El músico, cineasta, director y dramaturgo mexicano Claudio Valdés Kuri obtuvo el Premio Nacional de Artes y Literatura 2023. En 1997 fundó la compañía Teatro de Ciertos Habitantes que se ha presentado exitosamente, por sus innovadoras puestas en escena, en ciudades de todos los continentes. Entre sus obras destacan De monstruos y prodigios: La historia de los castrati, El automóvil gris, La vida es sueño: Auto sacramental, Artaud en mil pedazos y Del mago al loco, una revelación del Tarot, la más reciente que acaba de culminar temporada. Dentro del ciclo de conferencias “Creadores Escénicos Contemporáneos”, que por segundo año consecutivo se llevará a cabo en el Cenart, Valdés Kuri ofrecerá la conferencia “El autoconocimiento en los procesos de creación de Teatro de Ciertos Habitantes” el miércoles 17 a las 19:00 horas en el Aula José Vasconcelos del Cenart.
¿Puedes comenzar hablando de cómo se han ido ajustando los objetivos de la compañía a lo largo de estos años?
Me da gusto que comencemos por ahí, porque la compañía se está acercando a cumplir treinta años. En realidad, la compañía parte de principios simples, pero con amplias consecuencias. Uno de ellos es, por ejemplo, la preeminencia del intérprete como lo principal del discurso, ya sea como actor, cantante o bailarín. Ya en los últimos momentos, no solo eso, sino también como creador de la dramaturgia; eso ha ido aumentando.
También hemos procurado no repetirnos en fórmulas. Eso tiene, por una parte, una gran fortaleza y puede uno depurar una fórmula hasta el extremo, pero también puede uno caer en la repetición de sí mismo. Esos son principios muy básicos; y hay otro que fue ocurriendo con el correr de los años que es este proceso de crecimiento personal a través de la creación artística. Eso le ha dado un perfil muy claro en los últimos años a los contenidos de los que vamos a hablar. Digamos que esos son los principios básicos de nuestro quehacer. Y claro, el trabajo mismo, aunque va sonar redundante, pero se entenderá: el simple trabajo como colectivo que te acompaña por muchos años. Es decir, no es un proceso de juntarte para un proyecto específico y se acabó y nos separamos, sino que hay una idea de que los saberes, de que los conocimientos que se van haciendo como grupo se preserven. De tal manera que, aunque entre gente nueva, en los procesos largos que tenemos de creación —que es otro principio—, ella se va capacitando en distintos órdenes y también aporta novedad, frescura.
Con eso hemos construido la compañía y en realidad llevamos pocas obras para la cantidad de años que tenemos, pero es por el largo proceso de creación que lleva cada una.
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Después de que dejas el grupo musical Ars Nova y entras a haces teatro, llegas también a la multidisciplina. Al describir a la compañía, se ha usado la palabra “vanguardista” para definirla y eso me lleva de manera personal a que uno de sus objetivos es la ampliación de la percepción que es algo que has manejado. Igualmente se han metido en el hermetismo con la más reciente obra Del mago al loco, una revelación del Tarot, todo esto cómo se liga con la conferencia que vas a dar.
Como te decía, el teatro, aunque uno no lo conozca, es un componente de autoconocimiento. Pocas actividades se detienen a indagar sobre el devenir humano como el teatro. Siempre digo que la psicología comenzó desde los griegos; en realidad todos los que han hecho teatro se detienen a pensar cómo funciona nuestra psique. Tiene un componente de crecimiento personal el enfrentarte a conocer cómo piensa, cómo siente la otredad. Puede ser que te toque encarnar un criminal, pero lo interesante con la actuación es que no hay que crear juicios; no podrías asumir el personaje de alguien que tu enjuicias. Hay que aceptarlo como tal, comprenderlo más que enjuiciarlo, para poderlo encarnar cabalmente.
Entonces hay un autoconocimiento porque vas a confrontar tus propios derroteros, tus propias grandezas, con estos personajes y situaciones que se van a poner en escena. También ha ocurrido algo dentro de la compañía, ahora que hablas del hermetismo, y es que también con esta herramienta hemos traído al salón de ensayos, a los procesos, herramientas de autoconocimiento. En un principio está lo complicado que es mantener un grupo por tantos años. Hay que hacerse de herramientas de toda índole para poder mantener relaciones a largo plazo, que las condiciones las pueda crear el mismo equipo para salir adelante. Lo vimos, por ejemplo, en los primeros años cuando teníamos intensas giras y por meses convivíamos fuera de casa en cercanía absoluta. Se necesitan herramientas para poder mantener esos procesos y es cuando nos hicimos de unas que nos ayudaran a poder apoyarnos, a conocernos y que fueran mejor las relaciones.
