El Club del Libro y la pasión que unió a los amantes de la literatura

Más que un hábito, los iniciadores de este círculo de lectura buscaron marcar una tendencia para que más ciudadanos se acercaran al mundo de las letras en la zona sur de Tamaulipas.

Rosario Osuna de Rodríguez, del Club de Libro de Tampico. (Cortesía)
Cristina Gómez
Tampico /

En diciembre del 2004, un grupo de amigos apasionados por la lectura, decidieron crear un club para promover este hábito, mediante el análisis de obras literarias de grandes escritores.

Encabezados por Juan L. Rodríguez Mireles (+) y Roberto Guzmán Quintero, acordaron iniciar reuniones para compartir sus experiencias de la lectura de libros, iniciativa que por 15 años cumplió su propósito.

El primer encuentro fue en enero de 2005 en el Centro Empresarial de Tampico, donde ambos dejaron claro que no habría una dirigencia del club, cuotas o pase de lista de asistencia, pero sí una persona que coordinara los esfuerzos, como lo hizo Rosario Osuna de Rodríguez.

La profesora recuerda los inicios del Club del Libro fundado por su esposo Juan Rodríguez

“Trece personas comenzamos en Coparmex y ahí mismo se acordó tener un espacio en la Casa de la Cultura. Siendo directora Irma Holguera Pozo, se le llevó un escrito y ella les concedió un espacio, escogiéndose el segundo lunes de cada mes, de 7:30 a 9:30 pm”.
Roberto Guzmán Quintero, del Club del Libro en Tampico. (Cortesía)

Los temas serían libres, sin censura, pero tampoco interrupciones ni demoras. La mecánica era que un miembro del club leía un libro y lo exponía a los demás integrantes, abriéndose un espacio de media hora para preguntas y respuestas en un ambiente de compañerismo.

“Así transcurrieron 15 años; el club no solo aportó a la cultura de nuestra zona sino también al área de la salud, tuvimos por ejemplo la presentación del libro Tengo Cáncer ¿Y Ahora Qué? escrito por Humberto Bautista Rodríguez”.

En la obra, el autor, psicooncólogo del Centro Médico Nacional Siglo XXI, dice cómo tratar a las personas con este padecimiento, ayuda a entender la enfermedad, recuperar la fortaleza y conquistar una vida llena de nuevos propósitos.

“En nuestras sesiones desfiló una gran cantidad de exponentes, muchos ya se nos adelantaron, como el fundador Juan Mireles y cada quien fue aportando algo de ellos mismos”.
Libros. (Jaime Zambrano)

Su análisis del libro Cien Años de Soledad en marzo de 2007, es recordado como uno de los momentos más emblemáticos de ese foro cultural. Al mes siguiente, un derrame cerebral minó su salud y terminó poniendo punto final a su existencia, más no a su legado.

Su esposa Rosario Osuna quiso seguir con su herencia cultural, no porque le sobrara tiempo, sino para mantener vivo el aporte del club a la literatura.

“Nunca fallamos un lunes desde que se empezó a sesionar en enero del 2005 hasta marzo del 2020, que fue cuando se interrumpió todo debido a que la pandemia de covid-19 obligó a suspender actividades no esenciales para evitar contagios”.

Osuna Lizárraga atesora cada momento y cada enseñanza compartidos desde ese espacio. El Club del Libro sobrevivió a la epidemia de la influenza y a fenómenos de la naturaleza, se mantuvo de pie incluso durante la época negra de la violencia, donde pocos querían salir de sus hogares por miedo a una balacera o ser víctima de un secuestro. Pero el coronavirus lo vino a cambiar todo y Rosario Osuna hoy se despide de esta aportación cultural y se dedicará de lleno a su actividad empresarial en el ramo farmacéutico.

“Yo aproveché para retirarme como los buenos boxeadores, muy a tiempo, antes de ser derrotada”. No coincide con la opción de llevar las sesiones a la virtualidad, porque se perdería en parte la esencia del Club del Libro.

“Misión cumplida, estoy muy agradecida por el tiempo que me brindaron, por las horas y por todas esas personas que tuve la oportunidad de conocer y de tratar, me llenó parte de mi vida y eso me lo llevo en el corazón”.


Las últimas sesiones

En enero de 2020 se llegó a los 15 años del Club del Libro, con un acumulado de 180 sesiones que reunieron a más de 5 mil 400 asistentes.

En febrero se presentó Mohamad Saade, impulsor de la cultura china en la ciudad. Con su participación se dio continuidad a la tradición iniciada por Yolanda Angmen Chío (+), fundadora de la colonia china en Tampico y quien difundiera en ese espacio las actividades de la comunidad.

“El último ponente fue René Guzmán, quien presentó los libros que ha escrito de la zona conurbada. El siguiente sería Ángel Saucedo en el mes de abril, pero empezó el problema de la pandemia y no nos volvimos a ver”, recuerda Rosario Osuna.

Comenta que todas las directoras de la Casa de la Cultura fueron sus grandes aliadas a lo largo de este tiempo y recuerda con cariño a Armando, un colaborador de ese sitio que siempre estuvo atento a que nada faltase y quien meses después fue una víctima más del virus.

“Personas muy preparadas enriquecieron culturalmente nuestras actividades, como la directora de la Universidad Valle de México, Lourdes García; Thalía Olivares que le estoy muy agradecida por todo el apoyo que siempre me brindó, Doris Hernández y la delegada de Canirac, Rosa María López”.


Pobreza de lectura en México

El escritor Roberto Guzmán Quintero fue el primer ponente del Club del Libro con la obra “Don Quijote 400 años”. A partir de ese momento, el foro se convertiría en todo un éxito.

En entrevista, señala que México es un país con pobreza de lectura, pues el 80 por ciento de la población ha confesado que no ha leído ni un solo libro al año.

Se fomenta la lectura entre los niños. (freepik)

En cambio, en España se leen 7.5 libros al año, en Francia 17 y en los Estados Unidos 12. Menciona que la Unesco declara como grandes lectores a países como China, India, Tailandia, Egipto, República Checa, Suecia y Finlandia.

Este fue el principal motivo que orilló a ese grupo de amigos a formar el Club del Libro en Tampico. Fueron veladas culturales inolvidables.



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