretado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como pandemia, y que ha puesto a Europa como el epicentro del desarrollo de la enfermedad.
Ella es hidalguense, pero desde hace 12 años radica en Italia, donde se convirtió en madre y en donde se desarrolla profesionalmente como maestra de español, labor que ha dejado de realizar, debido a las restricciones que se viven en el país europeo.
- Te recomendamos Para prevenir, Pachuca suspende eventos masivos Ciencia y Salud
“Todo empezó hace dos semanas, cuando cerraron las escuelas y fue el primer paso, después se cancelaron los eventos públicos y, aunque dijeron que se mantendrían abiertos los centros deportivos, desde el martes ya no lo están”.
“Supe que era algo serio cuando ya no se permitió ni entrar ni salir de Milán, nosotros aquí no lo sentimos tan cercano, pero el sábado dieron a conocer los primeros contagios donde vivo, en la provincia de Pordenone, en la región de Friuli Venezia Giulia, y así empezamos a notar el cambio”, explica Alejandra, quien se limita a salir a la calle, sólo si es necesario.
Se mantiene informada, porque asegura que sí, hay miedo, pero “el miedo no debe de sobrepasar, porque entra el pánico y eso no nos deja actuar con cordura, así que es mejor tomar las precauciones necesarias para evitar que se siga expandiendo el virus”, señala.
Según dato de Protección Civil Italiana, en el país hasta el jueves pasado, se han registrado 12 mil 838 infectados, “fueron dos mil 214 más respecto al miércoles pasado, en sólo un día”, agrega.
Además de que se reporta que 213 personas han sanado y han muerto mil, “pero el 67 por ciento de las personas que han fallecido es porque han tenido condiciones persistentes, una enfermedad, sobre todo en personas adultas, situación que provocó que muchos jóvenes, que no van a clases, salieran a las calles y se esparciera el virus, por lo que ahora también ellos deben permanecer en casa, esas son las medidas extremas”, asegura Alejandra.
Señala que, a pesar de que las mayoría de las calles y avenidas permanecen casi sin actividad, aún el servicio de paquetería, de reparto de alimentos y medicamentos se mueven, y la sugerencia del sistema de salud italiana es la misma que se ha difundido en diferentes países, inclusive en México, aunque en Italia, la prioridad es que permanezca la gente en sus casas.
“Además de mantener distancia de seguridad entre las personas, lavarse las manos continuamente, aunque sólo algunas personas están saliendo a trabajar, como mi esposo, a quien revisan diariamente la temperatura porque, en caso de que sea mayor a los 37.5 grados, los regresan a casa, para después llamar al 118 para que lleguen los servicios de salud y te hagan la prueba de coronavirus”, explica.
Insiste en que “el miedo hace que las personas se equivoquen”, señala, y muestra su preocupación por las medidas que se han tomado en México, “porque la gente siente que no le va a tocar y que son cosas lejanas, pero si no se toman las precauciones desde el inicio, pues se puede llegar a una situación como la que se vive en Italia”, dice.
Allá estuvo al tanto de su suegra, quien tiene 70 años de edad, ya que presentó algunos síntomas, “pero afortunadamente sólo fue un resfriado común”, aunque su alma desearía salir hacia México, a Hidalgo, a Ciudad Sahagún, donde se encuentra su madre y sus hermanas, así como amigos queridos, “pero les digo que no se espanten, porque ya vivieron lo de la influenza, así que saben de las precauciones y sólo les digo que no se confíen, que hay que ser prudentes y no esperar a que nos toque de cerca, por lo que espero que las personas que gobiernan tengan la visión oportuna y no se siga expandiendo este virus, porque acá, ya lo vivimos de cerca y sí, sí da miedo”.