Los fusilamientos de 1956

Ensayo

Operación masacre, la novela documental de Rodolfo Walsh, se publica por primera vez en México bajo el sello de la UNAM

Rodolfo Walsh tuvo el arrojo de hacer público uno de los momentos más atroces de la mal llamada Revolución Libertadora (Foto. Secretaría de Cultura d
Guadalupe Alonso
Ciudad de México /

Una conversación casual en un café de La Plata marcaría el destino del escritor Rodolfo Walsh. Fue así como se enteró de los fusilamientos de junio de 1956 en un basural de Buenos Aires. “Seis meses más tarde”, escribe, “una noche asfixiante de verano, frente a un vaso de cerveza, un hombre me dice: ‘Hay un fusilado que vive’ ”. A partir de ahí comienza el periplo de un joven en sus treinta, sin interés en la política y apasionado de la novela negra. Estamos en una Argentina convulsa, a un año de la caída de Perón. Tras un golpe de Estado cívico-militar de la llamada Revolución Libertadora se instaura el gobierno dictatorial presidido por Pedro Eugenio Aramburu.
Rodolfo Walsh no tarda en localizar al fusilado que vive. Su nombre, Juan Carlos Livraga. “Miro esa cara”, dice Walsh, “el agujero en la mejilla, el agujero más grande en la garganta, la boca quebrada y los ojos opacos donde se ha quedado flotando una sombra de muerte”. Walsh escribe la historia de Livraga de un tirón, pero no hay quien la publique. La prensa opera bajo censura; sin embargo, el impulso de Walsh no cesará. Finalmente, encuentra un espacio en el semanario Revolución Nacional, paradójicamente un medio de derecha. “Fue una elección forzosa, aunque no me arrepiento de ella”, dice. “Durante varios meses he presenciado el silencio voluntario de toda la prensa seria en torno a esta execrable matanza, y he sentido vergüenza”.

Es Livraga quien le informa de otro fusilado vivo. Y el hilo comienza a extenderse. Serán siete los sobrevivientes. ¿Quién puede librar la vida ante una orden de fusilamiento? ¿Cómo lo consiguieron estos hombres? Walsh se mete de lleno en la investigación. Habla con otros fusilados vivos, con testigos presenciales, familiares de las víctimas, conspiradores y prófugos. Expurga archivos, reúne pruebas materiales, versiones taquigráficas de sesiones secretas. Recoge una historia aterradora que será publicada por entregas en la revista Mayoría. 

En julio de 1957 sale a la luz Operación Masacre, una novela documental en la que Walsh narra los hechos a partir del levantamiento peronista de civiles y militares comandado por el general Juan José Valle para derrocar a la Revolución Libertadora. “Va a comenzar la lucha más espectacular de toda la intentona revolucionaria”. El general Valle y otros 17 militares serán fusilados públicamente, mientras que 18 civiles inocentes serían detenidos esa misma noche para compartir el mismo destino, aunque de manera clandestina.
En el primer capítulo, “Las personas”, Walsh describe las horas previas a la detención. Penetra la intimidad de los personajes, visita sus casas, habla con las familias, amigos y vecinos. Después describe “Los hechos”: las sublevaciones de aquella noche, los enfrentamientos, el desconcierto de los detenidos mientras son llevados a la comisaría; la sospecha, el miedo, la vana ilusión de la mañana siguiente cuando son trasladados en un camión con rumbo incierto.
En el último capítulo, Walsh muestra “Las evidencias”. El jefe de la policía enfrenta un problema grave: “ha detenido a una docena de hombres antes de entrar en vigor la ley marcial. Los ha hecho fusilar sin juicio. Y resulta que siete de esos hombres están vivos”. Más adelante expone la confesión “pueril” del jefe policiaco, así como el expediente Livraga y el “oprobioso” fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para culminar con el juicio y ejecución del dictador, Aramburu.
Más allá del valor literario y el arrojo de Walsh al hacer público uno de los momentos más atroces de la mal llamada Revolución Libertadora, Operación Masacre plantea una reflexión sobre temas que van de la libertad y los derechos humanos a la censura, la violencia y la impunidad, que encuentran cauce en una sociedad donde prevalece el malestar y cuyas instituciones carecen del sustento necesario para contener los abusos del autoritarismo. “Relaté estos hechos tremendos para darlos a conocer”, apunta Walsh, “para que inspiren espanto, para que no puedan jamás volver a repetirse”.
Operación Masacre se publica por primera vez en México en una edición de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, a través de la Dirección de Literatura. Se trata de una “pieza fundamental de las letras latinoamericanas”, asegura Jorge Volpi. “La publicación de Operación Masacre en 1957 no solo trastocó la literatura; la propia vida de Walsh dio un vuelco que lo condujo a una militancia política más activa. Siguiendo su estela, a la postre su hija María Victoria se suicidaría para escapar de una redada”.
El libro incluye los epílogos de la primera y segunda ediciones, y la “Carta abierta de un escritor a la junta militar”. Walsh la enviaría por correo el 24 de marzo de 1977 a diarios locales y extranjeros. Al día siguiente, sería secuestrado por un “grupo de tareas”. Desde entonces se desconoce su paradero.


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