El Himno Nacional Mexicano es junto a la Bandera y el Escudo, los tres símbolos patrios protegidos por la ley para enaltecer el orgullo al país.
Del primero, sabemos desde que somos niños que fue escrito por Francisco González Bocanegra y musicalizado por Jaime Nunó, y que sobresale el valor en batalla, la unidad contra el enemigo y amor al país, ¿pero sabes realmente su origen?
Un país dividido
El Himno fue solicitado por el entonces presidente Antonio López de Santa Anna, durante una época de crisis para México tras la derrota contra los Estados Unidos en 1848 en su intervención al país.
El país había perdido la mitad del territorio y había un sentimiento de separación, ante lo cual se necesitaba algo que ofreciera un sentido de pertenencia.
Fue en este momento, a finales de 1853, cuando el dictador emitió la convocatoria en el Diario Oficial para crear el himno nacional, el cual sería presentado en 1854, cuando se cumplirían los 25 años de su heroica Victoria de Tampico, la cual marcó la Independencia definitiva de España
El Dato...El estreno
Fue el poeta Francisco González Bocanegra que reflejó en su dedicatoria y estrofas, paso a paso, los pormenores de la Victoria de Tampico y el otro ganador fue Jaime Nunó, español quien musicalizó el poema de González Bocanegra.
El Himno Nacional Mexicano se iba a estrenar el 11 de Septiembre de 1854, aniversario de los XXV años de “La Victoria de Tampico” pero, ese día murió el General José María Tornel y Mendivil, compadre de Santa Anna yGobernador del Distrito Federal.
La noche del 15 de Septiembre de 1854 fue el día que se entonara por primera vez, pero Santa Anna no estuvo dispuesto y aunque hubo ceremonia, el presidente no asistió.Fue al día siguiente el 16 de Septiembre, donde el General lo escuchó por primera vez al repetir la ceremonia.
¿Narcicismo de Santa Anna?
Durante muchas décadas y hasta la actualidad han debatido si el Himno Nacional (la letra original pues la versión oficial ha sido editada con el paso del tiempo) es un símbolo del narcicismo de Santa Anna.
A ese título hace referencia el Himno I aunque sin mencionar el nombre de Santa Anna, en una estrofa que años más tarde sería suprimida:
Del guerrero inmortal de Zempoala
Te defienda la espada terrible,
Y sostiene en su brazo invencible
Tu sagrado pendón tricolor
El será del feliz mexicano
En la Paz en la Guerra el caudillo.
Porque él supo sus armas de brillo
Circundar, en los campos de honor
¿Una oda a la Victoria de Tampico?
Si bien, nunca se menciona a Tampico, ciudad que originalmente llevaba el nombre del héroe de guerra y villano histórico (Santa Anna de Tampico es el nombre original de la ciudad) si hay muchas referencias a la batalla que se realizó en esta parte de la Huasteca.
La letra hace referencia a una guerra con el “extraño enemigo”, y el lapso bélico más cercano fue el intento de reconquista del Ejército Español de la mano de Isidro Barradas, en 1829 en las costas del Golfo de México y la desembocadura del río Pánuco.
Como al golpe del rayo la encina,
Se derrumba hasta el hondo torrente,
La discordia vencida, impotente,
A los pies del arcángel cayó.
En esta estrofa, la tercera del escrito original, se hace la referencia a un torrente, y es que previo a la Victoria de Tampico, un ciclón azotó la Huasteca y provocó inundación y dejó incomunicados a los españoles sitiados en el Fortín de la Barra.
El Ejército Mexicano hizo el asalto entre el lado y agua a las rodillas y con la pólvora húmeda, hasta lograr la victoria, y con ello, terminar con el espíritu invasor de los españoles.
En torno a este suceso, Santa Anna escribió en su biografía política: "El Congreso general sirvió el dictado de 'Benemérito de la Patria y el pueblo me apellido 'el Vencedor de Tampico".
Al cantar “Mexicanos al grito de guerra…” podemos recordar los hechos heroicos de “La Victoria de Tampico de 1829”, una gran victoria contra la primera intervención extranjera a nuestro país y que consolidó nuestra independencia nacional.