Especialistas de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana (MPI-SHH, por sus siglas en inglés) en Alemania dieron a conocer que identificaron genéticamente a tres esclavos africanos de la primera generación en América.
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Con estos hallazgos, resultado de una investigación emprendida hace dos años, los expertos también ofrecen una instantánea de esa época, asegura el antropólogo Víctor Acuña, de los laboratorios de Genética Molecular y de Osteología de la ENAH.
“Estamos viendo, quizá por primera vez, también este fenómeno de mundialización epidémica, es decir, del traslado de patógenos y de epidemias entre diferentes continentes. En este caso, asociado al tráfico de esclavos que trajeron a las nuevas tierras la sífilis y la hepatitis B. Ahora con lo que pasa con el covid-19 lo podemos ver, aunque es a otra escala debido a las redes de comunicación que son mucho más intensas. Pero sí, podría decirse que esa mundialización epidémica inició con estas migraciones históricas del siglo XVI”, afirma el investigador.
Los esqueletos estudiados corresponderían a tres africanos, los cuales fueron recuperados casi completos de un entierro masivo en el Hospital Real de San José de los Naturales, uno de los primeros nosocomios de Ciudad de México.
En entrevista para M2, Víctor Acuña dice que a través de técnicas moleculares se logró demostrar que esas osamentas corresponden a individuos de “la primera generación, es decir, de los primeros esclavos traídos a las Américas”.
El investigador afirma que, “como uno se puede imaginar, es una historia de vida que evidencia maltrato, ya que en los tres restos óseos se puede ver que esas personas hacían trabajos forzados. Sus huesos muestran marcas de violencia y de trabajo físico excesivo, pues presentan fracturas y hasta algún disparo de bala. También tienen huellas de ciertas enfermedades, por eso lo interesante de esta investigación es que logra detectar cepas de ciertos patógenos de treponema (que causa sífilis) y de hepatitis, que por lo visto tienen un origen africano”.
Y ADEMÁS
DATOS GENÉTICOS Y OTROS ESTUDIOS
Los especialistas encabezados por Johannes Krause, investigador del MPI-SHH; Rodrigo Barquera, químico farmacobiólogo de la ENAH, y Víctor Acuña y Lourdes Márquez, de los laboratorios de Genética Molecular y de Osteología de la misma institución, utilizaron para este estudio un enfoque bioarqueológico que combina datos genéticos humanos con estudios osteológicos. También realizaron una detección molecular de posibles patógenos, para conocer los orígenes, estado de salud e historial de este grupo históricamente oprimido.