Si nos ponemos rigurosos, el primer teatro rural, popular y masivo que se dio en nuestro territorio fue en los siglos XVI y XVII a manos de los frailes franciscanos y dominicos. Hallaron en el Teatro de Evangelización la herramienta idónea para conquistar a las diversas etnias indígenas que habitaban el nuevo mundo. La estudiosa María Sten sostenía que lo que fueron los arcabuces, las espadas y las ballestas para la conquista armada, lo fue el teatro para la conquista espiritual. La primera obra de que se tiene memoria es el Auto del Juicio Final de Fray Andrés de Olmos, representada en Santiago Tlatelolco en 1531 en lengua náhuatl, latín y español. Las Misiones Culturales vasconcelistas de los años 20 y 30 del siglo XX recogieron el espíritu de aquellos evangelizadores que comprendieron muy bien el poderío del teatro.
En 1988, en mi ensayo “El Teatro Rural en México”, publicado en España en el libro Escenarios de dos mundos, Inventario Teatral de Iberoamérica, exponía al menos cinco etapas significativas durante el siglo XX. De la primera, las Misiones Culturales, ya se habló en la entrega de la semana pasada. La segunda fue el Teatro del Centro Regional para la Educación Fundamental de América Latina (Crefal), dependiente de la Unesco, con sede en Pátzcuaro, Michoacán.
Este Teatro del Crefal funcionó de 1950 a l964 y, a diferencia de las Misiones Culturales, fue acompañado por talleres de cierta profesionalización de los maestros o animadores culturales mediante cursos de verano que tomaban en la Escuela de Arte Teatral recién inaugurada, misma que dependía del aún joven Instituto Nacional de Bellas Artes (1946). En la EAT se comenzaba a experimentar con cierto furor con las teorías de los rusos y de Meyerhold, traídas a nuestro país por el director de escena japonés Seki Sano. Para el investigador Domingo Adame, “…el teatro rural del Crefal puede caracterizarse por el predominio de elementos como la aculturación, el folclorista, la masificación y la despolitización”.
TRASPUNTE
RURALISMO ESCÉNICO
El teatro rural durante el siglo XX tuvo cinco momentos relevantes: las Misiones Culturales (su esplendor de 1934 a 1940), con el Crefal (1950 a 1964), el Teatro Conasupo de Orientación Campesina (1970 a 1976), el Taller de Arte Escénico Popular (1977-1982) y el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena de Tabasco (1983) aún vigente.
Teatro en municipios /IV
Teatro
Las Misiones Culturales vasconcelistas de los años 20 y 30 del siglo XX recogieron el espíritu de aquellos evangelizadores que comprendieron muy bien el poderío del teatro.
Ciudad de México /
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