“Malintzin no fue una traidora”: Clementina Battcock

Hace 500 años, en Tenochtitlan ocurrió un choque de culturas que debe entenderse en su propio contexto, así como tiene que investigarse el papel de la mujer en el mundo indígena, afirma la historiadora mexicana.

Doctora en Historia por la UNAM, es miembro del SNI, nivel I y profesora investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del INAH. (Especial)
Guadalupe Alonso Coratella
Ciudad de México /

Doctora en Historia, especialista en estudios sobre las crónicas novohispanas de tradición indígena, Clementina Battcock aborda en esta conversación los antecedentes de la Conquista de México, así como el papel de la mujer, la simbología, las costumbres y los sueños de quienes habitaron y gobernaron la cuenca de México antes de la llegada de los españoles.

Doctora en Historia, especialista en estudios sobre las crónicas novohispanas de tradición indígena. (Jesús Quintanar)

¿Cuándo y cómo se da el proceso de la Conquista?

Antes de la llegada de Cortés existía una multiplicidad de pueblos con diferentes tradiciones, diferentes culturas y prácticas. Es lo que han denominado los historiadores y arqueólogos como el Posclásico tardío, un periodo de conflictos y tensiones entre diferentes grupos. El ejemplo más concreto lo tenemos en la cuenca de México donde se centra el poder a partir de una organización tripartita liderada por México-Tenochtitlan, Tlacopan o Tacuba y Texcoco. Este intento de equilibrar el poder no deja de lado las tensiones de los diferentes centros. Hay que romper esta utopía, esta idea de que antes de la llegada de los hispanos en esta tierra había un equilibrio. Al contrario, encontramos sendas guerras, conflictos. Los tenochcas desplegaron su gran maquinaria militar en torno a la necesidad de expandirse a otras tierras para adquirir bienes, pero venían desde diferentes lugares de lo que hoy es la República mexicana.


¿Estaban conscientes de la llegada de expediciones desde otros territorios?

Recordemos que Cortés es la tercera expedición que llega proveniente de Cuba, antes hubo dos más, la de Grijalva y la de Córdoba y Grijalva, con órdenes diferentes. Sabemos que en la península de Yucatán hubo naufragios, de ahí ciertos personajes históricos que además son parte del proceso de la Conquista, como Gonzalo Guerrero. Se sabe que hay gente que viene, que tienen otras características físicas y que provienen de lugares que ellos no reconocen.

Dadas las circunstancias, ¿cómo reciben la llegada de Cortés?

Lo primero que tenemos que anclar es que la narrativa en torno a la llegada de Quetzalcóatl está en duda. Posiblemente responde a un concepto decimonónico de cómo se construye y cómo se vuelve a narrar la Conquista con otras motivaciones políticas, con autores que están contextualizando la Conquista para entender los problemas del siglo XIX. Todo parece indicar que nunca hubo esta idea de que eran deidades. Esto podemos deducirlo también por el hecho de que son muy observados todo el tiempo desde que llegan a Cozumel. Ven que están comiendo comida de ellos, que tienen deseos sexuales. Posiblemente lo que llamó la atención o la curiosidad es de dónde provenía esta gente con estos usos y costumbres tan extraños. Otra cosa que llama la atención no es solo la ropa que portan y los caballos, sino su aspecto físico, los olores que emanan. Sabemos que el hombre mesoamericano tenía un vínculo muy cercano con los olores, con las fragancias, con el baño, el agua, y estos hombres barbados no huelen bien. Esto contrasta ante una cultura en la que el baño, los perfumes y los afeites son muy importantes en la estética, no solo de los gobernantes sino de todo el pueblo mesoamericano.

Clementina Battcock aborda en esta conversación los antecedentes de la Conquista de México. (Jesús Quintanar)

¿Qué otras características habría que destacar sobre esta cultura?

Cada vez nos adentramos más desde la historia y la arqueología. Conocemos más sobre los gobernantes, la idea de familia, la importancia de los linajes, de ser hijo de. Hemos puesto el ojo en el rol de las mujeres. Hasta hace unas décadas no se les reconocía un papel destacado en la historia oficial mesoamericana, es decir, la presencia de mujeres, no solo como dadoras de vida sino como quienes otorgan legitimidad al gobernante que va a asumir. En la historia oficial han sido invisibilizadas, sin embargo, hay estudios específicos en lo que se muestra el rol de las mujeres en diferentes lugares.

