Shuntaro Tanikawa, pionero de la poesía japonesa moderna, conmovedora pero conversacional en su divergencia con el haiku y otras tradiciones, falleció. Tenía 92 años.
Tanikawa, que tradujo la tira cómica “Peanuts” y escribió la letra de la canción principal de la serie de animación “Astro Boy”, murió el 13 de noviembre, según informó el martes su hijo Kensaku Tanikawa. Agregó que su padre murió en un hospital de Tokio debido a su avanzada edad.
Shuntaro Tanikawa sorprendió al mundo literario con su debut en 1952, “Dos mil millones de años luz de soledad”, una mirada audaz a lo cósmico en la vida cotidiana, sensual, vívida pero sencilla en su uso del lenguaje cotidiano. Escrita antes de “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, se convirtió en un éxito de ventas.
“Kotoba Asobi Uta” o “Canciones de juegos de palabras” de Tanikawa es un experimento rítmico de yuxtaposición de palabras que suenan similares, como “kappa”, un animal mítico, y “rappa”, un cuerno, que da lugar a una alegre compilación de canciones, llena de aliteraciones y onomatopeyas.
“Para mí, el idioma japonés es la base. Como una planta, planto mis raíces, bebo los nutrientes del idioma japonés, brotan hojas, flores y dan frutos”, dijo en una entrevista de 2022 con The Associated Press en su casa de Tokio.
Tanikawa exploró lo poético, no sólo en la música repetitiva de la palabra hablada, sino también la magia escondida en las pequeñas cosas.
Una de sus obras se titula: “Quería hablar contigo en la cocina en mitad de la noche”.
“Antes, era como si fuera un trabajo, un encargo. Ahora, puedo escribir como quiero”, dijo.
En cada obra que Tanikawa abordó, incluido el guión de “Olimpiada de Tokio” de Kon Ichikawa, un documental sobre los Juegos de Tokio de 1964, resuena el amor respetuoso por la belleza de la lengua japonesa.
También tradujo a Mother Goose, Maurice Sendak y Leo Lionni. A su vez, Tanikawa ha sido traducido a numerosos idiomas, incluidos el inglés, el chino y varios idiomas europeos.
Algunas de sus obras se convirtieron en libros ilustrados para niños y suelen aparecer en los libros de texto escolares japoneses. También incorporó palabras japonesas de origen extranjero en sus poemas, como Coca-Cola.
En su poema en prosa con ese título, en el que un niño abre una lata de Coca-Cola, escribió: “Si, por ejemplo, veía el universo infinito que empezaba o terminaba en la punta de su lata, no era consciente de ello en absoluto. Se podría opinar que nombraba cada parte de lo desconocido que estaba a punto de engullirlo con todo el vocabulario que podía reunir, lo que incluía su vocabulario futuro que todavía estaba latente en su subconsciente”.
En su poema debut que lo catapultó al estrellato, es más parco:
“Como el universo sigue expandiéndose, todos estamos inquietos. Con el frío de dos mil millones de años luz de soledad, de repente estornudé”, así termina el poema, traducido por William I. Elliott y Kazuo Kawamura.
Cuando se le preguntó al respecto, Tanikawa reconoció que sentía como si alguien más lo hubiera escrito, pero señaló que aún así pensaba que era un buen poema.
“La poesía de Tanikawa refleja una actitud metafísica y casi religiosa hacia la experiencia. En un lenguaje sencillo y sobrio, esboza ideas profundas y verdades emocionales”, según la Poetry Foundation, una organización literaria estadounidense.
JCM