Hace poco más de diez años leí la edición bilingüe de El arte de ser feliz de Schopenhauer y los tres tomos de Eusebi Colomer de El pensamiento alemán de Kant a Heidegger, que me introdujeron a esa filosofía que marcaría desde entonces mis intereses más profundos. Esos fueron mis primeros libros, traducciones publicadas por Herder, a los que siguieron muchos otros, impecablemente traducidos, sobre todo de filósofos alemanes. En la reciente FIL de Guadalajara pude coincidir y platicar con Raimund Herder, director de la editorial española que lleva su apellido, con quien me une el amor por la filosofía alemana.
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—Doctor en filosofía y editor, ¿a qué tipo de filosofía le apuestas, en qué forma de hacer filosofía crees?
Vengo de una tradición clásica de la filosofía, estudié filosofía en Alemania. Los textos del siglo XVIII, XIX e inicios del XX, me fascinan. Estudié la fenomenología de Edmund Husserl, que creo que sigue siendo vigente y es la gran aportación a la filosofía del siglo XX, y sigue vigente. Sabemos que autores como Heidegger, Eugen Fink, o franceses como Sartre, Foucault, desarrollaron la fenomenología y la llevaron a un contexto sociohistórico concreto. Reconocer este pasado me parece importante porque marca el pensamiento actual. Sin embargo, creo que también ha llegado el momento en que la filosofía debe reinventarse. Volver a donde estaba antes, a la plaza pública, al ágora socrático. Aunque creo que la universidad es importante porque la universidad es el control de calidad, la filosofía no pertenece a la universidad, ni puede encerrarse en esa torre de marfil, pues corremos el riesgo de que entonces no salga. Se tiene que ser consciente de este peligro y salir de verdad a hacer un trabajo pedagógico, no como un trabajo de ideología, sino como una labor de llevar a los jóvenes, y a cualquier persona, al pensamiento. La filosofía enseña a pensar y criticar, y para mí esa es la condición más esencial en una democracia que funciona.
—¿Un libro de filosofía puede ser un bestseller?
La filosofía tiene al menos el potencial de venderse. Esto depende de cómo se presenta. Los libros muy académicos escritos para otros académicos venden muy poco. Pero tenemos autores que se dirigen a un público no académico como Byung-Chul Han, un filósofo coreano que vive en Berlín y escribe en alemán. Su libro La sociedad del cansancio ha vendido alrededor de 35 mil ejemplares, muchos de ellos en México, así que lo considero un bestseller o un pequeño bestseller, porque es un autor que se lee y se compra mucho.
—Herder no es sólo un sello editorial, es también un proyecto de divulgación del conocimiento en el ámbito especializado y entre el gran público.
Más allá de los libros que publicamos —que son unas 70 novedades al año y la reimpresión constante de nuestro catálogo de alrededor de 1700 títulos vivos—, también tenemos el proyecto de Argumenta philosophica, la única revista académica de filosofía, que no pertenece a una universidad, en el mundo hispanohablante, la única independiente.
En segundo lugar, tenemos tres portales, el primero es Encyclopaedia Herder. Nuestra editorial es quizá la editorial en castellano que más diccionarios temáticos en humanidades tiene. Para nosotros, sería una gran pena que el fondo de estos diccionarios, que son trabajos maravillosos, se perdiera; por ejemplo, la Enciclopedia de obras de filosofía de Franco Volpi, o el Diccionario enciclopédico de sociología de Hillman. La idea de Encyclopaedia es crear un portal de consulta lexicográfica en filosofía, sociología, teología y los campos que estamos trabajando.
Otro es un portal de reseñas que está a punto de salir, en el cual se recuperan las reseñas que se han publicado en múltiples espacios sobre nuestros libros, con la idea de mantener viva esta información que siempre es muy útil.
Y el tercer proyecto que nació hace año y medio es Filosofía & Co., un portal de noticias y contenidos alrededor de la filosofía. Es un portal que busca tener un nivel divulgativo, que se dirige a lectores y lectoras interesados en la filosofía, no necesariamente provenientes de la academia. Y con grata sorpresa hemos confirmado que la filosofía interesa mucho. Las cifras aprueban el éxito de este portal, ya que tenemos alrededor de 400 mil visitas por mes a Filosofía & Co.
—¿Qué piensas de la lectura de la filosofía en Latinoamérica? ¿Es suficiente o se lee poco?
El mercado latinoamericano es muy complicado. Si hace 30 años vendíamos dos tercios de los libros en Latinoamérica y un tercio en España, hoy es casi al revés, ¡lo cual es absurdo! porque España es un país muy pequeño si lo comparas con el enorme mercado de Latinoamérica. Cada vez es más difícil exportar libros, y sufrimos muchísimo la piratería aunada a las crisis de las universidades en los presupuestos para la compra en bibliotecas. La buena noticia es que nos seguimos manteniendo y publicando libros con éxito, a pesar del entorno, un poco complicado.
—Más allá de lo editorial y de la divulgación del conocimiento, ¿qué otros intereses humanistas tiene Herder?
Nuestra labor la guía el muy antiguo valor del fundador de la editorial, Bartolomeo Herder, quien desde 1801 consideraba que el libro es el medio a través del cual se pueden cambiar o mejorar las sociedades. Antes de la Ilustración, los libros llegaban a muy pocos miembros de la sociedad, eran leídos por una clase muy alta o culta, y nadie más participaba. Con la Ilustración, y sobre todo con la Revolución francesa, nació la intención de que el conocimiento y la educación deberían estar al alcance de todos, y la herramienta para ello eran los libros. Creo en ello y así quiero entender mi trabajo.
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