Milena recibe una llamada de Jana, su madre, quien se encuentra en el hospital y es necesario que vaya a verla, sin embargo, desde hace muchos años su relación se fracturó a raíz del exilio.
Esta es la premisa de Nos veíamos mejor en la oscuridad (Galaxia Gutenberg) de Monika Zgustova (República Checa, 1957), quien dejó su país junto a su familia en 1968 debido a la invasión soviética. Fueron a Estados Unidos pero desde los años 80 ella reside en Barcelona.
- Te recomendamos Nacho López: fotógrafo de la vida en movimiento Laberinto
En entrevista con MILENIO, la escritora, traductora y periodista habla de lo complicado que es la relación madre e hija y del exilio, un tema que ha marcado su obra.
¿Estamos ante una novela autobiográfica?
He escrito una novela buscando la verdad sobre una relación madre e hija; he cambiado algunas cosas, pero en el fondo es bastante autobiográfica.
¿Qué buscaste con este libro?
Por una parte es ver cómo era la relación con mi madre y que fuera clara para mí misma después de su muerte porque a veces casi nos odiábamos, otras nos queríamos mucho. Tenía la necesidad de saber cuál era la relación de fondo con ella. El último abrazo que sale en el libro es también el que nos dimos ella y yo, entonces vi que era básicamente una relación buena.
¿Cómo son las relaciones madre e hija?
Son muy difíciles. La otra cosa que yo estaba buscando, a partir de mi propia relación con mi madre, es que fuera más global, que otras hijas y madres se podrían ver reflejadas en la relación que yo describo y afortunadamente en los idiomas y países donde se ha publicado, las mujeres me han dicho que se han reconocido y realmente es una satisfacción, no solo ha sido mi vivencia, es una vivencia más universal.
¿Qué rol juega el resto de la familia en la novela?
También estaba indagando sobre cómo cambian las relaciones de familia a distancia. La familia (en la novela ) estaba bastante unida cuando vivían en su país de origen, durante el totalitarismo comunista, era una especie de exilio interior. Pero cuando se fueron todos estaban insatisfechos y las tensiones en sus vidas se reflejaban también entre ellos. Quería ver estas cosas, cómo cambia uno su identidad y las relaciones de la familia en el exilio.
¿Por qué es constante el tema del exilio en tu obra?
Hay dos razones, la primera y la básica es porque ha sido la experiencia más fuerte de mi vida. En mi obra está el totalitarismo comunista y un poco también cómo los totalitarismos y las dictaduras pueden influir en la vida del individuo y en las relaciones de los individuos. Yo busco otras personas que realmente lo han vivido y otras que a lo mejor no lo han vivido y entonces comparo mi propia vida con la de ellos.
¿Cuál es el fondo de la novela?
Las relaciones madre e hija y entre la familia hay que verlas a la luz del exilio, porque es básico, es una circunstancia muy importante en su vida que los marca a todos, cambia sus identidades, que de por sí son difíciles. Dadas las dificultades de vivir en el exilio se crean otras tensiones.
¿Qué personajes reales hay en tus obras?
He escrito sobre la hija de Stalin, que tuvo un exilio bastante parecido al mío. Yo era mucho más joven cuando me exilié con mis padres, tenía 16 años, ella 40, pero su exilio fue a través de India a Estados Unidos y así fue el de mi familia. O el de Gala Dalí en mi novela La intrusa, también es una exiliada rusa. Un revólver para salir de noche, sobre Nabokov y Vera Nabokov, también es la historia de exiliados. Creo que en el fondo lo que hago es contrastar mi propia experiencia con la de otros exiliados.
Actualmente se vive un furor por la llamada autoficción, ¿qué opinas?
La autoficción ha existido siempre pero no se llamaba así, por eso quizás tenemos la sensación que ahora hay más, pero no lo creo. Por ejemplo, en las novelas de Nabokov, él no habla casi nada más que de sí mismo, de sus experiencias de cuando era pequeño, adolescente, de su primer amor. Tenemos a Iréne Némirovsky, sus novelas más conocidas hablan de su vida y la relación con su madre, incluso Marcel Proust o James Joyce. Lo que pasa es que en aquella época no se le ponía la etiqueta de autoficción y ahora sí.
¿Te sientes con esa etiqueta?
No. Creo que la autoficción se ha vuelto un poquito negativa, no me gusta que se aplique a mí porque francamente, de momento, solo tengo un libro que está basado en mi propia vida. Yo creo que un escritor en su literatura, en su obra, busca la verdad sobre su propia vida, sobre lo que ha conocido y lo que vive a su alrededor, y es lo que nos da realmente la razón para escribir sobre algo que conoces muy bien porque, de lo contrario, no será creíble y no tiene razón de ser.
BSMM