Ernesto Kavi: “Jon Fosse busca el silencio porque en él escucha la voz de Dios”

Entrevista

El poeta, editor y traductor mexicano radicado en París, habla en entrevista de ‘Poesía completa. Volumen I’ del Premio Nobel de Literatura 2023, que por primera vez se traduce a otra lengua.

Jon Fosse, Premio Nobel de Literatura 2023. (Foto: Ali Zare | Reuters)
Ciudad de México /

El poeta, editor y traductor Ernesto Kavi (Ciudad de México, 1981) afirma que la poesía es la base de toda la obra del Nobel de Literatura 2023, Jon Fosse (1959), de quien Sexto Piso acaba de publicar en español uno de dos volúmenes de su poesía completa, que por primera vez se traduce a otra lengua.

De visita en México, Kavi, radicado en París, conversa con Laberinto sobre la búsqueda del silencio y lo invisible en la poesía del escritor escandinavo; de la influencia de Federico García Lorca en su obra; de sus conexiones temáticas e incluso de carácter con Juan Rulfo, y de las dificultades para la traducción.

Poesía completa. Volumen I (2022) reúne tres de los siete libros recopilados en la edición (de origen eran 14), que se completará en mayo próximo con el tomo II, según Kavi, responsable de la colección de poesía de Sexto Piso España, con traducción de Cristina Gómez-Baggethun, doctora en Literatura Comparada en la Universidad de Oslo, quien ya ha traducido la prosa y el teatro de su amigo Fosse.

El Nobel dio poemas nuevos que aparecieron en la más reciente edición noruega de su poesía completa.

Kavi comenta que empezó a leer al escritor en otras lenguas desde 2003 y que el proyecto de traducirlo se remonta a 2018, cuando se acercó a su editorial en Noruega para proponerle la traducción de la poesía completa, que —afirma— nunca se había vertido a otro idioma, hasta en esta ocasión al español.

La pandemia obligó a suspender el proyecto, con el que ya estaba de acuerdo Fosse, que se retomó con planes de publicar la poesía completa en 2024, pero el Nobel obligó a adelantar el primer tomo, que se presentó al final en noviembre pasado, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

“Fosse nos ha dado una confianza total. Él es muy reservado, siempre nos responde lacónicamente. Tengo la esperanza de que venga a México porque en el 2018 hablamos de esa posibilidad, pero no había pandemia y el mundo era diferente. Él entonces me dijo que sí, que a México podría viajar, que es un país que le interesa mucho. Pero, ahora, las circunstancias cambiaron mucho. No obstante, aún tengo la esperanza; también con Pascal Quignard era así y finalmente lo convencimos”, cuenta Kavi.

La publicación en español de la poesía de Fosse se suma al boom de ediciones y reediciones de la obra del noruego tras ganar el Nobel: Melancolía justo acaba de reeditarla Penguin Random House; Seix Barral publicó ya Septología y Trilogía y Nórdica Mañana y tarde, en ambos casos con De Conatus.

Con el Nobel a Fosse hubo una polémica por los derechos de su obra para traducirla. ¿A Sexto Piso se le dificultó publicar su poesía completa como consecuencia de esta situación?

No. Creo que fue una polémica que utilizaron las mismas editoriales para promocionarse ellas mismas, más que a la obra de Fosse, porque los contratos son siempre muy claros: se firman, tienen duración determinada… En realidad, no ha habido ninguna polémica, estaba muy claro quién tenía los derechos. Si se fijó usted, nadie se metió con la poesía, nadie habló de la poesía. Con la narrativa ocurrió que De Conatus había dejado de renovar contratos y los había vuelto a firmar justo antes del Nobel, de ahí la ligera polémica. Son polémicas que se crean para beneficio de las editoriales y los grandes grupos.

¿Qué le atrajo de la poesía de Fosse para publicarla? En México se le conocía por su teatro.

Es un autor que conozco desde 2002-2003. Comencé a leer su teatro, que es lo que más se conoce de él. Y fue a través de sus obras que llegué a su narrativa y luego a su poesía. Al irlo leyendo, y también por sus opiniones, me di cuenta de que lo que Fosse más apreciaba era su trabajo poético. De hecho, comenzó como dramaturgo por razones económicas, porque en Noruega se daba ayuda a los dramaturgos y él necesitaba dinero, así que se puso a escribir teatro.

