Si pensamos en el deporte de los reyes franceses hace siete siglos nos remontaríamos a los inicios del tenis, entonces llamado jeu de pame (juego de la palma), pero en esta ocasión revisamos otra actividad que le debe su popularización a la monarquía de Inglaterra del siglo XVII.
Si bien se trata de una actividad recreacional inventada por los holandeses en el siglo XIV, el yatching (navegación de vela o “sailing”) dio un gran salto en su crecimiento cuando en 1661 se organizó la primera carrera registrada por parte del Rey Carlos II de Inglaterra. Su pasión por los yates nació de su exilio de 10 años en Holanda, antes de ser nombrado rey en 1660.
Para celebrarlo, los holandeses en Ámsterdam le regalaron de hecho una nave de 60 pies y con 20 personas de tripulación de nombre “Mary”. Charles II paseaba su embarcación por todo el Río Támesis y desde entonces se dedicó a los estudios de navegación y arquitectura, donde se dice que construyó hasta 20 yates a lo largo de su vida. El 1 de octubre de 1661 se llevó a cabo la primera regatta que consistió en un recorrido de 40 millas de Greenwich a Gravesend por el Río Támesis.
El Rey Carlos II con su yate de nombre “Katherine” retó a “Anne” de su hermano James, Duque de York, quien también se había vuelto gran aficionado a este tipo de navegación. El rey fue el vencedor y así nació un nuevo deporte. Por más de un siglo fue el que más se practicaba en dicha monarquía y para 1800 dejó de ser exclusivo de reyes y se integraron competidores de riqueza y las mejores familias, los clubes de yates cada vez eran más.