Hasta que entró a la Universidad Intercultural en Chiapas en 2015, Susi Bentzulul, tsotsil de San Juan Chamula, se enteró de que su lengua tiene estructura gramatical, que se puede escribir en ella y leerla, que puede hablar sobre la violencia que se ejerce sobre mujeres y niñas indígenas en sus comunidades.
Y eso hizo, leer, escribir, traducir. En paralelo, descubrió la poesía al entrar a un taller de literatura tsotsil-tzeltal que impartía en San Cristóbal de las Casas la asociación civil Unidad de Escritores Mayas-Zoques (Unemaz), fundada en 1991 por Jacinto Arias, entre otros escritores indígenas locales.
Su primer poemario, Tenbilal Antsetik / Mujeres olvidadas, apareció apenas en enero de 2023, en una edición bilingüe del Fondo de Cultura Económica, que se agotó de inmediato y ya va en la reimpresión.
Bentzulul (1995), becaria en el Programa de Escritura Creativa del Programa Internacional de Escritura de la Universidad de Iowa en 2021, asumió ya la misión de llevar su libro a las comunidades tsotsiles, a sus escuelas, para fomentar la lectura y la escritura en los alumnos indígenas en su propio idioma.
“Tenbilal Antsetik / Mujeres olvidadas empezó como un proyecto desde 2017 para hablar de situaciones de violencia que estamos padeciendo como mujeres; lo centré en mi pueblo tsotsil, el municipio de San Juan Chamula, Chiapas, que ha enfrentado múltiples violencias, racismo, discriminación, pero en el que también hemos vivido violencias físicas, sexuales y feminicidas, que son temas que no se tocan, no se hablan, se normalizan y naturalizan, a través de estas normas comunitarias que tenemos en el pueblo.
“El libro surge como una necesidad de poder nombrar y decir a través de la poesía. Y es una manera de catarsis, de poder hablar de mi historia, de la de mis abuelas, de la de mis ancestras, y posteriormente de otras niñas, otras mujeres a las que a mí me ha tocado acompañar en estos proceso tan difíciles. Es mi propia experiencia y después del momento de acompañar a otras mujeres”, dice en entrevista la Premio Estatal de la Juventud 2021 en Fortalecimiento a la Cultura Indígena y becaria del Fonca 2019.
Curioso. Se trataba en origen de su proyecto de investigación de posgrado pero pesó más la poesía en Susi Bentzulul, licenciada en Lengua y Cultura por la Universidad Intercultural de Chiapas y maestra en Estudios e Intervención Feministas en el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica, que ahora está realizando su tesis de doctorado sobre análisis de poesía de mujeres jóvenes indígenas.
“El poemario lo había pensado como un protocolo de investigación para mi tesis de maestría, pero como ya tenía tres años dedicada a la poesía, me dije: ‘Mejor lo voy a hacer un poemario’. Sentí que podía expresar mejor mi historia y la historia de otras compañeras en poemas, en versos, en estrofas”.
Tenbilal Antsetik / Mujeres olvidadas se divide en: Yayijem Ch’uleletik (Almas heridas), Pojbil Nopbenal Xchi’uk Takupal (Cuerpos y sentimientos despojados) y Ts’ijil Ayejetik (Voces silenciadas). El primer apartado está dedicado a las violencias físicas, la discriminación que viven como mujeres tsotsiles en sus pueblos; el segundo trata la violencia sexual y el último aborda la violencia feminicida.
“El feminicidio es un tema del cual no se habla. No hay cifras de cuántas mujeres son víctimas dentro de los pueblos indígenas, no se nombran como feminicidios y se quedan en total impunidad debido a normas comunitarias que los invisibiliza, se dicen que eso no es violencia y se quedan en lo oculto.
“Tenbilal Antsetik es una manera de nombrarlos y denunciarlos y de decir que esto también está pasando en los pueblos indígenas y no nada más romantizar a los pueblos indígenas como siempre se ha hecho, que existe sí la espiritualidad, los rituales, la cosmovisión tsotsil, sin embargo hay también mucha violencia que se está ejerciendo sobre los cuerpos de las niñas y las mujeres”, expone la poeta, que ha presentado ya su libro vestida con su atuendo tradicional chamula conocido como Tsek Chil.
¿Cómo descubrió la poesía?
En 2015 empecé con mis primeros ejercicios de escritura. Me inscribí a un taller de literatura tsotsil-tzeltal, que promovió la Unidad de Escritores Mayas Zoques en Chiapas, justo en San Cristóbal, y a la par estaba yo ingresando a la universidad. Yo no sabía escribir en tsotsil ni leer, y cuando ingreso a la universidad sí fue muy diferente, porque uno lo habla comúnmente con la familia, en la comunidad, en los espacios en los que está, pero cuando ingreso a la universidad me doy cuenta que no sabía escribir, que no conocía ni la estructura, ni la norma gramatical de mi idioma. Al mismo tiempo abren este taller para hacer ejercicios de poesía en tsotsil. Y me dije que necesitaba aprender más.
¿Por qué optó por escribir en tsotsil?
Fue una manera de ir contra esta hegemonía lingüística que se nos ha impuesto de pensar solamente en español. Toda mi educación, desde la primeria hasta ahorita el posgrado, ha sido en español. Es una manera de rebelarme contra este sistema de que únicamente hay que pensar y escribir todo en español. También nuestra lengua, nuestro idioma, tiene una estructura y una gramática e igual se escribe en él.
¿Qué descubrió en el tsotsil al poder leerlo y escribirlo?