Otro elemento es el tema de los textiles, la forma de vestir marca la jerarquía social. Es una sociedad muy jerarquizada, la nobleza tenía determinadas prendas y el acceso a determinados bienes como huipiles de algodón. También los cortes de pelo. Ciertos cortes marcan rangos, como el de guerrero sobresaliente. Esto nos habla de una sociedad constantemente atravesada por lo simbólico. Tenemos también una narrativa interesante en torno al origen del maíz, a su simbolismo. Está el cacao, por ejemplo, una bebida consumida solo por los gobernantes quienes le agregaban elementos como el chile y otros productos.

Se menciona el pulque y ciertas hierbas con propiedades alucinógenas.

Los antropólogos han puesto especial interés en el concepto de alucinógenos. Me gusta la idea de “plantas maestras”. En bebidas como el cacao se utilizaban “plantas maestras” que le permitían al gobernante acceder a la deidad. Esta capacidad de poder ver se asocia con felinos. Mucha de la iconografía del gobernante aparece asociada con el ocelótl, con el jaguar, porque es la capacidad de ver, de decidir. En el caso mexica-tenochca, el habla, el huey tlatoani tiene en el nombre la palabra tlatoa, que significa hablar. Hay muchas metáforas en torno a gobernantes: el árbol que da sombra, la cabeza del pájaro, el águila, el que da el ritmo, el que va a elegir y a tomar las decisiones importantes. El cacao y el consumo de este tipo de bebidas y “plantas maestras” se da en momentos y contextos rituales donde el gobernante va a entrar en contacto con la deidad y va a dialogar, y también a través de los sueños.

Está el caso de Tezozomoc, El grande, el gran señor de Azcapotzalco, a quien se le aparece entre sueños un águila y también un coyote que le pica en el corazón. El significado es que se acerca el final. Él ve cómo asesinan a su padre a través del sueño donde se le aparece el coyote, el nahual de Nezahualcóyotl. El sueño es también una vía para observar qué va a pasar, permite decodificar lo que está anunciando. En este caso es la salida de Azcapotzalco y el surgimiento de México-Tenochtitlan.

Volviendo al tema de las mujeres, no podemos dejar a un lado la figura de Malintzin. ¿Desde dónde habría que rescatar a este personaje?

Malintzin, que ha pasado a la historia como Malinche, generó estas ideas del malinchismo. Me parece injusto. Ella no está traicionando, es una figura clave en la Conquista. Posiblemente tuvo sus intereses, sus deseos y diferentes intencionalidades, pero es clave porque no solo es la mano derecha y la que le habla al oído al conquistador sino que conoce las prácticas del mundo mesoamericano y los posibles gestos. La voz de la Malinche aparece pocas veces en las crónicas, sin embargo, ella tiene un protagonismo básico, no solamente en la cuestión estratégica sino en la decodificación. Malintzin pasa a la historia porque estuvo al lado de Cortés. La vemos en diferentes códices portando huipiles y textiles que no serían propios de su estatus social, eso nos habla de la importancia que adquirió estando al lado del conquistador o quizá sería a la inversa, es decir, Cortés pudo hacer muchas cosas porque tuvo a Malintzin. Ella, junto con otras mujeres nahuas, totonacas o tlaxcaltecas, tuvieron un lugar importante como compañeras de muchos de los conquistadores, pero también como madres de sus hijos. Son mujeres que están atentas, que tienen una sexualidad muy abierta, muy libre, pero también están en un lugar clave en la sociedad. Pensemos en las hijas de Moctezuma cómo también van a tener hijos de los conquistadores que, a su vez, van a ser objeto de alianzas políticas entre lo que queda del linaje tenochca y este nuevo conquistador. Es significativo porque muy rápidamente surgen estos nuevos hijos mestizos.

¿Los españoles ya venían con este propósito de mestizaje?

