El telégrafo, impulsor del comercio y conexión con el resto del mundo

Tampico fue la primera ciudad de México que se conectó a Estados Unidos por medio de cable submarino que lo unía con Galveston, Texas

Edificio Telégrafos de Tampico, primer aduana del puerto | Especial
José Hernández Palma
Tampico /

La llegada del telégrafo a México ocurrió en 1850 y un año después, el 5 de noviembre de 1851 se tendió la primera línea en el centro de la República, siendo el impulsor de este proyecto Juan de la Granja, cónsul de nuestro país en Nueva York, al visualizar los beneficios que este nuevo invento traería en las operaciones comerciales de los puertos nacionales para agilizar la comunicación a mediados del siglo XIX.

Cabe recordar que en aquellos años solo existía la correspondencia, la cual se transportaba en diligencias, barcos o por medio de mensajeros, por lo que el telégrafo sería el primer medio de comunicación instantáneo.

“Tampico va a quedar enlazado entre 1860 y 1861, es decir 10 años después de que llega a México, para lo cual se forma una compañía telegráfica con accionistas locales y de la región. La línea va unir a Tampico con San Luis Potosí, pasando por Tula y Ciudad Victoria”, relata el cronista tampiqueño Josué Picazo Baños.

Tampico y San Luis Potosí formaban una ruta comercial, pues sería desde esa ciudad, cerca del centro del país, de donde salían mercancías para exportarse a través del puerto y al que también llegaban productos por el mismo punto, por lo que el telégrafo llegaría a agilizar las acciones comerciales.

Posteriormente habría una línea directa con los Estados Unidos, nación donde las redes telegráficas tenían un desarrollo importante, al ser varias las compañías que participaban en su instalación, existiendo el interés de conectar con México por medio de cables submarinos, siendo esto posible al ser Tampico la primera ciudad del país que se enlazaría a la red estadunidense al conectar con Galveston, Texas.

Telégrafo en Tampico, transformación de mensajería a financiera popular

“Eso fue en 1881, sin embargo al año siguiente se cambia el cableado y pasa de Galveston a Coatzacoalcos y de Coatzacoalcos a Veracruz, desde luego Tampico quedó conectado al resto de las ciudades”, aclara el cronista.

A pesar de ello se da un fenómeno interesante, Tampico podía comunicarse con Estados Unidos y Europa a través de la red norteamericana, pero además le permitía comunicarse con Centroamérica y algunas ciudades de Sudamérica.

Aclara que si bien la primera línea que se tiende de San Luis a Tampico, es una inversión entre empresarios y comerciantes, durante el imperio de Maximiliano se establece una compañía nacional de telégrafos y posteriormente el gobierno tendría mayor participación, ocurriendo esto de 1870 en adelante.

Porfirio Díaz en la introducción de telégrafo a México

Respecto a la participación del entonces presidente Porfirio Díaz en la introducción de telégrafo a México, el historiador Josué Picazo indica que el gobierno de aquel entonces tenía mucha apertura y permisibilidad ante cualquier proyecto que promoviera el desarrollo económico, la inversión capitalista y la modernización del país.

“El periodo durante el cual tiene mayor expansión es en el porfiriato, y eso va a permitir al gobierno tener el control de buena parte del país mediante la comunicación”, afirma.

A finales del siglo XIX llegaría el teléfono a Tampico, con redes pequeñas y líneas que se extendían para fines comerciales entre edificios, sucursales u oficinas.

Alguien compraba algunos aparatos y los conectaba entre sí, no había mayor comunicación salvo entre esos equipos; las redes telefónicas llegarían hasta los años 20 y algunas compañías ofrecerían un doble servicio, es decir, telégrafo y teléfono.

La historia de la telegrafía, desde sus inicios hasta la aparición del satélite, en un museo

El cronista tampiqueño comenta que a nivel local existió la aplicación del telégrafo en un aspecto muy particular, al modificar la operación del puerto que antes se hacía por medio de vigías que veían cómo se aproximaban las embarcaciones en altamar y usaba una comunicación por medio de señales entre el puerto, los vigías y las embarcaciones, para coordinar la entrada y salida de los barcos.

“Con acceso al telégrafo en 1875 se instala uno en la Barra y otro en la comandancia de resguardo marítimo que estaba en el puerto y entonces podían con mayor facilidad coordinar las operaciones del puerto, porque a veces las señales entre la Barra y el resguardo marítimo no se veían bien o había alguna dificultad y se tenía que enviar los mensajes a caballo con mensajeros”, finaliza el cronista Josué Picazo Baños.


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