Desde el momento en que empieza la entrevista vía remota, Bárbara Tijerina sonríe de manera franca; cuando comienza la charla sobre lenguaje y comunicación, se nota a leguas su pasión y conocimiento sobre el tema.
Hace unas semanas publicó su libro Lenguaje sin palabras en el que habla de las emociones y expresiones como parte de la comunicación no verbal, y de cómo generan una conexión entre los seres humanos. A través de poco más de 100 páginas invita a los lectores a generar una forma de comunicación más eficiente eliminando las barreras de contacto.
“El lenguaje no verbal se remonta a Darwin, en 1872, que estudiaba las emociones y cómo se manifestaban. Si sabes leer las emociones de los demás puedes conectar mejor, además aprendes a anticipar, y eso es importante trabajarlo para generar mejores vínculos, es vital. Los niños los saben hacer muy bien, por ejemplo”, destacó en entrevista con M2.
Lenguaje sin palabras describe cómo comunicar no es solo dar información, sino también transmitir, conmover, persuadir, emocionar y hacer sentir a través de los gestos, la postura, la forma y el tono de voz. Como lo dice el subtítulo de la publicación: “Aprende a leer el lenguaje no verbal y mejora tus habilidades de comunicación”, se trata de una guía para el lector, y es que, como resalta Bárbara, la comunicación no verbal representa 93 por ciento del impacto que las personas provocan en los demás.
“El lenguaje no verbal va en dos sentidos: saber leer a los demás –entender cuál es exactamente la emoción que tiene– y proyectar, cómo te ves, te sientes y te proyectas”, explica.
Siempre suponemos
La especialista habla sobre lo bien que suena lo de no hacer suposiciones respecto a las personas, pero acepta que es algo inevitable, y más bien resalta la importancia de trabajar en la receptividad de observar y sabernos observados en nuestra vida diaria.
“Hay un libro que se llama Los cuatro acuerdos, de Miguel Ruiz, uno de los acuerdos es no supongas, lo cual es contra natura; el cerebro todo el tiempo necesita hacer injerencias y predicciones porque es lo que te lleva a sobrevivir. El cerebro hace asociaciones, incluso lee el miedo; depende de tu habilidad de saber observar ciertas cosas para sobrevivir”, enfatizó Bárbara.
De acuerdo con la autora, el lenguaje no verbal también se vincula con la inteligencia emocional y, de hecho, se estudian diversas ramas para entender mejor el cuerpo y la mente.
“No existen emociones buenas y malas, todas nos sirven para sobrevivir; todos tenemos un miedo ancestral de alerta, si no lo tuviéramos tal vez no nos fijaríamos al cruzar la calle. El miedo es información importante para sobrevivir, es energía vital; también el enojo nos ayuda, por ejemplo, a poner límites. Las emociones nos sirven para sobrevivir en inteligencia”.
Bárbara lleva más de diez años estudiando la inteligencia emocional, se confiesa una persona muy observadora y reconoce que se interesó por este tema cuando aprendió de todas las ciencias que hay detrás del lenguaje no verbal: psicología, antropología, biología y neurociencia, entre otras.
“Lo decía Aristóteles hace un montón de años, debe haber una congruencia entre Logos, Ethos y Pathos —ser, hacer y parecer. Si toda tu comunicación va en esa dirección eres más creíble y logras tus objetivos. Como siempre digo: para serlo, primero hay que parecerlo”.
Este libro es una invitación a entrenar el músculo de la observación, ahí está la información, solo hay que aprender a descifrarla. Son técnicas que sirven en todos los ámbitos de la vida, desde las relaciones de parejas, los negocios, las ventas, la política… “Vas a descubrir que puedes leer las emociones de los demás, para conectar. La verdadera empatía es poder leer la emoción en el otro”, afirmó convencida la autora.
“Hay veces que nos pasamos pensando mucho en lo que vamos decir, por ejemplo en una entrevista de trabajo, limpiamos una y otra vez nuestro currículum, y lo que de verdad importa es lo que dices y cómo lo dices. Hay un estudio de Harvard que explica que dos terceras partes de lo que las personas comunican son del área no verbal: movimientos, expresiones, volumen y velocidad de la voz, entre muchas cosas”.
Hay una parte del lenguaje no verbal que es innato, no lo piensas; nadie nos enseñó a sonreír, por ejemplo; hay otra parte que se aprende y es cultural. Y es ahí en donde entra Lenguaje sin palabras, una herramienta muy útil para comunicarse mejor.
“El cerebro necesita hacer injerencias y predicciones todo el tiempo”.
Claves
A la venta
El libro se puede encontrar en tiendas departamentales, en librerías, como Gandhi y El Péndulo, y en plataformas digitales.
Experta en comunicación con más de 10 años estudiando la inteligencia emocional.
bgpa