Tienes que ser devoto de la música: Paul Cassidy

Cuarteto Brodsky

“Es importante conocer las obras del pasado y las nuevas composiciones: el conocimiento lo es todo”, asegura el violista.

Paul Cassidy con Gina McCormack (primer violín), Jacqueline Thomas (violonchelo) e Ian Belton (segundo violín). (Especial)
Ciudad de México /

Un cuarteto británico cuyo nombre está dedicado a un violinista ruso, Adolf Brodsky. Un programa —marca de la casa— que involucra a los escuchas en la diversidad sonora e histórica de los compositores mexicanos Javier Álvarez y Mario Lavista, el ruso Dmitri Shostakovich y el francés Maurice Ravel.

El resultado: un grupo que en más de 47 años ha entrelazado diversas épocas y estilos. Su trayectoria los ha hecho merecedores de premios el de la Royal Philharmonic Society de Londres, amén de galardones discográficos como Diapason D’Or y Choc du Monde de la Musique por sus grabaciones de los cuartetos de Benjamin Britten, Ludwig van Beethoven y Leos Janacek.

El grupo integrado por Gina McCormack en el primer violín, Ian Belton en el violín segundo, Paul Cassidy en la viola y Jacqueline Thomas en el violonchelo, está en México. Luego de tocar en el Festival Internacional de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez, Brodsky Quartet se presenta hoy en el Palacio de Bellas Artes a las cinco de la tarde.

El programa iniciará con Metro Chabacano, de Javier Álvarez, una de las piezas más populares de su repertorio, afirma Cassidy en entrevista. “¡No sé cuántas veces la hemos tocado en los últimos 25 años! Hay algo muy encantador en esta pieza que es una de nuestras favoritas”.

El violista refiere que la obra de Álvarez es muy diferente a la de Mario Lavista, Reflejos de la noche. “Mientras la de Javier es como una danza, la de Mario es una evocación de una noche en México. Es una pieza única en nuestro repertorio, no hay otra igual, porque el cuarteto solo toca sonidos armónicos, así que no hay notas reales, para nada, lo que te lleva a un lugar muy especial”.

Con la obra de Lavista, agrega, “puedes ir a donde quieras: si quieres escoger un lado espiritual, la pieza puede llevarte en esa dirección, o te puede inducir a un estado nostálgico o de meditación”.

OBRAS ICÓNICAS

Para el músico, el Cuarteto de cuerdas en Fa Mayor, de Maurice Ravel, “es una obra maestra icónica. Es extraordinaria en todos sentidos, en lo que te puedas imaginar, desde el ritmo, las texturas, la belleza y la fantasía. Es de una gran inventiva, es sorprendente”.

El programa finalizará con el Cuarteto de cuerdas número 4 en Re Mayor, de Dmitri Shostakovich, escrita para su amigo judío Pyotr Vilyams, pintor y diseñador teatral que sufrió mucho durante la segunda guerra mundial, explica Cassidy.

“Las obra está llena de temas judíos. El primer movimiento es como música folclórica, mientras que el segundo es una canción absolutamente adorable que te rompe el corazón y, el tercero, te hace sentir un poco incómodo, para luego pasar al cuarto movimiento, donde vuelve el espíritu judío y termina con una sensación de esperanza”.

Con un pie en el pasado y otro en el futuro, Brodsky Quartet combina un repertorio clásico con obras contemporáneas. Esto se debe a que, como asegura el violista, “para el artista es muy importante siempre ver hacia adelante, no solo hacia atrás. Entre más amplio sea tu repertorio puedes servir mejor a la música. Es importante conocer la música del pasado y las obras nuevas porque el conocimiento lo es todo”.

La especialización de una época o estilo no se hizo para Brodsky Quartet, expresa. “La música para orquesta, piano y cuarteto de cuerdas es la que tiene el mayor repertorio, así que ¿para qué limitar nuestras posibilidades especializándonos en una época? Tocamos lo que nos gusta: es importante que te guste la música que decides tocar”.

¿Cómo alentar a los jóvenes a seguir tocando en estos tiempos difíciles para la música más creativa?, le preguntamos. Su respuesta: “Bueno, nunca ha sido tan fácil, sobre todo si se trata de cuartetos de cuerdas. Si quieres hacer dinero, no te unas a un cuarteto de cuerdas —ríe—, debes tener otros alicientes. La música es una vocación, tienes que se devoto de ella”.

Y ADEMÁS

ENCUENTROS CON EL MUNDO DEL POP

Las colaboraciones del cuarteto incluyen trabajos con músicos pop, como Björk en el disco Family Tree, Elvis Costello en The Juliette Letters y Paul McCartney, quien les escribió un cuarteto de cuerdas. Paul Cassidy no piensa en ellos como músicos de otro género, porque, asegura, “es casi como si fueran músicos clásicos: son iguales, aunque operan de una manera un poco diferente y su mundo es muy diferente al nuestro, pero fundamentalmente somos iguales: hablamos el mismo lenguaje, charlamos sobre entonación, armonía, ritmo… Colaborar con ellos se vuelve algo natural”.


  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras

LAS MÁS VISTAS