“La vivienda colectiva construye la identidad de las ciudades”: Ana Elvira Vélez

Arquitectura

La especialista en vivienda colectiva se presenta en el Festival de Arquitectura y Ciudad. Mextrópoli 2024.

Ana Elvira Vélez, arquitecta colombiana. (Cortesía: Festival Mextrópoli)
Ciudad de México /

La vivienda tuvo un gran momento de desarrollo después de la posguerra, apunta la arquitecta colombiana Ana Elvira Vélez, quien se ha especializado en vivienda colectiva. Después de la Segunda Guerra Mundial “había un problema enorme que era el de solucionar el tema de vivienda en Europa, pero eso también llega a Latinoamérica”. Sin embargo, dice, en los últimos 40 años se dejó de lado ese tema ya que se priorizaron los edificios públicos, el equipamiento y el espacio público.

A esto se le suma que las políticas cambiaron “y no se veía a la vivienda como una solución integral, sino como un déficit cuantitativo, entonces, se hablaba de unidades y eso empezó a cambiar la manera de producir la vivienda (lo que nos llevó) a un problema enorme porque se hicieron soluciones muy malas a nivel latinoamericano, que es desde donde puedo hablar”, afirma la arquitecta.

En entrevista, la especialista en vivienda colectiva, quien se presenta en el Festival de Arquitectura y Ciudad. Mextrópoli 2024, habla de la importancia de repensar la vivienda como un todo que forma parte de las conexiones de un barrio y las soluciones de los mismos.

—¿Cuál es la situación actual de la vivienda colectiva en Latinoamérica, considerando que se comparten algunas características territoriales y socioculturales que nos han llevado a recurrir a la autoconstrucción para poder acceder a un espacio para habitar?

Nuestras ciudades crecen demográficamente mucho más rápido que otros países, por ejemplo, de Europa, y hacemos mucha autoconstrucción. Creo que no podemos decir que las soluciones vienen solamente de las políticas públicas, del sector privado o público porque mucho se hace por autoconstrucción y creo que debemos aprender a guiar cómo lograrlo. No he trabajado esa área pero sí puedo ver que las soluciones no pueden ser solamente por parte de los profesionales y es ahí donde de pronto pueden surgir otros mecanismos para entender cómo opera esa situación y ayudar a que se haga bien sin tener que coartarla; creo que es muy valiosa y como arquitectos tenemos mucho que aprender porque se logran soluciones prácticas y viables que podemos replicar, además de cambiar las políticas públicas.

—¿Qué es para ti la arquitectura? Desde tu perspectiva, ¿consideras que ha sido elitista?

La arquitectura es una disciplina cuyo objetivo es moldear el espacio para las personas. Nuestro objetivo es construir espacios para una comunidad y a través de ellos generar bienestar, no solamente físico, sino también mental. Tiene que existir una simbiosis de esa arquitectura para las personas pero con el entorno.

Hablando de vivienda colectiva, por muchos años fue un área que no llamó la atención. Personalmente siempre me pareció que era algo fascinante porque era la que construía la ciudad y le daba identidad.

Creo que una de las funciones de la academia es explicar a los futuros profesionales que la arquitectura debe ser democrática; nuestro rol es dar un servicio para construir mejores lugares para todas las personas.

—En este ejercicio de repensar la vivienda colectiva, ¿cuáles son las necesidades que se están considerando hoy?

Si bien las familias han evolucionado, son, digamos, distintos grupos familiares, creo que el propósito es poder entregar una vivienda flexible, es decir, que perdure en el tiempo. No me quiero centrar en la unidad; la construcción de la vivienda es también el edificio que debe ser excelente, de tal manera que propicie la relación con los vecinos. Si yo me centro solamente en el apartamento no estoy haciendo nada, eso si hago un producto nuevo.

Ahora, también pienso que nuestros proyectos o nuestras ciudades se deben repensar a partir de las políticas; hay que pensar en rehabitar estructuras existentes y en eso estamos muy atrás, por lo menos en Colombia, en cómo volver a rehabitar edificios que tienen áreas de 200, 300 metros que se pueden subdividir en apartamentos de 50 o 60 metros cuadrados.

Las políticas deberían ir (enfocadas) a que se puedan reutilizar estructuras para ser sostenible con nuestras ciudades y no seguir creciendo hacia afuera, sino creciendo dentro estructuras que ya existen.

—¿Qué aspectos se toman en cuenta en el reconocimiento de las áreas para construir o adaptar espacios que ya existen, considerando que cada barrio tiene particularidades que crean una identidad?

Es muy importante entender la identidad cultural e interpretarla. Por ejemplo, en Colombia es muy importante la relación con el afuera: tener un balcón, un patio, un porche… porque el clima lo permite. Entonces está muy bien solucionar el apartamento, pero esos elementos son los que hay que reconocer para incorporarlos.

La idea no es ser pintoresca con la arquitectura, sino reinterpretar esos aspectos y entender para qué cultura estás haciendo tu proyecto, estudiarla, leerla e interpretarla.

—¿Cuál es la importancia de los barrios y pensarlos de manera colectiva?

Dentro de las estrategias que siempre trabajo están las secuencias espaciales, que son todos esos espacios que me permiten relacionarme con otra cosa. Si lo pensamos desde la casa, está el recibidor que me permite relacionarme con las habitaciones, con el salón, etcétera. Pero si lo traslado afuera, a partir de la puerta principal, entonces está el recibidor, el porche, las escaleras y se empieza a generar el primer contacto con tu vecino. Son todos esos pequeños espacios que por lo general no se nombran. Para mí las relaciones son lo más importante, es decir, cómo llego hasta la casa: me bajo del bus, cojo un andén, camino, ¿cómo es ese andén? ¿está acompañado de una banca, hay jardines? Es importante tener todos esos espacios en cuenta cuando hacemos el diseño.

(Antes) se pensaba que había que solucionar de la puerta para adentro: para nosotros lo más importante es terminar muy bien todo lo que está de la puerta para afuera para garantizar que se cuide y generes contacto con todo lo que sucede ahí.

—¿Se está pensando la colectividad no sólo priorizando la convivencia sino también desde la repartición de tareas?

Hay un deseo de que se pudieran diseñar edificios mixtos. Creo que a uno de los daños más grandes que tuvimos fue cuando en el urbanismo se dictó la idea de 'aquí se vive, aquí se trabaja, aquí se estudia', cuando eso sucedió dañamos las ciudades. Creo que hay que volver a la ciudad mixta donde en el primer piso tienen actividades colectivas, llámese tiendas, oficinas, etcétera; luego está la vivienda y dentro de esa vivienda también puede haber servicios colectivos.

La arquitecta colombiana presenta la conferencia 'Entre Espacios' en la que trata de visibilizar la vivienda como amalgama de la ciudad o de los pueblos, donde los espacios son el fundamento de la vivienda colectiva, mismos que promueven lo común creando un vínculo entre la vivienda y la ciudad.

PCL

  • Patricia Curiel
  • patricia.curiel@milenio.com
  • Estudió Comunicación y Periodismo en la UNAM. Escribe sobre arquitectura social y el trabajo de las mujeres en el campo de las artes. Cofundadora de Data Crítica, organización de investigación periodística que produce historias potenciadas por análisis de datos.

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