Curiosamente, esto se convirtió poco a poco en parte de los contenidos; es decir, hay proyectos de los cuales, a partir de estos procesos de autoconocimiento, se han creado las dramaturgias. Por ejemplo, hay una ópera, El gallo, en la que las herramientas de las hablamos terminaron por ser el eje de la acción: qué están viviendo en su interior al estar confrontando sus propios anhelos o deseos. Ya en Del mago al loco, una revelación del Tarot, la herramienta se convirtió no solo en un motivo de exploración, sino en la dramaturgia misma porque lo que plantea el tarot es un camino de autoconocimiento de una persona que se inicia en algún tipo de nueva condición; por esos los llamamos iniciados cuando las cosas ya no van a ser como antes. Se les llama iniciados cuando pasamos por algo que marca nuestra vida. Esta obra dice en algún momento que si quieres aprender tu verdadero poder de transformación tendrás que entregarte a la más grande instrucción universal: “Conócete a ti mismo”.
Esas son las etapas que voy a nombrar en la próxima conferencia.
Ya que menciones a los griegos, esa búsqueda de la ampliación de la percepción en el teatro ¿no está ligada a la catarsis? Cuando se habla de que una obra hace que se amplíe tu percepción, la gente cree que este estado es permanente.
Tocas el punto esencial. En realidad, todo este trabajo, toda esta preparación básicamente es para llegar a ese instante de catarsis del espectador. Uno espera darle un goce estético, una experiencia que valga la pena, pero básicamente todo el esfuerzo está conducido a poder provocar esa catarsis en el espectador. Es, digamos, la joya de lo que quisiera un artista escénico. Ese instante, que puede ser breve o no, en que el otro se reconoce en ese discurso, en ese personaje, en ese texto y le hace sentido en su vida. Realmente trabajamos para eso; y si no se logra, pues entonces hay que buscarle por otro lado.
En nuestro caso sí va exactamente a lo que dijiste, con la intención de un crecimiento de la conciencia. El espejo es importantísimo, creo que es lo primero que se da en el teatro: vernos reflejados. Yo me veo arriba en el escenario; en mayor o menor grado me reconozco, pero lo que vi me reconozco ahí. Eso es una gran cosa, pero nosotros últimamente tenemos un discurso que tiene que ver con la expansión de la conciencia. Desde muchos y distintos bastiones. Por ejemplo, vamos a hacer una obra para jóvenes en la que estamos utilizando la ciencia para hablar de conciencia; a los jóvenes generalmente hay que presentarles cosas que puedan comprobar. Entonces, nos sirve mucho este discurso.
Un autor alemán ha dicho que la experiencia del arte es semejante a una experiencia con una droga psicodélica como el LSD. Los neuros ahora pueden ver la actividad cerebral y cómo se hacen las sinapsis, pero esa experiencia tiene un límite —lo que dura el efecto de la droga o lo que dura la obra—, no se puede estar iluminado para siempre.
Estás llegando al punto, fíjate. Tienes razón, y además voy a cambiar mi discurso en adelante porque todas las artes buscan esa catarsis; no le llaman catarsis cuando ves una pintura, pero sí lo es, sí hay una cosa que cambia la visión. Creo que, en el fondo, y me parece muy interesante que lo compares con esas experiencias psiconáuticas, lo que busca el arte es que esta separación que tenemos se disipe, que nos demos cuenta que somos parte de un todo.
Hay una expansión de conciencia cuando veo sobre escena o en una ficción o en algún libro. Y entiendo al otro, se me hace menos lejano. Ese que yo pensé que era una persona a lo mejor peligrosa para mi entorno, para mi vida, veo que tiene razones de ser. Es como cuando se reciben a muchos inmigrantes en algunos lugares y comienzas a tener miedo por desconocimiento, cuando el otro ser está buscando lo mismo que todos: salir adelante, tener bienestar. Siento que el arte nos hace romper esas barreras que sentimos de tanta separación, nos ayuda a estar más integrados. Aunque también hay muchos discursos artísticos que separan, por supuesto que sí, y que inciden en la separación al pensar que hay unos buenos y unos malos. Pero no me voy a detener en hablar de ellos, sino en los otros que trabajan de sentirnos menos separados.
Para ti, ¿qué tanto consideras que ayuda en tu desarrollo esta conferencia?
Es una invitación. Yo he dado muy pocas conferencias, pero me doy cuenta también que hay mucha gente queriendo saber de estas cosas. Sobre todo, en esta última obra, Del mago al loco…, mucha, muchísima gente se nos acercaba para preguntar sobre el proceso, quieren saber del texto. De alguna manera no es un abordaje tan común, entonces es una manera de generar para los demás, de poder compartir a través de un drama, de una conferencia o una plática lo que uno ha aprendido y aprender más. Como tú que me has dado unos conceptos que me han cambiado. Ésa es la invitación que gustosamente hago para compartir estos procesos. ¿Por qué pongo de Teatro de Ciertos Habitantes? Porque yo no soy un teórico, voy a hablar de la experiencia que conozco en la práctica. No me atrevería a decir que voy a hablar de procesos de autoconocimiento; voy a hablar del autoconocimiento de esta compañía, y ya.
AQ