Pero Fosse siempre ha escrito poesía, y la base de toda su obra es la poesía. Y lo que me llamó la atención para publicarlo en Sexto Piso fue que se inscribe en una línea de poetas órficos, que tratan de combatir el nihilismo instalado en nuestro tiempo y en gran parte del arte y de la literatura. Poetas como Hölderlin, Rilke o Trakl, que tratan de alguna forma de volver a la armonía originaria, que puede ser mítica. Y, en general, es del tipo de poetas que he publicado en esta colección. Fosse es el poeta que quería, porque siempre estoy buscando publicar obras mayores. Y estoy de verdad convencido de que Fosse es uno de los pocos premios Nobel que van a quedar en la historia, es un escritor importante.

No había muchas obras de Fosse traducidas al español. ¿Cómo fueron sus lecturas de él?

Empecé por una representación en francés. A partir de ahí busqué todo lo publicado en lenguas que puedo leer (inglés, italiano y francés). En español se había publicado algo y en alemán. De hecho, es curioso que la novela Melancolía fue la primera que se publicó de él en español, en 2005, hace bastante tiempo. Sí tuvimos acceso a él en español, pero se nos olvidó. Y respecto a la poesía, no había traducción del noruego a ninguna lengua. Con la edición de Sexto Piso en dos volúmenes es la primera que se traduce en cualquier lengua, tenemos la fortuna los hispanohablantes de conocer su obra poética.

Los libros incluidos en este primer volumen muestran una poesía de Fosse muy peculiar en temas y estilo, con poemas breves, versos cortados, sin gran musicalidad. ¿cómo la valora usted?

Toca un tema esencial. El estilo de Fosse se va depurando (de libro en libro); busca el silencio, una lengua de la pobreza, minimalista, porque para él la escritura es una forma de comunión y no de comunicación. Eso es esencial, porque ahora se entiende la literatura como comunicación, y él no; escribir es una forma de rezar para él. Él es católico, algo extraño en Noruega, donde casi todos son protestantes. Se convirtió al catolicismo porque su forma de escribir y estilo no eran compatibles con el ateísmo, él está buscando la luz en el silencio. No estoy de acuerdo con que no hay musicalidad, porque él trata de usar esquemas musicales cuando escribe poesía. Una de sus grandes influencias es Bach, y a partir de ahí, de una música tan potente como la de Bach, busca el encuentro con Dios. Fosse lo declara: busca el silencio porque en el silencio escucha la voz de Dios. ¿Cómo se traduce eso de un estilo desprovisto de todo, que trata de alejarse de las palabras para encontrarse cuerpo a cuerpo con su dios?

Es la primera vez que Cristina traduce poesía. Estuvimos trabajando bastante los poemas; ella hacía unas versiones y entre los dos terminábamos de ajustarlas, con esto me ayudé sí del noruego. También, es importante decirlo, Fosse escribe en el nuevo noruego (nynorsk), que es el idioma que utilizan los campesinos, los pescadores, la gente más humilde. Y eso fue una elección de él, que dice mucho de su concepción estética, porque él quiere escribir en la lengua de los humildes, los más cercanos a la tierra, porque para él Dios está presente en la tierra, en lo que vemos, no es una figura alejada de nosotros y que se necesita un tipo de liturgia para acercarse a Dios, sino el caminar entre los árboles, en el bosque. Fosse pasa muchísimo tiempo en la naturaleza y, como muchos noruegos, ven o sienten que hay algo sagrado en la naturaleza, el estilo se ve afectado con esta lengua, que es una lengua de la tierra.

Portada de ‘Poesía completa. Volumen I’, de Jon Fosse. (Sexto Piso)

¿Qué diferencias hubo con palabras en ese nuevo noruego para hallar las justas en español?

Una de las grandes influencias de Fosse es Federico García Lorca, y él nos insistía mucho en que la música de García Lorca era la música que él buscaba tanto en las piezas de teatro como en sus poemas. Y es verdad que tiene algunas figuras o expresiones —él no lee español; ha leído a Lorca en traducción—, para las que entonces había que detectar estas similitudes entre uno y otro y volverlas a adaptar al español; había que tener un buen ojo y oído para detectar a García Lorca.

