Discípulo de Fernand Braudel, el francés Marc Ferro es autor de El cine, una visión de la historia, publicado por Akal, donde afirma que, como pasa en las novelas, “en los filmes de ficción muchas veces vemos hechos y análisis que no entregan ni los documentos oficiales ni los discursos, ni las estadísticas”. Esto, asegura, puede verse en películas como Senderos de gloria, de Stanley Kubrick, o en algunas de Tavernier que critican el funcionamiento de la sociedad.
En el primer capítulo del libro —“Mitos y héroes del pasado”— habla de obras como Perceval le Gallois de Éric Rohmer; Barry Lyndon de Kubrick; Alexander Nevsky de Eisentein; Andréi Rubliov de Tarkovsky; de las grandes producciones de Cecil B. de Mille; del Satyricon de Fellini para analizar sus hallazgos, sus limitaciones y alcances en su manera de contar la historia.
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El segundo capítulo se llama “El antiguo régimen y las revoluciones”. Trata de películas que cuestionan el poder absoluto y elogian o critican los movimientos insurgentes. En algunas como La inglesa y el duque, de Rohmer, se exaltan los valores de la aristocracia, mientras que en cintas soviéticas como El acorazado Potemkim de Eisenstein, con su motín de leyenda, se defiende el derecho a la insurrección.
“De una guerra a otra” es el título del tercer capítulo. Va del pacifismo de cintas como Yo acuso de Abel Gance o ¿Armas al hombro? de Charlie Chaplin al reproche a la institución militar, a sus abusos, a sus mentiras, a su patrioterismo en películas como De aquí a la eternidad de Fred Zinnemann. Ferro destaca también los discursos fílmicos de Estados Unidos y Europa frente a la amenaza nazi y el cine propagandístico del régimen de Hitler.
“Europa, las sociedades civiles en la hora de los totalitarismos” es el cuarto capítulo de este ensayo. Aborda las películas alemanas antes de Hitler, con directores como Murnau, Fritz Lang y Georg Pabst. Nos habla del clásico ¡Viva la libertad! de René Clair, donde se discuten los ideales de la derecha y la izquierda, se ocupa del neorrealismo italiano y de películas como Arroz amargo de Giuseppe de Santis y La caída de los dioses de Luchino Visconti, revisa la Nueva Ola Francesa y la obra esencial de Fassbinder.
“Cine colonial, cine anticolonialista, cine de los colonizados” es el quinto capítulo, en el que destacan cintas como Lawrence de Arabia de David Lean. El sexto se llama “La historia de Estados Unidos en el cine”, comenzando con El nacimiento de una nación de D. W. Griffith, un clásico que apuesta por el racismo, que parece estar de vuelta en nuestros días.