A pesar del estancamiento económico en México el año pasado, el sector asegurador mantuvo su buen paso y creció 5.7%, según datos preliminares de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). Sin embargo, los efectos de la desaceleración podrían sentirse en 2020: la AMIS prevé que el sector solo crecerá entre 2.4 y 3.5%, mientras que Fitch Ratings pronostica que el crecimiento será de entre 2.5 y 5%.
En medio de un escenario complejo, las aseguradoras tienen la tarea pendiente de incrementar la cobertura en el país, la cual representa solo 2.2% del Producto Interno Bruto, mientras que el promedio en los países de la OCDE es de 8.9%.
La tecnología puede ser una aliada en esta tarea. La aparición de las fintech trajo una serie de cambios en la industria financiera, sin embargo, este ecosistema se expande y ahora no solo crece en la banca, sino que amplía su terreno a los seguros.
El mercado de las aseguradoras digitales está entre los que más crecen dentro de la industria fintech en el país. De acuerdo con el más reciente estudio de Finnovista Fintech Radar México, las compañías dedicadas a los seguros digitales crecieron 37% en 2019.
“Desde 2018 hasta este momento el crecimiento de opciones insurtech fue de 37%, por el uso de inteligencia artificial y machine learning, lo que está generando una disrupción en la industria de seguros actual, similar a la que se vio hace cinco años con la de la banca” dice Andrés Fontao, CEO de Finnovista.
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Las insurtechs, palabra que se forma de la fusión de los vocablos en inglés insurance (seguros) y tech (tecnología) son en su mayoría startups, utilizan dispositivos como smartphones y smartwatches, y un software diseñado para mejorar los modelos de negocio de las aseguradoras.
“Ya existen los dispositivos para darle seguimiento a lo que hace la gente en su día a día: si hace o no deporte, qué come, a qué hora hace estas actividades, registros de visita al médico, si conduce de forma segura o a velocidades altas, si lo hace siempre por la misma ruta, en qué horarios, y alertas para toma de medicinas”, dice Pablo Márquez, jefe de Servicios Financieros en Capgemini México y Colombia.
Toda esta información ayudaría a las firmas de seguros a tener una idea más clara sobre el nivel de riesgo de cada cliente que adquiere una póliza de seguro médico, de responsabilidad civil, daños a terceros o de cobertura total contra robo, detalla el ejecutivo.
No obstante, hay una enorme diferencia entre el potencial del negocio y lo que hace sonar las cajas registradoras de las empresas de seguros, según el estudio World Insurance Report 2019, realizado por Capgemini a más de 140 ejecutivos de las empresas aseguradoras, con entrevistas a más de 8,000 clientes.
El documento señala que 55% de los potenciales clientes comprarían un seguro si no hubiera trámites, a su parecer engorrosos, y si los contratos fueran más claros y sin letras pequeñas.
Javier Orozco, CEO de la plataforma de seguros para autos Crabi, dice que esto se debe a que la industria de seguros tiene más de 170 años operando sin presentar cambios. “Es un sector muy tradicional que evolucionó muy poco y que tiene una brecha muy grande”. Por ejemplo, en los seguros de autos, solo 30% de las unidades están aseguradas y el otro 70% restante prácticamente no tiene ningún tipo de cobertura.
Márquez, de Capgemini, dice que “las empresas aseguradoras siguen sin entender que la población no solo desea precios bajos para adquirir estos servicios financieros de prevención de riesgos, sino que apreciaría si las compañías tuvieran trámites más eficientes, asertivos y, por supuesto, personalizados”.
El Dato.26
startups de las 400 fintech en México están dedicadas a los seguros digitales
Cinco años de retraso
Los dispositivos móviles pueden dar más seguros personalizados y es ahí donde las insurtechs en México exploran oportunidades. Según cifras compartidas por Finnovista, organización que potencia los ecosistemas Fintech e insurtech en América Latina y España a través de una plataforma colaborativa, actualmente hay 26 startups en el país que se dedican al sector asegurador y representan 6% de las 400 fintech mexicanas. Muchas fueron fundadas o abrieron filiales en México apenas en 2018.
“El momento para disrumpir (sic) en la industria aseguradora es hoy. Las empresas de seguros están (en términos tecnológicos) donde la banca estaba hace cinco años”, dice Andrés Fontao, cofundador y socio-director de Finnovista.
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Seguros a la mano
La tecnología podría potenciar el negocio asegurador con la actual normatividad. El director general de la AMIS, Recaredo Arias, cree que la legislación en México sí permitiría llevar a cabo la colocación de seguros entre los mexicanos con ayuda de las insurtechs.
“Se anticipa un modelo que implique facilitar operaciones, desde la distribución de seguros, hasta la atención de siniestros o el pago de pólizas”, dice el directivo de la asociación. Además, se busca regular el tema desde que las empresas que ofrecen sus servicios a través de una plataforma digital inician su operación, para que los clientes puedan estar seguros de la legitimidad del servicio.
En México hay dos insurtechs que operan y están reguladas ante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSyF). Una de ellas es Crabi, que desde su fundación en 2017 inició el proceso de registro ante la CNSyF y hoy ya cuenta con él, dice Javier Orozco.
“Cumplimos con la normatividad, sobre todo las reservas financieras. Tenemos una licencia de aseguradora, no de brokerage”, dice Orozco.
Otra firma en operaciones es Mango Life, que se dedica a través de una aplicación web a distribuir seguros de vida. “La contratación es 100% digital, solo hay que responder un pequeño cuestionario en línea. Hay advertencias en caso de que la información proporcionada sea falsa, lo que no nos obliga a cubrir el monto asegurado”, dice Maik Schaefer, CEO y fundador de Mango Life.
Estas dos empresas son meros ejemplos de lo que está por venir. AIG, una de las aseguradoras con décadas de operación en México, también decidió sumarse a esta dinámica de innovación tecnológica, al colocar productos diferenciados en el país.
“Seguros por kilómetros” es uno de los productos que comercializa desde 2019. “Es una de las tendencias mundiales, pagas en tanto lo usas, ya sea en tiempo o distancia, y la telemetría de los smartphones ayuda a operarlas”, dice Recaredo Arias, de la AMIS.
Baches en el camino
Sin embargo, hay un detalle que no le permite a este sector crecer sobre terrenos de menor riesgo en las primas aseguradas: se sigue asegurando al coche, no al conductor.
“Una modificación en la normatividad mexicana permitiría que los factores de riesgo en la forma de conducir de los automovilistas hagan funcionar de otra manera los productos de los seguros”, dice Arias. Añade que “la tecnología y la normatividad están listas, pero hay un grave problema: mientras no tengamos un control único de licencias, no será factible su operación en el país”.
Actualmente cualquier ciudadano mexicano (o extranjero que acredite su estancia legal en el país) puede tramitar licencias en cada una de las entidades federativas. No hay un registro, y por ende, tampoco existe un control único de esa base de datos.
Se supone que la innovación en el negocio de los seguros debería impulsar a los legisladores a poner orden y adecuar los marcos legales, pero ese es un camino que se recorre a una velocidad distinta a la del desarrollo tecnológico.
Pablo Márquez, vicepresidente de Servicios Financieros de Capgemini, explica que el progreso tecnológico se enlazará con cambios de actitud, en los que “las aseguradoras pasarán de ser vistas como pagadoras de siniestros, a ser socias y previsoras, al trabajar más de cerca con los clientes para mitigar riesgos y ofrecer servicios on-demand”.
Aunque falta camino por recorrer, las insurtechs abren la brecha para impulsar al sector en tiempos de incertidumbre.