Crónica de un recorrido virtual por San Ildefonso

Arte

Aquí la narración de un recorrido virtual por las actuales exposiciones del Colegio de San Ildefonso, con todo y playlist recomendada en Spotify.

Siguiendo los caminos de Santiago Arau (Especial).
Verónica Maza Bustamante
Ciudad de México /
“Siento que en todo hay un mismo diseño que manifiesta la esencia de las cosas. Yo lo que estoy tratando de hacer con mi trabajo es acercarme a la esencia de las cosas. Es también una búsqueda de identidad, es una búsqueda de mi lugar en el mundo.”

Sandra Pani

Todo comienzo empieza por una puerta, pero, ¿dónde se ubica aquella que, en la cuarentena, nos llevará a una realidad transmutada en la que podemos existir, tal vez, con un entusiasmo semejante al que ofrece aquella negada por un virus? 

En el caso del Colegio de San Ildefonso, se ubica en su página de internet y, según el recorrido que se quiera realizar, está bien marcada por una flecha. No obstante, se necesita un mapa, aunque sea invisible y espontáneo, para lograr acceder al asombro que el arte llega a generar.

Ante la inmensa oferta cultural que en días de coronavirus se puede tener, pasan dos cosas: una, que se vea a medias las propuestas, como quien entra a "leer" una nota por su encabezado y a los dos minutos se sale de la página para entrar a otra historia, y luego a otra, sin abundar en cada una, y, dos, planear una visita virtual como se haría si fuera presencial.

Cada posibilidad podría tener su encanto. El Colegio de San Ildefonso pone todo a disposición del usuario para que tenga una experiencia integral. No como si se estuviera frente al edificio, cerca de las obras, pero sí mediante herramientas para el descubrimiento de lo desconocido, de aquello que quizá no habríamos visto, inmersos en el trajín de la vida cotidiana, pero que ahora, curiosamente, estamos en posibilidad de realizar.

Santiago Arau y sus territorios 

A través de la página web www.sanildefonso.org.mx y del blog San Ildefonso en Casa (sanildefonsoencasa.blogspot.com), los usuarios puden apreciar la majestuosidad e importancia del lugar, mientras admiran a detalle algunos de los murales más representativos de este recinto universitario y recorren sus pasillos, patios, el Anfiteatro Simón Bolívar y el Salón El Generalito.

A la par, a través de un recorrido virtual, el público puede disfrutar de la exposición del fotógrafo Santiago ArauTerritorios, la más reciente muestra del Colegio de San Ildefonso, la cual reúne un mosaico de 80 fotografías a color, de pequeño y gran formato, que conforman la primera presentación individual del fotógrafo mexicano, reuniendo siete años de trabajo, a través de un recorrido de 33 mil 302 kilómetros a lo largo, ancho y alto del país.

A ella se puede entrar así nomás, para echar un vistazo, pero también se puede ir mediante una expedición programada. El primer paso sería entrar a Spotify y buscar la lista "Música para sobrellevar la pandemia", que artistas visuales, intelectuales, líderes de opinión y conferencistas del Colegio de San Ildefonso han ido creando para acompañar el periodo de cuarentena.

Integrada hasta el momento por 80 minutos de música, es una selección ecléctica que va de Blonde Redhead y Massive Attack a David Bowie, Óscar Chávez, Los Folkloristas, Portishead, Chabuca Granda, The Who, Jimmy Cliff, Joe Strummer, The Trashmen, The Beatles, Tracy Chapman, Chet Faker y muchas propuestas musicales más que contemplan géneros diversos.

Las primeras canciones son perfectas para iniciar el recorrido por la exposición principal del recinto: la de Santiago Arau, fotógrafo que se ha ganado la admiración de miles de personas gracias a sus fotografías aéreas, que han abierto una nueva mirada a viejos lugares, situaciones, orografías y multitudes. 

En Territorios, su primera exposición, se extrañan sus fotos llenas de minúsculas personas pero se agradecen las imágenes que le dan sentido al título: aquellas piezas en donde la tierra, con sus ríos, montañas, valles, ciudades y volcanes se ve desde ese espacio que nuestros ojos jamás serán capaces de ver porque son panorámicas desde lo alto, desde un cielo lejano que Arau nos acerca gracias a un dron, un helicóptero, un avión o su imaginación.