No sé si los españoles pensaron en este cruce o en el producto de estos contactos sexuales como algo benéfico. El tema del mestizaje ha sido recurrente y muy importante no solo para los grandes muralistas de principios del siglo XX que lo plasmaron en sus murales, también en la literatura. Pensemos en la idea de la raza cósmica, de Vasconcelos, del mestizo como un prototipo, con una carga buena en torno a este nuevo México que se inaugura después de la Revolución Mexicana.

El tema del mestizaje ha sido recurrente y muy importante. (Javier Ríos)

Esto nos remite al tema de la mexicanidad. ¿En qué momento se funda?

La mexicanidad y el mestizaje son temas difíciles de abordar porque hay diferentes propuestas y lecturas. Han llamado la atención de historiadores, y también de antropólogos y literatos. Siempre me he preguntado cuándo nace la mexicanidad y desde qué pauta. ¿Es la misma mexicanidad que se puede pensar hoy, en pleno siglo XXI, a la que se dio en el siglo XX en el que hay diferentes matices, donde el Estado mexicano pone énfasis en esta? Creo que el siglo XIX es clave, es el momento en el que se elabora una historia oficial, cuando se van a pasar por alto algunas cuestiones. Esto tiene que ver con el surgimiento del estado-nación que se vale de la historia y de la educación para crear un sentido de nacionalidad, un sentido de pertenencia.

La mexicanidad y el mestizaje son temas difíciles de abordar porque hay diferentes propuestas y lecturas. (Javier Ríos)

¿Cómo debemos entender en la actualidad el encuentro entre españoles y mexicas?

No es un encuentro, no hay que idealizarlo. Un encuentro implica una serie de pautas que no se llevaron a cabo. Este debate se dio en 1992 con el mal llamado Descubrimiento de América. Aquí lo que tenemos es un choque de culturas diferentes y no lo quiero sintetizar entre hispanos e indígenas. Cuando hablamos de los conquistadores hablamos de una multiplicidad de gente que vino con Cortés, con diferentes pautas, tradiciones, gestos, lenguas. Por otro lado, reducir el mundo indígena es algo que no nos podemos permitir a 500 años de la caída de Tenochtitlán, porque hay una multiplicidad de lenguas, de formas de pensar, de vivir, distintas políticas. Es un choque, no una conquista. Tenemos diferentes conquistas en torno a lo político, lo económico, lo religioso, lo ideológico. La caída de Tenochtitlán dio inicio a otras conquistas que no pararon desde el siglo XVI hasta el XX, con diferentes actores, diferentes intencionalidades, pero conquistas al fin.

Tampoco podemos reducir la Conquista de México a un hecho bélico que va a realzar determinados momentos de la historia, o esta idea de buenos y malos. Acá no hay buenos y malos, hay intereses diferentes y grupos diferentes. Me parece que la caída de Tenochtitlan y la mal llamada Conquista de México ha resultado fácil porque es una frase que pega, simplista, que está reducida en el sentido de conquistadores y conquistados. La caída de Tenochtitlan hay que entenderla, no juzgarla, desde su propio contexto, entender a cada uno de los involucrados en su contexto, no reducirlo a que de la noche a la mañana cayó Tenochtitlan y el mundo cambió, no es así.

Entre otras obras, ha coordinado el libro colectivo Mudables representaciones. (Jesús Quintanar)

¿En este sentido, es válida la exigencia del perdón a España?

Estamos recurriendo a estas ideas de buscar tensión, confrontaciones que no están ayudando a entender algo más interesante: ¿qué implicaron las conquistas en estos territorios? No siento que a España se le deban exigir disculpas. Me parece que es jugar con cuchillos de doble filo, y esta confusión no ayuda a pensar en el futuro y enfrentar nuestros problemas como sociedad mexicana, como República mexicana, con nuestras comunidades indígenas, con nuestras comunidades afrodescendientes. Me parece que no tenemos la validez ni la legitimidad para exigir algo que no nos tocó. 

Frases

“La mexicanidad y el mestizaje son temas difíciles de abordar porque hay diferentes propuestas y lecturas”

“Mujeres nahuas, totonacas o tlaxcaltecas tuvieron un lugar importante como compañeras de muchos de los conquistadores”


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