La crítica al sistema de género que impera actualmente en la sociedad y el cuestionamiento al heteropatriarcado sintetizan el trabajo que han hecho desde 1992 las artistas Helena Cabello (París,1963) y Ana Carceller (Madrid, 1964).
Los roles establecidos y las identidades fijas del varón y de la mujer no se generan como algo biológico, sino como algo cultural. Precisamente esas son las producciones visuales que se reproducen tanto en el cine, como en la televisión, y que son cuestionadas por las artistas del colectivo Cabello/Carceller, dice a MILENIO, Manuel Segade, curador de la exposición retrospectiva Borrador para una exposición sin título (cap III), a inaugurarse el próximo sábado 9 de febrero, en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).
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—¿Buscan romper con los estereotipos con sus obras?
Eso, es romper con los estereotipos de géneros o incluso jugar e ironizar con ellos, para demostrar que cualquier construcción de género limita y encasilla, por ejemplo que una mujer tenga que ser menos fuerte que un hombre o que una mujer tenga que ser femenina y no masculina.
De ahí que el trabajo de Cabello/ Carceller sea desmontar y presentar en sus obras, presenten masculinidades femeninas y otro tipo de actitudes que saltan de esa orden binaria de los géneros que es lo convencional.
—¿Qué papel juega tiene producción artística contra la imposición social?
Cuando hablamos de todos estos movimientos feministas como #MeToo y #NiUnaMenos, digamos que vemos algo interesante, es como esta tal está construida esta exposición que reúne obra desde el año de 1993 y hasta la actualidad.
En la muestra retrospectiva no hay un orden cronológico están las obras juntas una pieza del pasado con una pieza del presente y así continuamente.
El tema que abordan es la lucha feminista desde los años 90, que hoy desgraciadamente enfrenta al mismo enemigo: no es el hombre en sí, sino la sociedad heteropatriarcal, esa construcción cultural y política con muchos defectos sociales que marca que el género masculino está encima de los demás, pasando por las mujeres y por la homosexualidad o el transexualismo.
—¿Cómo asumen las artistas su exposición?
Cabello / Carceller están contentas con esta retrospectiva, considerando que las cosas no han cambiado, aunque es verdad que ha habido avances legales y sociales que precisamente permiten que está exposición se haga en España y ahora en México.
Tuvieron que esperar a tener 50 años para tener su primera exhibición retrospectiva, en su condición de pioneras. El discurso se mantiene y la crítica, que se puede llevar a otros lugares.
—¿De dónde surgió la obra Eleno Céspedes?
Realmente esta pieza es el centro de la exposición, habla de algo que en la crítica feminista se llama interseccionalidad, que se refiere a que no podemos distinguir la crítica de género, de raza o de clase social, lo que es un hecho es que han sufrido discriminación.
Su caso de estudio lo aplican a un asunto que tiene que ver con una historia colonial española, el de una mujer mulata Elena de Céspedes, una esclava de las colonias en el Caribe en el siglo XVI, a quien se le perdió la pista y apareció luego como un tal Eleno de Céspedes, cirujano de la Corte Española de Sevilla, se casó con una mujer y tiempo después la Santísima Inquisición dice que su caso es un claro ejemplo de hermafroditismo y le quitan la posibilidad de ejercer la medicina y la convierten de nuevo en esclava doméstica, esa historia habla mucho de la imposición del género en la Colonia.
Ahora les permite a las artistas construir un relato fascinante y muy crítico sobre la historia de España y la historia de la construcción de estas identidades.
—¿Por qué el título de la exposición?
Tiene que ver con la necesidad de lo que sienten las artistas de ofrecer una narrativa crítica, que continúa y que no se detiene. Ellas están en contra de esas fijaciones identitarias absolutamente conservadoras. La exposición sin título responde a esa idea precisamente de un borrador continuo de algo que todavía está en proceso y que todavía no podemos nombrar, porque es una retrospectiva de artistas vivas que continúan creando y precisamente en esa exposición hay piezas diferentes y más recientes a las que tuvimos en Madrid hace año y medio.
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