Eso por un lado. Y la gran dificultad, sobre todo al ser una lengua que busca estar desprovista de todo, a medida que avanzamos en la traducción, los libros también se van depurando, las palabras son casi cosas, objetos que existen por sí solos, y no era tan complicado traducirlas, excepto en dos o tres poemas en los que Fosse hace juegos de palabras en noruego, y eso fue lo más difícil, porque había que hacer esos juegos en español y no había manera que quedaran tan perfectos como él los había hecho; nos acercamos lo más que pudimos, pero siempre se sabe que una traducción también traiciona algo del texto, traiciona y salva, también. Yo no estoy de acuerdo en que la traducción de poesía sea imposible, realmente tengo fe en que la belleza y lo esencial, lo indestructible, de la poesía siempre se transmite a otra lengua, y creo que Cristina Gómez-Baggethun lo ha logrado con esta traducción.

Quizás sea muy atrevida la comparación. Sexto Piso publicó en esta colección la traducción que hizo Juan Rulfo de Las elegías del Duino, de Rilke. A partir de la temática, el estilo de la poesía de Fosse, la influencia de García Lorca, ¿qué relación puede haber entre Fosse y Rulfo?

Me parece una pregunta muy acertada, porque en Noruega mismo se habla de una relación entre Rulfo y Fosse, y yo creo que esta pasa a través de Rilke. Curiosamente, y esencialmente, el tema en el que coinciden los tres es la muerte. Desde luego, hay diferencias entre los tres, pero una coincidencia es la muerte, y, sobre todo, en la creencia en aquello que es invisible, tanto en Rulfo como en Fosse, aquello que es indestructible, que es la parte que nos acerca a lo sagrado, o si no a lo sagrado, a esta otra parte no material que es la que nos sostiene. Por ejemplo, con Rilke a aquellos que hacían la transmisión entre el mundo visible y el invisible les llamaba los “ángeles”, que eran una versión muy rilkeana porque no eran los ángeles católicos, sino algo extraño. Para Fosse y para Rulfo esa parte que nos comunica con la parte invisible es la muerte, en los poemas de Fosse es una presencia continua.

Hay un poema muy bello, “Los zapatos rojos”, que habla de la muerte de su abuela, quien fue esencial porque él se crió con ella en el campo. Era una campesina muy pobre, no sabía leer, y ella le enseñó la dignidad de la pobreza y de la precariedad. Y el poema habla de unos zapatos rojos que la abuela nunca pudo tener, y de alguna forma con esos zapatos rojos, que nunca existieron, logra establecer una comunicación con ella y mantenerla viva. Justo aquello que no existe, aquello que es invisible, es lo que nos salva y nos permite preservar la vida de los otros, y me parece que eso también está en Rulfo, él y Fosse coinciden en un mundo de lo invisible y al mismo tiempo de lo indestructible.

El tema de los ángeles está en libros de Fosse incluidos en el volumen, como Ángel con agua en los ojos, que por varias razones me remitió también a Sobre los ángeles, de Rafael Alberti.

Claro, tiene toda la razón. Por ejemplo, la literatura alemana se nota que ha tenido una gran influencia en Fosse pero al punto de que él traduce poemas al noruego de Trakl o Hölderlin y cambia dos o tres pequeñas cosas; de alguna forma él firma los poemas de ambos, los adopta como si fuesen su propia obra. Esa también fue una dificultad para la traducción, porque no debíamos traducir desde el alemán, sino desde su noruego, que es un noruego diferente, si bien eran traducciones que hacían al noruego muy cercano al alemán, había dos o tres palabritas que había que cambiar y que era necesario conservar ese cambio. Y también palabras donde cambiaba la musicalidad del poema.

Están en los poemas la apropiación de la obra de otros poetas y la originalidad de Fosse. Puede abrir debate: ¿es lícito que firmemos como obra nuestra la traducción que hacemos de otro poeta? Creo que sí, que es lícito, los poetas se alimentan de esos poemas y los han incorporado a tal punto que ya son de ellos. Es lo que decía Rilke, que había que incorporarlo todo hasta olvidarlo, y hacerlo parte nuestra.

AQ

  • José Juan de Ávila
  • jdeavila2006@yahoo.fr
  • Periodista egresado de UNAM. Trabajó en La Jornada, Reforma, El Universal, Milenio, CNNMéxico, entre otros medios, en Política y Cultura.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.