Suena "Almost Beautiful". La plataforma funciona bien. Las flechas te llevan desde la entrada del colegio hasta la puerta donde comienza el recorrido de Santiago. Puedes acercarte o alejarte de cada obra. Si tienes la posibilidad de ver fotografías en 3D en tu dispositivo y cuentas con  lentes, puedes emplearlos para otro tipo de "viaje". Si no es así, las opciones sencillas son atractivas. Cada quién sabrá hacia dónde mover sus ojos.

Recorrido inestable, viaje psicodélico

A diferencia de la estabilidad en la expo de Santiago Arau, el recorrido por Rastros y vestigios. Indagaciones sobre el presente es inestable. Las flechas se van por donde quieren, al dar una vuelta uno termina en el techo, al querer seguir, la computadora te lleva al piso o te hace girar sin sentido. Es difícil poder ubicar cada pieza, lo cual es una desgracia. 

La muestra es ad-hoc a los tiempos presentes. En su ficha, se explica: "Cuando pensamos en el fin de una civilización, lo hacemos a partir de los restos que quedaron tras de sí. Independientemente de las circunstancias que hayan dado o puedan dar lugar a la desaparición de una cultura, son sus vestigios los que permiten generar hipótesis sobre costumbres, acontecimientos e ideologías de momentos y tiempos determinados".

¿Qué quedará de lo que conocemos como "arte" después de la pandemia? ¿Cómo se establecerán las nuevas posibilidades de acción? Aún no lo sabemos; sin embargo, tenemos ya esta serie de obras de arte contemporáneo que, a manera premonitoria, buscan ser testigos de lo que ha sucedido en nuestra civilización durante los siglos XX y XXI. 

Esperemos que llegue a ella la estabilidad, ya sea virtual o presencial.

De huesos e insectos 

Sandra Pani es una artista visual con una obra sutil, bella y compleja a pesar de su aparente sencillez. En el trabajo de la mexicana hay trazos suaves, mínimos a veces, pero con una fuerza interesante. La exposición que montó en San Ildefonso no se puede ver en recorrido virtual. No hace falta. 

La información y las obras son suficientes para apropiarse de Árbol de huesos, en donde, como escribe Alberto Blanco en la ficha del museo, "se halla presente la arquitectura, la música, la literatura, las plantas, los animales, los huesos, el trabajo estrictamente visual de las formas, etcétera, al servicio de una búsqueda esencial. Una búsqueda que parte de lo conocido y que reconoce que, en la inmensidad de lo desconocido, prácticamente todo está fuera de nuestro alcance y comprensión. Y así está bien".

Acompañarla de "All is Love", canción de Karen O And The Kids, del soundtrack de la película Where The Wild Things Are, logra sacar sonrisas y reflexiones. 

El tema "Green Onions" da pie a otra buena exposición del catálogo de San Ildefonso:  El arte de comer insectos. México tiene más de 500 especies comestibles de insectos incorporados a su cocina, entre los que destacan los chapulines, hormigas chicatanas y escamoleras, el ahuautle, los gusanos rojos y blancos del maguey, jumiles y xahues, los toritos, periquitos de aguacate, frailecillos y la grana cochinilla, sin olvidar la gran aportación de las mieles que nos proveen las abejas.

En esta muestra surge el diálogo entre los lenguajes del arte, la ciencia y la historia: por medio de acervos entomológicos, arqueológicos y artísticos, haciendo simultáneamente uso del conocimiento biológico y de la perspectiva de la antropología. Es hermoso ver a los chapulines dibujados por Fray Bernardino de Sahagún, al igual que la hormiga de Francisco Toledo y "El insecto del buen humor", de Magali Lara.  


El tiempo vuela, dice la frase común, y es momento de cerrar el Colegio de San Ildefonso. La ventaja en estos días extraños es que, fuera de la norma, los recorridos virtuales pueden hacerse a la hora que cada quien desee, así sea en la madrugada. Tan solo se necesita una dirección web, entusiasmo, curiosidad, imaginación y un disfrute por el arte que vaya más allá de lo convencional. Así, la cuarentena siempre podrá sorprendernos.

"Because the Night", canta Patti Smith en la lista de Spotify "Música para sobrellevar la pandemia", del Colegio de San Ildefonso. A fin de cuentas, la noche, hoy, pertenece a los amantes. Los amantes del asombro. 

​vmb

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