Algo extraordinario cuando me adentré a este mundo de mi propio idioma, que era un derecho que el sistema educativo me había negado desde un inicio, porque soy hablante de tsotsil y se me negó aprender a leer, escribir e incluso traducir, porque la traducción también es un arte súper complejo. Adentrarme en mi propio idioma también fue rebelarme, decir que también el idioma tiene estructura, gramática, abecedario, algo impensable cuando estaba en la secundaria o preparatoria. Hasta que me di cuenta de eso en la universidad, me sentí bien, orgullosa de poder leer y escribir en mi propio idioma.
Chiapas ha tenido grandísimos poetas. ¿Se vinculó con sus obras?
En realidad, cuando ingreso a este taller de poesía tsotsil-tzeltal en 2015 fue mi primer acercamiento a la literatura y a la poesía, y fue con la poesía en lenguas indígenas. Empecé a conocer a poetas en lenguas indígenas, compañeros tsotsiles y tzeltales en Chiapas, que ya venían haciendo un trabajo de muchos años en la escritura y sobre todo en la poesía. Y de ahí empecé a conocer a las pioneras, compañeras tsotsiles como Ruperta Bautista o Enriqueta Lunez, fundadoras de la Unidad de Escritores Mayas-Zoques, que ya llevaban tiempo fomentando estos procesos de escritura en tsotsil y tzeltal.
¿Por qué tradujo sus poemas al español? ¿Por qué no hicieron la traducción otras poetas?
Somos personas bilíngües. Y eso te da la posibilidad de moverte en dos mundos, en dos espacios, de repente estás ahí, de repente estás allá. Ahorita estoy pensando en español y al rato puedo hacer una llamada en tsotsil con mi mamá. Esa es la posibilidad que nos da ser bilíngües: poder crear en tsotsil y traducir eso al español; o bien, crear en español y traducir al tsotsil, viceversa. Se tiene esta idea errada de que un escritor en lengua indígena primero tiene que escribir en su idioma y luego traducir al español, cuando existe la posibilidad de escribir en español y luego traducir en tsotsil. Es una de las ventajas que tenemos, yo la veo como ventaja: moverme en estos dos mundos siendo bilingüe.
Pensaba más bien en la sentencia: traduttore, traditore. ¿Cómo no tergiversar o traicionar la poesía de una lengua a otra?
Al trabajo de la traducción no se le ha reconocido como tal. Siempre nos ha ocurrido, como escritores en lenguas indígenas, que cualquier persona nos pide traducciones sin darse cuenta de lo complejo que es para nosotros traducir. Es una responsabilidad para nosotros, para que nuestros lectores en tsotsil puedan recibir el mensaje que nosotras queremos dar en un poema. También en español es una responsabilidad que alguien nos pueda leer. Debemos tener esa responsabilidad como escritores bilingues. Yo podría recurrir a mis compañeras, pienso en Enriqueta y Ruperta, que han hecho un arduo trabajo en cuanto a temas de poesía, pero no es tan sencillo que yo diga: “Tengo un poemario ¿lo puedes tú traducir?”, porque requiere de mucho esfuerzo, de mucho tiempo, son meses, años. No es tan sencillo de traducir este libro, es súper complejo hacer entender este mensaje. Traducir tendría que ser un trabajo remunerado, en realidad tendría que haber yo pagado por ese trabajo. Pero, estuve cuatro años en la licenciatura en Lengua y Cultura, aprendiendo a leer, escribir y traducir en mi idioma. Así que lo tomé como un ejercicio de lo que aprendí durante esos años en la universidad.
En ese mundo de poesía indígena ¿por qué epígrafes de Alfonsina Storni y Alejandra Pizarnik?
Esto fue con el paso del tiempo. Después de haberme formado en este taller en lenguas indígenas, fui agarrando disciplina para hacer más ejercicios de lectura y asistir a talleres de poesía. Tomé talleres con Javier Molina, Óscar Oliva, en Chiapas. Con ellos era un constante estar haciendo ejercicios de escritura y lectura. Ahí conocí a estas compañeras Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik o Emily Dickinson, que han sido parte de mi inspiración porque ellas también tocan los temas tan fuertes, tan dolorosos y tan oscuros en sus poemarios, que son la línea en que está mi libro Tenbilal Antsetik.
¿Y en qué momento se asumió como poeta?
Fue algo complejo. Entiendo que el trabajo de la escritura y de ser poeta requiere mucha disciplina, de mucha constancia, de estar haciendo ejercicios. Lo decía el maestro Óscar Oliva. Es difícil llegar a nombrarse poeta, incluso ahorita que estoy en el diplomado de literatura Xavier Villaurrutia es complejo, hay mucho que estar aprendiendo, mejorando. Creo que es un proceso difícil el asumirse como poeta, con el tiempo que pasa uno lo va comprendiendo o no sé. Qué pregunta tan difícil.
Pero, al final de la entrevista, Susi Bentzulul acepta asumirse como poeta y accede a la necesidad de este reportero de escuchar alguno de sus poemas en tsotsil. Ella toma uno, lo lee. Y lo repite en español.
Mujer (Ants)
¡Mujer!¿Cómo nombrar tu cuerpo destruido?¿Cómo exhumarlo del silencio?¿Cómo salvar tu rostro del olvido?Si pronuncio tu nombre, los versos sangran.Si intento recordarte, tu imagen huye.Toda tú te desvanecestu rostro ajado,tus ojos carcomidostu alma lacerada.¡Mujer!¿Cómo desahogar esta impotencia?¿Cómo aguantar tanta rabia sin reventarme las venas?¡Mujer!Por favor, dime:porque cada partícula de mi cuerpo exige—pide a gritos—una respuesta.
AQ